Los espectadores del vídeo viral de una receta de pollo asado de una TikToker no podían superar el hecho de que no lavara el pollo crudo mientras lo preparaba. Sin embargo, los expertos afirman que no lavar el pollo puede prevenir una intoxicación alimentaria.

En el vídeo, con 3,4 millones de visitas, la creadora de contenidos gastronómicos Zoe Barrie muestra cómo preparar un pollo mariposa asado con una salsa inspirada en el chimichurri. 

"Umm ¿pero lo has lavado antes?", responde en los comentarios una persona, mientras que otra simplemente escribe "¿Sin lavar?".

No obstante, otras personas argumentan a favor de Barrie, con comentarios como este: "Lavar el pollo es tan estúpido como lavar el pan".

Mucha gente lava el pollo crudo, pero no debería hacerlo

Según una encuesta realizada en 2015 a compradores de supermercados estadounidenses, el 68,7% lavaba el pollo a pesar de no necesitarlo. 

Los estudios también muestran que la gente cree que necesita lavar la salmonela, las heces u otras materias sobrantes del procesamiento de alimentos de las aves de corral crudas, o las rocían con zumo de limón ácido o vinagre con la falsa esperanza de que esto eliminará las bacterias de la salmonela.

Sin embargo, el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria de EEUU (FSIS, por sus siglas en inglés) desaconseja lavar o enjuagar las aves crudas antes de cocinarlas y, como escribe en The Conversation el Dr. Enzo Palombo, profesor de microbiología de la Universidad Tecnológica de Swinburne (Australia), "las técnicas modernas de procesado hacen que las canales de pollo no necesiten una limpieza adicional".

Según el FSIS, "solo la cocción destruirá cualquier bacteria que pueda estar presente en el pollo fresco".

Lavar el pollo tiene más probabilidades de provocar una intoxicación alimentaria que cocinarlo sin lavar

En realidad, lavar el pollo puede aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria, ya que puede provocar la contaminación cruzada de bacterias nocivas como la Salmonella y la Campylobacter. 

La contaminación cruzada ocurre cuando el agua que contiene gérmenes salpica las superficies, sus manos y otros alimentos crudos, y genera un riesgo mayor que la carne poco cocinada, según la investigación. 

Investigadores del Research Triangle Institute, una organización sin ánimo de lucro, descubrieron en 2019 que las personas que lavaban el pollo en el fregadero tenían más probabilidades de contaminar sus productos frescos que las que no lo hacían, debido a las bacterias que quedaban en el fregadero, incluso después de limpiarlo.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades desaconsejan lavar el pollo, pero señalan que quienes aún así decidan hacerlo deben seguir estos pasos:

1. Deja correr el agua suavemente sobre el pollo para reducir las salpicaduras.
2. A continuación, limpia inmediatamente el fregadero y la zona que lo rodea con agua caliente jabonosa y desinféctalos a fondo.
3. Lávate las manos durante 20 segundos.