Este es el detalle que más valoran en sus empleados el CEO de LinkedIn y la CEO de Lexus en España

Para los líderes y jefes que llevan mucho tiempo en su puesto de trabajo, los pequeños detalles se vuelven cada vez más importantes a la hora de diferenciar entre un buen empleado y otro no tan bueno. En el caso de Mar Peiltain, CEO de Lexus España, hay dos mantras de la empresa que ha hecho muy suyos con los años, y que ha compartido en el CEO Talks Meeting organizado a finales de enero por Business Insider España. 

El primero lo traducen del inglés unexpected (inesperado). "Algo que me enamora absolutamente es cuando alguien te sorprende y no viene solo con el trabajo que le has pedido, sino que aporta algo más, propone un proyecto nuevo, especial", aseguró durante el foro. La capacidad del trabajador de ir un poco más allá de lo que se espera de él puede ser un factor determinante en las empresas. 

El otro concepto, every day extraordinary (extraordinario todos los días) habla también del cuidado con los detalles, sin caer en la trampa de la perfección, que la CEO de Lexus España aborrece. "Yo no soy una gran creyente en la perfección, de hecho, me pone nerviosa y creo que es una pandemia en sí misma", asegura Peiltain. "Creo que destruye la creatividad, la autenticidad. Pero eso no quita para tener cuidado en hacer las cosas bien. Eso lo valoro un montón", defiende. 

Ángel Sáenz de Cenzano, CEO de LinkedIn España, compartió el detalle que le hace inclinarse por unos trabajadores más que por otros. Sáenz busca la normalidad, una característica a veces difícil de encontrar en ciertos puestos de trabajo, y la capacidad de escucha. 

"La capacidad de escucha dice muco de las personas. Cuando hablas con ellos, cuando les sometes a pruebas antes de contratarles, es importante ver que tienen capacidad de empatía y capacidad de escucha porque eso es lo que quieres que transmita en la empresa y frente a los clientes". 

También defiende la importancia de rodearse de personas normales y corrientes con buen humor. "Siempre he valorado mucho el buen humor. La gente que aporta esa energía positiva, esa levedad, que es necesaria porque pasamos muchas horas en el trabajo como para estar siempre preocupados", defiende Sáenz. 

Antes, esta actitud estaba mal vista, parecía que había que estar en un estado constante de estrés y mal humor, de broncas y ambiente cargado de negatividad. Las empresas han ido dejando de lado esa forma de liderar y trabajar. "Ha habido una evolución. Antes podía estar hasta mal visto, estigmatizado. Me rebelo contra eso".