Los pacientes vacunados contra el COVID-19 responden mejor a una terapia utilizada para combatir el cáncer de nasofaringe

Vacuna de refuerzo COVID-19 contra ómicron

Hannah Beier/Reuters

  • Un estudio clínico sobre el tumor de nasofaringe ha encontrado que los pacientes vacunados contra el COVID-19 respondieron mejor a la terapia y tuvieron menos efectos secundarios graves.
  • Se temía que la vacunación frente al SARS-CoV-2  pudiera reducir el éxito del tratamiento del cáncer al actuar ambos fármacos sobre el receptor PD-1, clave en la estimulación de la respuesta inmunitaria.

La quimioterapia es la forma tradicional de atacar a los tumores metastatizados, sin embargo se caracteriza por una elevada toxicidad. De ahí que los tratamientos para el cáncer se estén orientando hacia otras opciones menos invasivas, como es la inmunoterapia

En ella se utilizan moléculas moduladoras del sistema inmunitario para combatir la enfermdad, actuando sobre una diana específica. Uno de esos objetivos es  el receptor PD1, que las células cancerosas utilizan para desactivar las defensas. Los fármacos para bloquear los receptores PD-1permiten al sistema inmunitario combatir el tumor con mayor eficacia.

Esta terapia es utilizada para combatir el cáncer nasofaringe,un tipo de tumor que comienza en la parte superior de la garganta que se encuentra detrás de la nariz y cerca de la base del cráneo.

La protección actual frente al SARS-CoV-2 también estimula la respuesta inmunitaria, con la participación del receptor PD-1, por lo que a los médicos les preocupaba que la vacunación contra el COVID-19 disminuyera la eficacia de esta terapia contra el cáncer.

"Se temía que la vacuna no fuera compatible con la terapia anti-PD-1", comenta en nota de prensa el científico bioinformático Jian Li, de la Universidad de Bonn (Alemania). "Este riesgo es especialmente cierto en el caso del cáncer nasofaríngeo, que, al igual que el virus del SARS-CoV-2, afecta a las vías respiratorias superiores".

 

 Su trabajo, publicado en la revistaAnnals of Oncologydemuestra incluso lo contrario: la vacuna contra el COVID-19 en realidad ayuda al tratamiento.

Los pacientes vacunados respondieron mejor a la terapia y tuvieron menos efectos secundarios graves

El equipo de LI analizó datos de más de 1.500 pacientes tratados en 23 hospitales de toda China.De esa cohorte, 373 individuos habían sido vacunados con la vacuna SinoVac utilizada en China antes de iniciar su tratamiento contra el cáncer. 

"Sorprendentemente, respondieron significativamente mejor a la terapia anti-PD-1 que los pacientes no vacunados", afirma Christian Kurts, inmunólogo de la Universidad de Bohn. "Además, no experimentaron efectos secundarios graves con mayor frecuencia".

Mientras que en regiones como Europa se trata de un tipo de tumor infrecuente, ya que representa un 5% de todos los tumores.Sin embargo, en el sur de China y otros países del sudeste asiático, la enfermedad está muy extendida. Se sospecha que una de las razones es el uso frecuente del aire acondicionado en las regiones cálidas y húmedas.

Por el momento, los investigadores no saben por qué ocurre esto efecto; se necesita más investigación para evaluar los procesos biológicos y químicos que hacen que los pacientes vacunados con SinoVac respondan mejor a la terapia anti-PD-1.

"Suponemos que la vacunación activa determinadas células inmunitarias, que luego atacan al tumor", afirma Qi Mei, investigador del cáncer en el Hospital Universitario de Shanxi (China). "Ahora investigaremos más esta hipótesis".

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