El truco científico para cocer un huevo y que quede perfecto
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- Aunque hervir un huevo pueda parecer simple, muchas veces el resultado no es perfecto, sino que le faltan o le sobran minutos.
- Para obtener el huevo cocido perfecto puedes recurrir a un truco con base científica que te garantizará que tanto la clara como la yema queden en su punto.
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Existen muchas maneras de cocinar huevos: fritos, escalfados, revueltos, pasados por agua o a la plancha, entre otras. Si vas a hervir un huevo, existe un truco que puede solucionarte las cosas a la hora de disfrutar de este nutritivo alimento.
Aunque parezca un procedimiento culinario sencillo, seguramente en más de una ocasión hayas sacado el huevo antes de tiempo, se te haya roto o hayan quedado restos blancos por fuera. Incluso puede partirse de todo en mitad del proceso, o pelarlo y descubrir para tu disgusto que la yema está totalmente líquida.
Cómo cocer un huevo adecuadamente, según la ciencia
El principal problema para hervir un huevo radica en las distintas composiciones de la yema y la clara, ya que cada una de ellas precisa alcanzar temperaturas diferentes para llegar a cocerse por completo.
Un recurso muy útil para averiguar el calor ideal que necesita cada parte del huevo es el libro de cocina The Food Lab: Better Home Cooking Through Science, escrito por J. Kenji López-Alt. En la obra se describe cómo la temperatura perfecta para un huevo cocido son 82 grados en el caso de la clara.
La yema necesita 10 grados menos, ya que por encima de esa temperatura se desmenuza y se seca, poniéndose de un característico color verde.
Y te preguntarás, ¿cómo hervir un huevo, dada esta diferencia de temperatura?
El truco para cocinar un huevo correctamente consiste en hervir los huevos hasta que la clara alcance su máximo sin llegar a adherirse a la cáscara. Después puedes introducir un puñado de cubitos de hielo para bajar la temperatura y terminar el proceso con una cocción larga y lenta.
También hay otro truco: sacar y meter el huevo en el agua caliente cada 30 segundos hasta que esté cocinado del todo.
Una ración de dos huevos te aportan 160 calorías, el 12,8% de la proteína recomendada diaria, un 0,7% de carbohidratos y un 12,1% de grasas, la mayor parte sanas, de tipo monoinsaturado.
Entre los nutrientes más destacados del huevo, sobresalen la vitamina A, vitaminas del complejo B, vitamina D, vitamina E y vitamina K, además de minerales como fósforo, selenio, calcio y zinc. También destaca la presencia de ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Algunas de las ventajas de comer huevos más notables son el cuidado del corazón, el impacto positivo en la salud cognitiva y el estado de ánimo (gracias a la colina), el control del peso o la prevención del envejecimiento.
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