El truco para que los huevos cocidos se pelen bien

Huevos cocidos
  • Pelar huevos cocidos parece una tarea fácil, pero es habitual que la cáscara se pegue o acaben rompiéndose.
  • Si normalmente tienes los huevos en el frigorífico, tienes que sacarlos 20 minutos antes y dejarlos a temperatura ambiente antes de cocerlos.
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A todos nos ha pasado: cueces unos huevos y al pelarlos empiezan a resquebrajarse hasta llegar a romperse.

Para ciertas recetas no importa, pero algunos tipos de emplatados requieren que el huevo mantenga su forma y no se despedace porque se haya quedado la cáscara pegada a la clara.

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Para evitar que esto pase debes seguir varios pasos que te garantizan el poder pelar los huevos bien y de una manera muy fácil.

Cocción adecuada

Empezando por el principio, si normalmente tienes los huevos en el frigorífico, tienes que sacarlos 20 minutos antes y dejarlos a temperatura ambiente antes de cocerlos. 

Así evitarás que se resquebrajen al ponerlos en contacto con el agua hirviendo.

Una vez pongas a calentar el agua, añade una pizca de sal. Esto ayudará a que sea mucho más fácil desprender la cáscara al momento de pelarlos.

No tengas prisa y espera a que el agua esté hirviendo para introducirlos. Hazlo de uno en uno con una cuchara y con suavidad para que no golpeen el fondo de la olla.

El tiempo de cocción dependerá del gusto o de la receta que quieras preparar: cuantos más minutos lo dejes más se cuajará la yema.

Para evitar que la cocción continúe, nada más retirarlos del agua hirviendo tienes que sumergirlos en agua fría. 

Un buen truco para conseguir que la cáscara del huevo se despegue fácilmente es añadir unos cubitos de hielo en este último paso. 

Momento de pelar

Para empezar a pelarlos, dale un golpecito en un extremo con una cuchara con suavidad.

Tras esto, frota el huevo entre tus manos como si fuera una pelota. Rápidamente verás como parte de la cáscara se va desprendiendo haciendo el proceso de retirarla mucho más fácil.

Otra técnica es meter el huevo –al que ya le has dado golpecitos– en un recipiente con tapa y añadir agua fría.

Si agitas el recipiente con fuerza varias veces conseguirás que la cáscara se desprenda casi por completo y solo tendrás que retirar los restos.

Un último truco: los huevos frescos son más difíciles de pelar, por lo que en este caso es conveniente utilizar los que llevan un par de días en la cocina.

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