Si al poner el lavavajillas los vasos y los cubiertos tienen marcas de agua, aplica este truco antes

Las marcas de agua en los platos, y la opacidad de los vasos antaño transparente son la pesadilla de los usuarios habituales del lavavajillas. Un electrodoméstico muy práctico y rápido, pero que tiene sus consecuencias sobre el menaje del hogar. 

La solución habitual a los problemas de marcas de agua pasan por utilizar alguno de los múltiples abrillantadores que ofrece el mercado y el tipo de agua. Su función es dispersar con el agua un enjuagado final que, teóricamente, facilita el secado y evita que el material envejezca.

Sin embargo, el resultado no siempre es el esperado: una copa brillante o un plato sin marcas de agua. Todo lo contrario. El uso habitual del lavavajillas termina por rayar el cristal en el caso de los vasos y platos de Duralex (sí, la irrompible de toda una generación). 

Resulta muy frustrante recoger los platos que deberían estar impolutos y tener que pasar un paño ligeramente humedecido antes de guardarlos. Los expertos de Taste of Home comparten el truco más sencillo, barato y fácil para conseguir ese brillo y pureza que se espera de una vajilla recién pasada por el electrodoméstico. 

¿Qué causa esas horribles marcas de agua en platos, cubiertos y vasos?

El agua de cada ciudad difiere del resto en su dureza. Las aguas duras influyen a la hora de cocinar, en cómo afecta a la piel, cómo deja el pelo y, por supuesto, a los propios electrodomésticos. 

Este tipo de agua posee un alto contenido en minerales. Del mismo modo que se posan en las tuberías y elementos de los aparatos (el cabezal de la ducha, los grifos, e incluso los azulejos del baño), lo hace también en los platos y vasos a los que el sistema del lavavajillas golpea con ese agua dura. 

Dado que no todo el mundo puede colocar un filtro de agua en su vivienda, el vinagre se postula como una solución más barata. En concreto se ha de utilizar vinagre. 

Utiliza así el vinagre para solucionar el problema de las marcas de agua en tu vajilla

El vinagre es un ácido 'suave' respecto a otros limpiadores como lejías o amoniacos. Y menos tóxico. El olor no es 100% agradable pero tampoco genera el rechazo de los productos químicos, siendo, además, más barato. 

Para conseguir que los platos y vasos queden como nuevos, se ha de llenar un recipiente apto para lavavajillas con vinagre, colocado sobre la rejilla superior del electrodoméstico cuando se va a poner en marcha. 

Se enciende y se deja el programa seleccionado. Sin interferir nada más en el proceso. Al terminar, casi echarás de menos no tener que pasar el trapo.