Aplica lo que tienen en común las zonas con personas más longevas

Si no lo es ya, un objetivo fundamental en tu vida sería vivir más, pero con calidad de vida, ese santo grial para acercarse a los 100 años con las mejores facultades físicas y mentales posibles. Pero la fama cuesta, como decían en la serie, y hay que trabajarlo. No te asustes, no requiere realmente tanto sacrificio. De hecho, es agradable cuando te acostumbras, y bien lo saben aquellos colectivos y personas que lo hacen. Lo tienes aún más fácil si simplemente aplicas lo común en estas zonas longevas.

Se les ha llamado zonas azules y ha habido y hay controversia al respecto sobre por qué en determinadas zonas la longevidad es mayor y hay más personas que se acercan o superan la centena de años. ¿Es por su estilo de vida o por otras causas que nos llevan a correlacionar conceptos erróneamente? De cualquier forma, estas áreas coinciden en un estilo de vida que los científicos asumen como ideales para una vida sana y larga. 

Como si vivieras en una zona azul

Cuando no sabes por dónde empezar o te abruma tanta información sobre la longevidad, aplica simplemente lo que hacen aquellos que viven más. Actualmente, se consideran cinco zonas azules en el mundo: Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia, Icaria en Grecia, Loma Linda en California y la península de Nicoya en Costa Rica.

Te habrás fijado que todas son islas o penínsulas, rodeadas de mar, con un clima más o menos benigno y un ambiente tranquilo y rural. ¿Y si vivo en una gran ciudad o muy alejado del mar? Eso no te impedirá ganar muchos años al reloj, como verás con los preceptos que siguen los habitantes de estas zonas. No es dónde, sino el qué y el cómo, aunque el clima o la genética puedan influir. 

Las constantes de la longevidad

Los habitantes de estas zonas, tan alejadas muchas de ellas entre sí, tienen unos preceptos en común que tú puedes seguir allá donde estés: se mueven de manera natural, caminando largas distancias; tienen un propósito en la vida; no se estresan o saben evitarlo; comen productos naturales y frescos, sobre todo verduras, saciándose a un 80%; beben vino con moderación; tienen una vida social rica, con fuertes lazos, priorizando la familia; y un sentimiento de pertenencia a la comunidad. 

Como ves, todo ello lo puedes aplicar a tu vida diaria y a tu entorno; y como ves también, no hay grandes planes de dietas y ejercicios, suplementos antienvejecimiento o sacrificios diarios, sino bien, al contrario, pautas que son inherentes al ser humano y es lo que le hacen feliz realmente. Además, todo ello, salvo el matiz del vino, sin estudios relevantes al respecto, están respaldados por la ciencia, con un consenso total.  

Tu nuevo estilo de vida para vivir cien años

Con arreglo a lo que has visto, tu nuevo estilo de vida es tan sencillo como agradable de aplicar y disfrutar:

Alimentación saludable

Como hacen en estas zonas azules, pásate a una dieta cuya base sea de plantas, cereales integrales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Esta alimentación está ligada a una menor incidencia de enfermedades crónicas y contribuye a una vida más larga y saludable.

Actividad física constante

El ejercicio regular es otro pilar en la vida de las personas más longevas. No se trata de rutinas extenuantes en gimnasios, sino de actividad física integrada en la vida cotidiana: caminar, trabajar en el jardín o realizar tareas domésticas. Bájate antes del metro y camina o usa siempre las escaleras y no el ascensor. 

Conexiones sociales y comunitarias

Si no vives en un pueblo o ciudad pequeña, igual te parece más complicado, pero solo tienes que encontrar más tiempo para estar con tu familia, quedar con los amigos y no solo wasapear, verlos cara a cara, apuntarte a algún taller o actividad grupal, escaparte los fines de semana con los tuyos, hacer un voluntariado...

Reducción del estrés

Quizá sea el reto mayor y más complicado si tienes una vida ajetreada, con muchas responsabilidades, pero todo está en la mente y en cómo lo gestionas. Como hacen en las zonas azules, no des importancia a lo que no lo tiene y a lo que lo tiene, aplica el estoicismo: si lo puedes solucionar, lo harás con paciencia; y si no tiene solución, para qué preocuparse. 

No obstante, puedes ayudar a tu mente, ya sea mediante la siesta, la meditación o simplemente pasar tiempo en la naturaleza. Lo importante es encontrar a diario tu momento y relajarte, despejando la mente. 

Adoptar los hábitos de las zonas azules puede ser tu camino más sencillo hacia una vida más larga y saludable. Luego, ya habría tiempo para otras medidas más ambiciosas y específicas. Recuerda que los cambios pequeños y consistentes pueden tener un impacto significativo en tu salud y bienestar a largo plazo, que no estar un año obsesionado y luego dejarlo. 

No se trata tampoco de imitar exactamente su estilo de vida, sino de encontrar lo que mejor se adapte a tus circunstancias y posibilidades. Inspírate en ello, pero adáptalo a tu forma de ser y circunstancias.