Estos son los colores del hidrógeno y lo que significan: verde, rosa, turquesa o negro

Central nuclear de Cofentes (Valencia).

Reuters.

  • El hidrógeno verde es el más conocido, pero no el único, también hay rosa, verde o turquesa.
  • El color del  hidrógeno determina la forma de producción de este, además de ser un indicador de la cantidad de emisiones que genera en el proceso.

Quien más quien menos, ya habrá oído hablar del hidrógeno. Seguramente del hidrógeno verde. Pero serán más que menos los que desconozcan que hay muchos más tipos, y que se diferencian con colores, dependiendo de la forma de producción del mismo. 

El hidrógeno, como apuntan desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "no es una fuente de energía, sino un vector energético, es decir, es un medio que permite almacenar energía que ha sido producida por fuentes primarias de energía y liberarla cuándo y dónde se demande". 

Puede obtenerse a partir de cualquier tipo de energía primaria y si esta energía es renovable, entonces el hidrógeno producido será igualmente renovable.

El hidrógeno puede ser una alternativa limpia al transporte de mercancías, pero España aún no tiene ninguna 'hidrogenera' pública de las 100 que prevé para 2030

Básicamente, ese elemento se consigue mediante electricidad y agua. “El hidrógeno verde se produce principalmente mediante electrólisis: se usa la energía eléctrica para disociar o separar la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno”, detalla María Retuerto, del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC. 

“Y la energía eléctrica se queda acumulada como energía química en la molécula de hidrógeno, que se puede almacenar y usar de forma controlada”.

 

Por tanto, la clave de su sostenibilidad radica en el modo en que se haya producido el hidrógeno. Si se produce a partir de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural), genera emisiones contaminantes (parte del CO2 producido se puede capturar y almacenar para reducir su impacto).

Pero si se genera a partir de fuentes renovables (solar, eólica, hidráulica), da lugar al denominado hidrógeno verde, es decir, limpio.

El problema, advierten, es que la mayoría del hidrógeno que se obtiene actualmente procede de combustibles fósiles, porque hasta hora es la forma más eficiente y económica de generarlo. Esto supone unos 900 millones de toneladas de CO2 en emisiones en todo el mundo, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés).

¿Cuáles son y qué significan los colores del hidrógeno?

El color del  hidrógeno, tal y como se ha señalado anteriormente, y también comentan en good news energy (de Enagás), determina la forma de producción de este, además de ser un indicador de la cantidad de emisiones que genera en el proceso.

Esta codificación por colores, señalan en la misma web, probablemente tenga fecha de caducidad. Con vistas a un futuro neutro en carbono, habrá que ir reemplazando las opciones menos respetuosas con el medio ambiente, que se han utilizado tradicionalmente en procesos industriales, por alternativas que emiten menos gases a la atmósfera, hasta llegar a un escenario 100 % verde. 

En este contexto, subrayan, el hidrógeno verde será el protagonista.

  • Hidrógeno verde: qué mejor entonces, que empezar por el hidrógeno renovable. Es el que se genera a partir del agua, haciendo uso de electricidad procedente de energías renovables. En su proceso de obtención no se emite CO₂ y por ello se posiciona como una solución eficaz para favorecer la descarbonización de todos los sectores.
  • Hidrógeno amarillo: el hidrógeno amarillo, comentan desde Enagás, "es aquel en el que la electricidad utilizada para la electrólisis procede de fuentes mixtas, desde energías renovables hasta combustibles fósiles. El hidrógeno verde que se obtiene de la energía solar también se considera hidrógeno amarillo".
  • Hidrógeno rosa: es el que se obtiene mediante electrólisis del agua alimentada por energía nuclear. Es un tipo de hidrógeno bastante sostenible. 
  • Hidrógeno azul: cuando se habla de hidrógeno azul es en relación a aquel hidrógeno que genera emisiones de CO₂ que se capturan para ser posteriormente almacenadas o reutilizadas (por ejemplo, para fabricar ecocombustibles). Se trata de un hidrógeno de bajas emisiones.
  • Hidrógeno blanco: es un tipo de hidrógeno que se encuentra en la naturaleza, normalmente en forma gaseosa (H₂). En ocasiones se puede encontrar en depósitos subterráneos.
  • Hidrógeno turquesa: el hidrógeno turquesa se genera mediante la pirólisis del metal fundido, alimentada por gas natural. En el proceso, el gas natural pasa a través de un metal fundido, y libera hidrógeno y carbono sólido, con lo que se evitan emisiones contaminantes de CO₂. 
  • Hidrógeno negro, marrón o gris: son hidrógenos producidos a partir de materias primas ricas en hidrocarburos, como gas metano, carbón u otros combustibles fósiles. En concreto, el hidrógeno gris  es el producido a partir de gas natural mediante la técnica del reformado por vapor. Actualmente, se tiende a utilizarlos cada vez menos, entre otras razones, porque en su proceso de obtención no se realiza captura de emisiones ni se utilizan energías renovables. 

El hidrógeno, resaltan en CSIC, se utiliza desde hace años en el sector industrial con múltiples aplicaciones, como refinar petróleo (33%) o como materia prima para la producción de amoníaco (27%), según cifras de la Agencia Internacional de Energía. 

Pero la mayoría del hidrógeno que se utiliza en estos procesos industriales se obtiene a partir de gas natural, un combustible fósil. Por ello es imperativo favorecer la introducción del hidrógeno verde como vector energético en el sector industrial.

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