La movilidad eléctrica ha llegado para quedarse, ya que parece que el futuro de los coches, como de otro tipo de vehículos se halla en este tipo de combustible. Por ello, no son pocas las alternativas que se presentan bajo esta premisa, como por ejemplo los patinetes que inundan las calles. En esta ocasión he podido probar el Xiaomi Mi Scooter Electric 1S, una de las propuestas más económicas de la firma y que creo que puede ser realmente interesante que conozcas.

La compañía china cada vez tiene más productos en su portfolio, y gracias a ello ha conseguido aumentar su facturación en un 23% en el tercer trimestre 2020. Esto no solo se ha debido a la venta de smartphones como mucho creen, sino también a otros dispositivos para el hogar, wearables o alternativas relacionadas con la movilidad como son los patinetes eléctricos.

Estos son una muy buena opción para ir al trabajo, hacer recados o incluso a visitar a amigos. En general es un transporte muy versátil y útil tanto en ciudades como en otros núcleos de población, sobre todo para recorrer lo que se conoce como 'la última milla'.

En esta ocasión he probado el Xiaomi Mi Scooter Electric 1S, el patinete de Xiaomi más popular, y que te será más que suficiente si nunca te has adentrado en este mundo. Para saber por qué, acompáñame en esta lectura.

Un patinete con un apartado estético reconocible. Sin embargo, ha incorporado muchas mejoras con respecto a la anterior generación, lo que hace que sea una evolución muy interesante.

Como he comentado al principio, me interesé por este tipo de vehículos desde el comienzo de la expansión. De primera mano he ido viendo las diferencias entre los distintos modelos que existen en el mercado, observando así el crecimiento de Xiaomi a lo largo del tiempo.

El Xiaomi Mi Scooter Electric 1S es el resultado de escuchar a la comunidad —parece un eslogan de la firma, pero no, es que se nota—. Desde el principio, muchos usuarios se quejaban de que el guardabarros trasero cogía holgura muy fácilmente, por lo que la compañía ha implementado 2 pletinas, que era la solución creada por muchos mediantes piezas impresas en impresoras 3D para solventarlo (en este caso están fabricadas en metal).

Otro de los problemas más comunes era su sistema de plegado, que cogía una holgura muy preocupante y que hacia que el mastil se moviera hacia delante y hacia detrás. Ahora es fuerte y no he notado en ningún momento nada de crujidos ni holguras, incluso habiéndolo probado en superficies empedradas.

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Sigue siendo un diseño muy reconocible, ya que el minimalismo sigue reinando. Sin embargo, en este caso cuenta con una pegatina en la que se observa mi.com bastante inusual en la firma.

La seguridad ha sido reforzada, ya que la compañía ha optado por colocar diferentes elementos reflectantes, lo que hace que haya luz en las partes menos visibles del patinete que de noche, sobre todo por vías donde circulen automóviles. Así te verán de una forma mucho más notable en la vía.

En el manillar se encuentra una pequeña pantalla en la que podrás conocer la velocidad actual, si el patinete está conectado por bluetooth, si tienes las luces encendidas y el modo en el que vas. Mediante el botón ubicado en la parte central podrás controlar los modos, las luces y otros parámetros.

La base está acabada en goma, lo que hace que se agarre bien y que sientas que vas seguro.

La batería se encuentra en la parte de abajo del patinete. Mi preocupación era rozarla al bajar algún bordillo, pero no, es más alta de lo que parece y hace que no tengas ningún tipo de problema.

Sí que me gustaría decir que, aunque de por sí, este tipo de productos no están pensados para utilizarlos con lluvia ni condiciones meteorológicas adversas, en el lugar en el que va la batería me da la sensación de que puede colarse agua —a pesar de que Xiaomi afirma que tiene certificación IP55, no me arriesgaría a hacer uso de este en tal circunstancias—.

Un sistema de plegado ágil y manejable.

La pestaña para plegar el patinete ubicada en la parte inferior del mástil hace que no notes ningún tipo de holgura, pero el precio a pagar es hacer más fuerza a la hora de plegarlo. No hay problema por ello —de hecho, personalmente, lo prefiero—, ya que se ve robusto y duradero.

Engancharlo a la parte trasera es realmente sencillo, ya que utiliza el mismo pulsador de metal y queda muy bien encajado. Al estar acabado en metal ofrece una buena sensación.

Es cierto que sus 12,5 kilos de peso echan un poco para atrás para transportarlo, pero es un producto en el que el peso está lo suficientemente bien distribuido para que se pueda llevar de una forma relativamente cómoda.

Además, hay que tener en cuenta que únicamente lo he plegado en casa, para que ocupe el menor espacio posible y en circunstancias donde he tenido que subir unas escaleras para continuar hacia mi destino.

Una app completa y útil.

Una de las características que diferenciaba al patinete de la compañía de la otra inmensidad del mercado, es que este integraba conectividad bluetooth. Ahora ya muchos la integran, pero en este caso la app de Xiaomi Mi Home es muy completa, intuitiva y útil.

Puedes conocer la autonomía restante estimada, ya que en el manillar aparece en forma de barras, la distancia recorrida, la posibilidad de bloquearlo, actualizar el firmware, entre otras opciones.

En versiones anteriores no se incluía una pantalla en el manillar, de tal modo que uno nunca sabía a la velocidad que estaba yendo y para saberlo había que hacer uso de la app. Sin embargo, gracias a la incorporación de una pantalla esto ya no es necesario, aunque echo en falte que muestre la autonomía en números, en vez de en barras.

Potencia suficiente para subir cuestas a 20 km/h.

Su motor brushless (en español, 'sin escobillas'), es otra de las ventajas del Xiaomi Mi Scooter Electric 1S. Es un motor de 250 W que está ubicado en la rueda delantera y que no lleva ningún tipo de mantenimiento, así que te olvidarás de él. En el caso de pinchar viene con una rueda de repuesto en la caja, un detalle que me ha gustado mucho.

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Debes saber que es un patinete que cumple con la normativa de la DGT y esto hace que la velocidad máxima que alcance sea vea limitada a 25 km/h en el modo 'Sport'. A modo de curiosidad, y que también tiene que ver con la normativa, te diré que el Mi Electric Scooter 1S lleva portamatrículas, ya que en algunos países es obligatorio.

Los modos con los que cuenta son los siguientes:

• Modo peatón: limitado a 5 km/h
• Modo D o normal: alcanza una velocidad de unos 20 km/h.
• Modo S o 'Sport': saca su máxima a potencia —el pico de los 500 W que anuncia Xiaomi— y alcanza los 25 km/h.

Este tipo de vehículos están pensados para hacer uso de ellos en el modo estándar o 'D'. De esta forma, las cifras de autonomía serán mucho mejores y no tendrás que forzar el motor. Aunque entre ambos modos tampoco notarás una gran diferencia de velocidad.

Como siempre, tanto la potencia como la autonomía dependerán mucho de uno mismo. En mi caso, mido casi 1,80 metros y peso algo menos de 70 kg.

El motor ofrece unas buenas sensaciones y un sonido muy característico de los patinetes de la firma, aunque es cierto que este cambia ligeramente cuando te encuentras subiendo una cuesta.

A pesar de haber incluso hecho 20 kilómetros seguidos con él no se ha calentado en absoluto y ha obtenido una buena velocidad a la hora de subir cuestas —entre 19 y 22 km/h—.

En mi caso, para ir por zonas poco transitadas y calles de una única dirección, que es como suelen ser la gran mayoría de los centros de las ciudades, he usado el modo normal, lo que sí que es cierto que al hacer uso de carriles bici y circulando por la calzada, que es por donde debe ir este patinete en la ciudad en la que he hecho la prueba, he utilizado el modo 'Sport' y aun así, al circular con otros vehículos que circulan a una mucho mayor velocidad te sientes algo más vulnerable que un ciclista.

El gatillo por el que regularás la velocidad sí que me ha jugado alguna mala pasada: no funcionando de primeras y he tenido que pulsar una segunda vez para que se ponga en funcionamiento, aun habiendo alcanzado los 5 kilómetros por hora por impulso manual.

El frenado es muy correcto, aunque es cierto que en alguna ocasión ha bloqueado la rueda al frenar bruscamente y, en función de cómo tengas configurada la recuperación de energía, esta será más o menos efectiva.

Elementos reflectantes y una mejora en la visibilidad nocturna, pero hace falta una mejora.

Aunque ya no lo lleva en el nombre, el modelo anterior de este gadget recibía el nominativo de M365, pero en invierno se hace de noche muy pronto. A la hora de utilizarlo por en condiciones de baja luminosidad resulta más seguro que antes, pero no tanto por las luces. 

Recomiendo encarecidamente hacerse con un casco con LEDs para ponérselo aún más fácil al resto de vehículos. La luz de freno se ve, pero está demasiado baja como para que se fije un coche, y el foco delantero es suficiente para dar la posición y ver o más bien intuir un poco lo que hay en el camino, pero nada más allá.

Autonomía más que suficiente para no tener que cargarlo a diario.

Ya hay demasiados aparatos en el día a día dependientes del enchufe. Este es uno de ellos, pero la autonomía que ofrece hará que, por lo general, no tengas que enchufarlo a diario.

En mi caso me ha ofrecido unos 26 kilómetros de autonomía —cerca de los 30 prometidos—, haciendo bastante uso del modo Sport, aunque ha predominado el modo normal y, en circunstancias puntuales, el modo peatón.

Influyen tantísimos factores en la autonomía que es una cifra muy poco orientativa y que hay que coger con pinzas, porque a este tipo de aparatos les afecta el frío y el calor del ambiente. Yo he estado probándolo en el mes de diciembre, por lo que quizás ofrezca una autonomía algo superior o algo inferior en otras épocas del año.

Es importante que compruebes que las ruedas están a la presión correcta, ya que es un dato que influye mucho en la autonomía.

Se recarga en torno a 5 horas y cuarto aproximadamente, aunque nunca es recomendable dejar a este tipo de aparatos por debajo del 10%.

Tampoco debes comerte demasiado la cabeza con ello, ya que según vas haciendo kilómetros, notarás que no responde tan bien como cuando está recién cargado. Aunque al integrar un motor eléctrico, la fuerza no es progresiva sino que es directa, sensación que se mantiene, en menor medida, aun cuando la batería no está al 100%.

A través de la app es posible incluso configurar cómo quieres que frene, más o menos brusco, ya que mediante la frenada también regenera energía y hace que la autonomía sea mayor.

Surfear las calles es muy divertido, práctico y eficiente.

Los patinetes eléctricos ya no son un juguete como lo eran en un principio, son un mecanismo de transporte equivalente a una moto —con sus limitaciones de velocidad— , pero también al alcance de muchos.

Llevar este tipo de vehículos puede ser incluso más divertido si vives en un pueblo grande o con posibilidad de ir entre ellos de forma segura. También en aquellas ciudades que tengan muchos kilómetros de carriles bici.

Surfear la ciudad es la sensación más similar que sientes al ir callejeando y en explanadas anchas, donde hacer uso de este tipo de gadgets es realmente satisfactorio y divertido.

Cogerle el tranquillo es muy fácil y lo puede hacer cualquiera. De hecho, como decía al principio, a no ser que busques algo más de autonomía o que quieras que suba las cuestas más rápido, no daría el salto hacia la versión Pro.

Aunque el precio oficial es de 449,99 euros, en Amazon se puede encontrar por tan solo 374,90 euros.