Nuevas evidencias apuntan a que un nivel adecuado de vitamina D ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer colorrectal

Mujer tomando leche de la nevera
  • Una mayor ingesta de vitamina D se asocia con un 50% menos de riesgo de desarrollar cáncer colorrectal de aparición temprana, según un nuevo estudio.
  • Estos beneficios se aplicaron a mujeres menores de 50 años que obtuvieron los aportes de esta vitamina de los alimentos, principalmente de los lácteos.
  • Aunque este grupo de análisis también tenía menor propensión a fumar, beber o tener un estilo de vida sedentario, factores que también minimizan el riesgo de cáncer.
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Una mayor ingesta de vitamina D puede ayudar a prevenir el desarrollo de cáncer colorrectal, al menos en mujeres jóvenes, según un reciente estudio publicado en la revista Gastroenterology.

Los investigadores analizaron, para ello, los datos de casi 95.000 mujeres de entre 25 y 42 años que participaron en un seguimiento a largo plazo sobre dieta y el estilo de vida realizado desde 1991 a 2015.

Según los resultados, mayores cantidades de vitamina D en la dieta, principalmente de productos lácteos, redujo a la mitad el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal de aparición temprana, en comparación con cantidades más bajas de la vitamina.

"Encontramos que la ingesta total de vitamina D de 300 UI por día o más, — más o menos el equivalente a 3 vasos de leche (de 236 ml) —se asoció con un riesgo aproximadamente 50% menor de desarrollar cáncer colorrectal de aparición temprana",comenta Kimmie Ng, directora del Young-Onset Colorrectal Cancer Center en Dana-Farber Cancer Institute y una de las autoras del estudio en  comunicado de prensa.

Investigaciones previas ya han remarcado un posible vínculo entre niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de cáncer colorrectal.

La vitamina D es esencial en la calidad del sistema inmunológico. Su deficiencia se asocia con un mal funcionamiento de la respuesta inmunológica y desregulaciones en el estado inflamatorio.

Varios estudios han apuntado al rol de la vitamina D en los enfermos más graves de COVID-19, vinculando bajos niveles de este nutriente con cuadros más graves.

Ya que ayuda en la absorción del calcio, su carencia puede generar además huesos débiles, dolores o incluso deformidades. También se ha señalado una posible relación entre un déficit y debilidad muscular.  

Si bien la mayor parte de sus absorción depende de la exposición solar, también puede obtenerse a través de ciertos alimentos o incluso de suplementos vitamínicos.

No obstante, como detectó la investigación, los beneficios descritos fueron mayores en aquellos que obtenían los niveles de vitamina D de fuentes dietéticas, en comparación con suplementos.

Otros factores vinculados al estilo de vida podrían tener relación con estos hallazgos

En España, el cáncer de colon y colorrectal es el tipo de cáncer más diagnosticado. En 2020, este afectó a cerca de 44.000 personas en tan sólo un año.  Se coloca,además, como el segundo que más muertes causa en nuestro país, (4.579 fallecimientos en ese periodo).

Esta grave afección puede afectar al intestino, el colon y el recto. Entre sus síntomas se incluyen diarreas frecuentes o estreñimiento prolongado, sangre en las heces o dolores en el abdomen de manera generalizada.

Una de las formas más eficaces de minimizar el riesgo de padecer un diagnóstico de este tipo es seguir un estilo de vida saludable.

"Las dietas que incluyen muchas verduras, frutas y cereales integrales se han relacionado con un menor riesgo de cáncer de colon o recto", sugiere la Asociación Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés). 

A lo que se suma el ejercicio y mantener un peso adecuado.

Con ello en mente, cabe destacar que las pacientes menores de 50 años que ingerían una mayor ingesta de vitamina Dtambién tendían a mostrar un índice de masa corporal más bajo y eran menos propensas a fumar, beber alcohol, pasar tiempo sedentario frente a la tele y comer carne roja o procesada.

Asimismo, este grupo estaba más predispuesto a comer fibra dietética, consumir ácido fólico y calcio y ser físicamente activo, remarca el estudio. 

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