El mundo de la gastronomía ofrece cada vez más excentricidades costosas a quienes pueden costeárselas: desde un helado que vale 5 veces el salario mínimo interprofesional a quesos que se despachan a 500 euros el kilo o hamburguesas de carne wagyu solo aptas para bolsillos millonarios. 

Y ahora, se ha puesto de moda un melón que no es una fruta cualquiera: el melón más caro del mundo. Igual de hidratante, refrescante y saludable que uno normal, pero con la diferencia de que cuesta una media de 350 euros la pieza. De hecho, se ha llegado a pagar la friolera de 40.000 por un solo melón.

La tiktoker Bea García Gil, más conocida como @beaggil en la red social china, se ha animado a probar esta "fruta para ricos", y su experiencia y conclusiones no han tardado en hacerse virales en la plataforma.

Al momento de escribir el artículo, el vídeo de esta influencer superaba las 610.000 reproducciones. 

En primer lugar, Bea García Gil explica que la procedencia del melón es japonesa, y que sale a subasta una vez al año, llegándose a pagar "una auténtica barbaridad" por hacerse con el producto. Se cortan todos los melones que va a dar el árbol como fruto para que quede solo un único melón, que concentra todo el sabor y las vitaminas.

Tras mostrarlo y catarlo en un restaurante de Madrid, la tiktoker es clara en su veredicto. Aunque la textura le parece "una locura", y cree que está "muy bueno", no pagaría 200 euros por él. 

Sus acompañantes comparten su opinión. "Sinceramente, creo que es uno de los mejores melones que he probado en mi vida", dice uno. "Total, pero no deja de ser un melón", puntualiza el otro.

El aluvión de comentarios recibidos combina humor con crítica. "Está claro que si le pones precio a una piedra y la sirves en un local de lujo con una explicación fantástica, la puedes cobrar al precio que quieras, siempre", expresaba un usuario con sorna. "Con 40.000 me compro un apartamento en Chile", decía otro. "Nuevas formas de estafar a pijos", concluía otro.