Volar es una pesadilla que no mejorará pronto

A plane flying through lightning
iStock; Rebecca Zisser/Insider
  • Business Insider ha hablado con docenas de viajeros que han tenido experiencias terribles al volar este año.  
  • Los problemas con el tiempo, los retrasos y los pasajeros indisciplinados son frecuentes. 
  • Los expertos explican a Business Insider que hay muchos factores a los que achacar los percances de los viajes de 2023.

Emma Giantisco y Dylan Marton se quedaron tirados en Múnich durante tres días cuando problemas técnicos eliminaron sus reservas de vuelo más de siete veces. 

Irene Ortega voló por todo el mundo para buscar una maleta perdida y su contenido, valorado en 4.000 dólares, cuando se perdió en un vuelo de Francia a Alemania.

Un avión de Delta lleno de viajeros se vio obligado a detenerse bruscamente cuando un avión de American Airlines se cruzó en la misma pista de aterrizaje que estaba activa, uno de los muchos incidentes que estuvieron a punto de producirse este año en los aeropuertos.

La lista de historias de viajes de pesadilla sigue y sigue. Las historias son imposibles de evitar en plataformas como TikTok, y los artículos sobre viajes que han salido mal han ocupado un lugar destacado en medios de todo el mundo. 

Desde el cambio climático hasta la disminución del número de vuelos, Business Insider ha hablado con cuatro expertos en aviación que han compartido las razones por las que ha sido un año infernal para viajar.

Y para colmo, afirman que la situación no va a mejorar pronto

"Podría decirse que se trata de una tormenta perfecta que ha hecho que los viajes en avión sean desagradables o desalentadores para muchos pasajeros", señala a Business Insider Joe Schwieterman, experto en aviación de la Universidad DePaul. 

A plane takes off with an air traffic control tower in the foreground.
Rafael Cordero/Getty Images

Las aerolíneas tienen dificultades para cubrir puestos

El sector de la aviación sufre una grave escasez de pilotos, controladores aéreos y mecánicos, según los expertos. 

Kathleen Bangs, antigua piloto comercial y portavoz de la web de seguimiento de vuelos FlightAware, afirma que las aerolíneas se enfrentan a una escasez de pilotos que probablemente se prolongue durante años.

La situación se debe en gran medida a la pandemia del COVID-19, según Bangs. En 2020, las aerolíneas ofrecieron a los pilotos la jubilación anticipada y la renuncia voluntaria a sus puestos mientras ponían en pausa la formación de nuevos pilotos. 

Si avanzamos hasta hoy, no hay suficientes pilotos para satisfacer la demanda. El problema en EEUU es aún peor entre las aerolíneas regionales, explica Bangs, por lo que ahora hay menos vuelos a destinos nacionales más pequeños.

Helane Becker, analista de Cowen que ha hecho un seguimiento de este problema, declaró a AZ Central en febrero que calcula que 10.000 pilotos han abandonado el sector desde la pandemia. 

El problema no se limita a los pilotos. Dean Headley, experto en aviación de la Universidad Estatal de Wichita y editor de Airline Quality Rating, señala a Business Insider que la escasez de controladores aéreos es otro de los problemas a los que se enfrenta el sector

"El sistema de control aéreo carece de personal suficiente", afirma Headley. "Francamente, ahora mismo da un poco de miedo la situación en las torres de control".

El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, afirmó a principios de este año que solo 11.000 de los 14.000 puestos de controlador aéreo disponibles en todo EEUU están cubiertos.

Sin controladores aéreos, las compañías aéreas tienen que reducir los vuelos. Por otra parte, algunos expertos creen que el aumento de los incidentes entre aeronaves comerciales estadounidenses es consecuencia del exceso de trabajo y la falta de personal en las torres de control.

Por si la escasez de pilotos y controladores no fuera suficiente, hay otra escasez en tierra: la de mecánicos.

"Tenemos una grave escasez de mecánicos de aviones cualificados", afirma Headley. "No tienen gente para mantener los aviones".

Esto significa que si algo va mal –por ejemplo, algo en la puerta de un avión necesita ser arreglado– la simple tarea se convierte en un proceso de horas de espera hasta que haya un mecánico disponible, apunta Headley. 

Bangs cree que este problema continuará durante años, ya que cada vez se subcontrata más trabajo y menos jóvenes consideran que la mecánica de aviones sea una profesión.

"Los niños ya ni siquiera crecen reparando coches, así que simplemente no piensan en dedicarse a los aviones", afirma Bangs. "¿Y cómo le dices a alguien que se dedique a esta profesión en la que gran parte de tu trabajo se subcontrata?".

Al igual que ocurre con los controladores aéreos y los pilotos, la consecuencia de la escasez de mecánicos es un menor número de vuelos. 

"No tenemos personal suficiente para saturar completamente el espacio aéreo y mantener el nivel de seguridad de vuelo que necesitamos. Así que tendremos que reducir los vuelos", afirma Bangs. 

Los empleados actuales no están contentos con las condiciones de trabajo

Muchas de las personas que ocupan estos puestos como pilotos, auxiliares de vuelo, controladores aéreos y otras funciones de la aviación no están contentas, asegura Charles. Esto ha provocado huelgas a lo largo del año y es una de las principales razones del caos que han sufrido los viajeros. 

"Las aerolíneas se han visto frenadas por problemas sindicales, por trabajadores que se han declarado en huelga porque no se les paga lo suficiente", explica Charles.

Esto ha afectado a los vuelos en Europa. En el primer semestre de este año, The New York Times informó de que las huelgas laborales provocaron el retraso o la cancelación de decenas de miles de vuelos y trenes

Mientras tanto, Estados Unidos se enfrenta a problemas similares con sus sindicatos. En agosto, por ejemplo, los auxiliares de vuelo de American Airlines votaron a favor de autorizar una huelga. De producirse, afectaría a cientos de miles de viajeros, estiman los expertos.

Travelers at the Hongxiao airport in Shanghai, China.
Ying Tang/NurPhoto via Getty Images

Nadie estaba preparado para el boom de viajeros de este año

En comparación con 2019, no hay suficientes pilotos para hacer volar los aviones, ni suficientes controladores aéreos para dirigir dichos aviones, ni mecánicos para arreglar los aviones cuando las cosas van mal... pero hay el mismo número de personas que quieren volar. 

"A principios de 2023, había una gran expectación ante la posibilidad de que este fuera el año de los viajes sin interrupciones", comenta a Business Insider Paul Charles, fundador y consejero delegado de la consultora de viajes The PC Agency.

Pero no ha sido así. Una de las principales razones, según los expertos, es que las aerolíneas y los aeropuertos no estaban preparados para el volumen de viajeros de este año.

"No creo que la gente se dé cuenta ahora mismo de que todo el mundo quiere volar a algún sitio", afirma Headley. "Mucha gente está volando, y el sistema que teníamos al salir de la pandemia estaba tan reducido y tan apisonado que no han sido capaces de volver a ponerlo en marcha".

En 2019, 4.500 millones de personas en todo el mundo tomaron vuelos regulares. Este año, se espera que vuelen 4.350 millones de personas, más del 95% de los niveles anteriores a la pandemia, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional

Business Insider ha hablado con viajeros que han presenciado ese volumen de primera mano. Giantisco, por ejemplo, cuenta que cuando su vuelo fue cancelado por las condiciones meteorológicas, se dirigió al mostrador de atención al cliente de Lufthansa en el aeropuerto de Múnich. Allí vio al menos a 1.000 personas haciendo cola. 

"Matemáticamente, vamos a estar aquí 15 horas", recuerda que pensó Giantisco cuando vio la interminable cola. Al final, la pareja abandonó la cola y optó por llamar a la compañía aérea. 

Cuando tantas personas vuelan en un sistema que no puede gestionar ese volumen, el resultado es el caos, afirma Headley, que añade que los programas informáticos obsoletos han empeorado la situación.

Los sistemas informáticos de la aerolínea no están preparados para que las cosas vayan mal, pero actualizar y revisar los sistemas es difícil cuando los vuelos no cesan, explica Headley.

Vista aérea de la pista del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.
Vista aérea de la pista del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.Michael H/Getty Images

Menos vuelos en aviones más grandes generan "condiciones de lata de sardinas"

Para resolver el dilema del elevado volumen de pasajeros y la escasez de personal, muchas aerolíneas han empezado a recurrir a aviones más grandes y a ofrecer menos vuelos.

"Aunque volamos con el mismo número de pasajeros, lo hacemos en menos aviones", afirma Bangs. 

Headley y Schwieterman plantean la hipótesis de que estas circunstancias –menos vuelos, aviones abarrotados y aviones más grandes– son también en parte la causa de que se hayan producido tantos casos de pasajeros maleducados y a menudo violentos.  

"Están metiendo a la gente en menos vuelos, por lo que las condiciones son como estar en una lata de sardinas", explica Schwieterman.

"Pones a 200 personas en un pequeño espacio, las subes a unos 9.000 metros de altura, y ocurren cosas", afirma Headley. "Los viajeros no tienen mucha paciencia, digamos, y estallan".

Los vídeos y artículos sobre gente que "estalla" en los vuelos son especialmente populares ahora, ya sean artículos sobre pasajeros borrachos que se portan mal o vídeos de TikTok de pasajeros muy problemáticos cuando los vuelos se retrasan. 

Los viajeros han vivido en primera persona este tipo de situaciones. Según la FAA, el comportamiento indisciplinado de los pasajeros ha aumentado este año en comparación con 2019. Hasta el 24 de septiembre, había 1.529 casos documentados de comportamiento indisciplinado, en comparación con un total de 1.161 casos en 2019.

Bangs añade que el menor número de vuelos y los aviones abarrotados hacen que los retrasos y las cancelaciones sean más difíciles de sortear, incluso si los índices no han cambiado drásticamente en los últimos años. 

Según FlightAware, que utiliza datos del Departamento de Transporte de Estados Unidos, ha habido una tasa de cancelación del 1,5%, una tasa de retraso del 22,6% y un retraso medio de 53 minutos en 2023. 

El año pasado, esas cifras fueron prácticamente las mismas, ya que las aerolíneas tuvieron una tasa de cancelación del 2,3%, una tasa de retraso de alrededor del 21% y el tiempo medio de retraso fue de 49 minutos. En 2019, los viajeros se enfrentaron a una tasa de cancelación del 1,6%, una tasa de retraso del 16,5%, con un retraso medio de 49 minutos. 

"La gente espera que sea un número realmente grande, pero solo has pasado del 2,3% el año pasado al 1,5% este, y este año es en realidad más bajo que antes de la pandemia", explica Bangs sobre las tasas de cancelación. "Creo que lo que ha habido son menos opciones y menos vuelos si se pierde una conexión". 

Bangs añade que, además de menos opciones y vuelos, los vuelos suelen agotarse, por lo que si pierdes un vuelo, buena suerte encontrando otro.

Eso es lo que le ocurrió a Courtney Danser a principios de año. Tras un vuelo retrasado, perdió su conexión de Dublín a Nueva York. Cuando se puso en contacto con Aer Lingus para cambiar el vuelo, el siguiente vuelo disponible no salía hasta dentro de dos días. 

Con un trabajo, una canguro y responsabilidades en casa, la joven asegura a Business Insider que no podía esperar tanto. Gastó 1.725 dólares (1.630 euros) en llegar a casa un día antes con otra compañía aérea. 

Danser, como tantos otros viajeros con vuelos retrasados o cancelados, se sintió frustrada. 

Indemnización por vuelo retrasado: en qué casos se puede reclamar y cómo hacerlo

"Los consumidores se han visto sorprendidos por una serie de problemas imprevisibles", afirma Charles. "Eso ha hecho que viajar sea muy estresante para mucha gente. Y no solo estrés emocional, sino también financiero".

A plane lands during California's heat wave at the San Francisco International Airport.
Tayfun Coskun/Anadolu Agency via Getty Images

Los fenómenos meteorológicos extremos también han provocado problemas 

Charles afirma que los fenómenos meteorológicos son responsables de algunos de los problemas, ya que el mal tiempo suele provocar retrasos y cancelaciones de vuelos.

Como los científicos llevan años prediciendo, una de las consecuencias de la crisis climática es el aumento tanto de la frecuencia como de la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Las inundaciones, los huracanes y los tornados serán más frecuentes, al igual que las fluctuaciones extremas de temperatura.

No se trata de nuevos retos para el sector de la aviación, pero serán más frecuentes, afirma Headley. 

Este año ya ha habido una serie de problemas meteorológicos que han provocado miles de retrasos y cancelaciones de vuelos, con el consiguiente efecto dominó en todo el mundo, ya que los vuelos están saturados y las compañías aéreas carecen de personal suficiente. 

A principios de año, un calor sin precedentes afectó al transporte aéreo. Las aerolíneas recurrieron a sistemas de energía portátiles y a carritos de hielo para mantener frescos sus aviones y a su personal. En julio, las tormentas en la costa este de EEUU afectaron a unos 48.000 vuelos de United Airlines. Por otra parte, cuando partes de Alemania se inundaron este verano, cientos de pasajeros se quedaron atrapados en los aviones, y docenas se quedaron tirados al cancelarse los vuelos.

El cambio climático está empeorando las turbulencias de los aviones y podría hacer que los vuelos sean más accidentados y más caros 

Como ya informó Business Insider, también han aumentado las turbulencias en el aire relacionadas con la crisis climática. Las turbulencias han enviado a viajeros al hospital, y los expertos afirman que no harán sino empeorar a medida que nos enfrentemos a fenómenos meteorológicos más extremos.

Una mujer frente a los paneles informativos que muestran los vuelos cancelados en el aeropuerto de Schiphol, Ámsterdam (Países Bajos).
Una mujer frente a los paneles informativos que muestran los vuelos cancelados en el aeropuerto de Schiphol, Ámsterdam (Países Bajos).KOEN VAN WEEL/ANP/AFP via Getty Images

Los viajeros deben acostumbrarse al caos, opinan los expertos

Los expertos con los que ha hablado Business Insider coinciden en que la pesadilla de los viajes no va a desaparecer pronto.

Mientras los agentes del sector invierten dinero y tiempo en la formación de pilotos, controladores aéreos y mecánicos, el personal que desempeña esas funciones se jubila cada año. Bangs afirma que se necesitarán enormes esfuerzos para cubrir estas carencias. 

Charles también predice que aumentarán las brechas tecnológicas y que los sindicatos seguirán en huelga para reclamar mejores salarios.

"En la era económica en la que estamos, los sindicatos seguirán siendo contundentes en su lucha por unos salarios altos. Creo que los sistemas informáticos seguirán cayéndose y fallando hasta que se inviertan urgentemente miles de millones más en mejorar los sistemas para que los viajes sean más ágiles. Y, lo que es realmente trágico, los problemas climáticos no van a desaparecer", afirma Charles. 

"A corto plazo, creo que vamos a tener que acostumbrarnos a esto", añade Charles. 

Headley se muestra de acuerdo, pero señala que el sector ya ha pasado por situaciones similares en el pasado. 

"Ya hemos visto esto ocurrir en ciclos anteriores", afirma. "Todas las predicciones que he oído decían que tardaríamos entre dos y tres años en volver a un punto en el que pudiéramos manejarlo decentemente. Así que estamos a mitad de camino de algo así".

Todos los expertos del sector coinciden en que las aerolíneas lo intentan, pero no consiguen hacerlo en las condiciones actuales.

"El caso es que la mayoría de las aerolíneas intentan hacerlo lo mejor que pueden en beneficio de sus clientes", afirma Headley. "El cliente tiene que ser un poco más paciente que en el pasado. Las cosas ya no son tan fáciles como antes".

En cualquier caso, la gente seguirá viajando a pesar del caos.

"Explorar forma parte del ADN humano desde hace cientos y cientos de años", afirma Charles. "Eso no va a desaparecer.

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