Todo lo que se sabe sobre la variante ómicron en relación con las vacunas: qué ha descubierto los científicos y cuáles son las preguntas sin respuesta aún
- Los estudios de laboratorio descubrieron que los anticuerpos de las vacunas se unen menos a Omicron en comparación con las variantes anteriores.
- Estos estudios se realizan con muestras de sangre, y algunos son estimaciones con virus similares, no con Omicron.
- La mayoría de los expertos prevén que las vacunas, sobre todo después de los refuerzos, seguirán ofreciendo protección contra el COVID-19 grave.
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La comunidad científica se esfuerza por comprender la variante ómicron, y hemos obtenido los primeros datos sobre el grado de protección que podrían ofrecer las vacunas COVID-19 contra ella.
Hasta el viernes por la tarde, al menos 4 grupos de investigación de todo el mundo habían compartido los resultados de estudios de laboratorio, enfrentando a ómicron (o a un "pseudovirus" similar) con muestras de sangre de personas con diversos estados de vacunación.
Estos primeros resultados son todavía preliminares y es difícil sacar conclusiones firmes. Se trata de muestras pequeñas y los estudios están en curso, por lo que es probable que las cifras exactas cambien a medida que se obtengan más datos. Dado que se han realizado en un laboratorio, no reflejan los escenarios de la vida real. Por último, ninguno de estos resultados se ha publicado en revistas médicas ni ha sido revisado formalmente por expertos.
Sin embargo, son un punto de partida para que los expertos empiecen a hacerse una idea del tipo de amenaza que podría suponer ómicron, proporcionando resultados que son a la vez tranquilizadores y preocupantes. Ómicron presenta 32 mutaciones en la parte del virus a la que se dirigen las vacunas existentes.
Por encima de todo, los investigadores están tratando de establecer hasta qué punto ómicron evade nuestras vacunas. Un elefante en la habitación, incluso con estos estudios en la mano, es que todavía no sabemos cómo de dañino es ómicron en comparación con Delta —una cepa altamente infecciosa en sí misma, que sigue siendo dominante en todo el mundo.
Esto es lo que ha demostrado cada uno de estos cuatro estudios de laboratorio:
El estudio de Pfizer-BioNTech ha descubierto que una inyección de refuerzo podría restaurar la protección a los niveles originales.
En qué consiste el estudio:
- Los científicos analizaron 19 o 20 muestras de sangre de personas que recibieron 2 o 3 dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech.
- Se analizaron en el momento de máxima inmunidad: 3 semanas después de la segunda inyección o un mes después del refuerzo.
- Los investigadores utilizaron un pseudovirus, un método más rápido pero menos fiable que el trabajo con virus vivos.
- Comparaban cómo funcionaban las vacunas contra ómicron con la cepa "ancestral" del coronavirus, es decir, la primera versión del virus detectada en 2019.
Lo que encontraron:
- Para los que recibieron 2 dosis de la vacuna, los niveles de anticuerpos neutralizantes se redujeron 25 veces, es decir, un 96%.
- Los vacunados en 2 ocasiones seguían teniendo cierto nivel de actividad neutralizadora contra ómicron. La protección se evadió parcialmente —no completamente—.
- Los doblemente vacunados siguen beneficiándose de las células T, una segunda línea de protección del sistema inmunitario.
- Dos dosis podrían seguir protegiendo contra la enfermedad grave, a pesar de los bajos niveles de anticuerpos.
- Los vacunados triples —es decir, los que habían recibido dosis de refuerzo— tenían niveles de anticuerpos mucho más altos contra la ómicron.
- Los investigadores dijeron que el refuerzo restauró los niveles de anticuerpos a los mismos títulos observados después de dos dosis contra la cepa original.
Conclusiones:
Los ejecutivos de Pfizer y BioNTech han dicho que este estudio demuestra que los refuerzos son una parte esencial de la serie de vacunas de una persona para protegerla contra ómicron.
Al igual que los otros tres estudios de laboratorio, el de Pfizer-BioNTech se centró principalmente en los anticuerpos —el mejor indicador de laboratorio que tenemos para la eficacia de la vacuna—, pero los científicos no se ponen de acuerdo sobre lo que significan exactamente para el nivel de protección contra ómicron.
Los anticuerpos son solamente un aspecto de la respuesta inmunitaria. Los anticuerpos impiden que el virus infecte las células. Sin embargo, una vez en el cuerpo, otros componentes inmunitarios (células T y células B de memoria procedentes de vacunas o infecciones anteriores) impiden que enfermemos o muramos.
El hecho de que los científicos hayan utilizado un pseudovirus es una advertencia importante: no es lo mismo que ómicron.
Un estudio sudafricano revela que los anticuerpos se multiplican por 40
En qué consistió el estudio:
- Los científicos analizaron 14 muestras de sangre de 12 personas con una muestra de virus vivo.
- Las 12 personas habían recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer.
- Seis de las 12 personas se habían infectado previamente con COVID-19.
Lo que encontraron:
- Ómicron redujo los niveles de anticuerpos en 40 veces en comparación con la cepa original.
- Los infectados anteriormente tenían niveles de anticuerpos más altos contra Ómicron que los recién vacunados.
Conclusiones:
Una vez más, este estudio analizó los anticuerpos como un indicador de la respuesta inmunitaria. No sabemos cómo se verían afectadas las células T y B.
Una advertencia aquí es que los investigadores no analizaron las muestras de sangre de las personas reforzadas. También analizaron un pequeño número de muestras de sangre, por lo que es probable que la gravedad de la reducción de anticuerpos cambie con más datos.
El estudio sueco tiene pocos detalles, pero muestra una modesta disminución de anticuerpos
En qué consistió el estudio:
- El Instituto Karolinska estudió 34 muestras de sangre, la mitad de donantes de sangre al azar y la otra mitad de trabajadores sanitarios previamente infectados.
Lo que encontraron:
- Un descenso no tan drástico como el del estudio sudafricano: los niveles de anticuerpos se redujeron entre 5 y 7 veces.
Conclusiones:
- Al igual que los otros estudios, este estudio se centró en los anticuerpos, no tiene en cuenta toda la respuesta inmune que tendría lugar dentro del cuerpo.
- Otras advertencias: No está claro si todas las muestras de sangre procedían de personas vacunadas, y no se proporcionaron detalles sobre cuánto tiempo hace que se vacunaron o si se reforzaron. El hecho de que los científicos utilizaran un pseudovirus también es importante: no es el mismo que ómicron.
El Hospital Universitario de Frankfurt descubre una considerable disminución de anticuerpos en los receptores de la vacuna
En qué consistió el estudio:
- Los investigadores analizaron muestras de sangre de 117 personas con distintos estados de vacunación.
- Las muestras representaban un amplio abanico de personas, con edades comprendidas entre los 20 y los 93 años, y desde dos semanas después de la vacunación hasta siete meses después.
- Utilizaron el virus vivo de ómicron y lo compararon con las respuestas de Delta.
Lo que encontraron:
- Reducciones considerables de anticuerpos que iban de 11 a 37 veces en las personas que recibieron las vacunas de Pfizer, Moderna o AstraZeneca, incluidos los refuerzos.
- Todavía se observaron niveles de neutralización detectables entre los vacunados triples, es decir, los que habían recibido un refuerzo.
Conclusión:
- En este caso se aplica la misma advertencia que en todos los demás estudios: estaban midiendo los anticuerpos como un indicador de la respuesta inmunitaria. No sabemos cómo se verían afectadas las células T y B.
- Aunque el estudio abarcó más de 100 muestras de sangre, estas constituían una amplia gama de estados de vacunación y edades. Una vez que los grupos se desglosaron por estado de vacunación —como los triplemente vacunados con dos dosis de Moderna y un refuerzo de Pfizer— fueron mucho más pequeños en tamaño, lo que significa que los resultados podrían cambiar a medida que se obtengan más datos.
- Lo más destacado de este estudio es que se trata de los primeros datos que hemos visto sobre las vacunas de AstraZeneca y Moderna.
8 preguntas clave que siguen sin respuesta mientras los expertos ponen sus ojos en la investigación del mundo real
A pesar de las preocupantes caídas de anticuerpos, los expertos siguen confiando en las células T y B entrenadas por nuestras vacunas. Por esta razón, la mayoría de los expertos han predicho que, sobre todo después de una dosis de refuerzo, las vacunas protegerán contra la COVID-19 grave causada por ómicron, a pesar de una posible reducción de la unión de anticuerpos.
Peter Openshaw, profesor de medicina experimental en el Imperial College, dijo en un seminario web el jueves, que estábamos empezando a ver algunas de esas pruebas basadas en el laboratorio que muestran grados más bajos de unión de anticuerpos, pero todavía algo de unión.
"Lo cual es un poco tranquilizador, pero no deberíamos sacar grandes conclusiones hasta que podamos verlas realmente desde el punto de vista epidemiológico", ha comentado.
Quedan algunas incógnitas:
1-¿Competirá ómicron con la variante Delta o circulará conjuntamente con ella?
2-¿Es ómicron más transmisible que Delta? Si es así, ¿cómo y en qué medida?
3-¿Causa ómicron una enfermedad más grave o más leve que Delta?
4-¿Hasta qué punto están protegidas las personas contra la infección con tres dosis?
5-¿Cuánto dura la protección de las vacunas COVID-19 existentes?
6-¿Deben los niños recibir también una tercera dosis?
7-¿Será necesaria la cuarta dosis en 2022?
8-¿Cuál es el intervalo de tiempo ideal entre la segunda y la tercera dosis?
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