Uno de los fundadores de Air Europa quiere convertir estas dos startups en referentes del sector español de drones y ya trabaja en el reparto aéreo de paquetes para 2021

Antonio Mota, CEO de Aerosolutions.
Antonio Mota, CEO de Aerosolutions.
  • Antonio Mota es uno de los fundadores de Air Europa y ahora está al frente de Aerosolutions, un holding que creó en 2013 y que ahora apuesta decididamente por la industria española de los drones.
  • Aunque en Estados Unidos grandes marcas como Amazon o UPS ya hacen pruebas para repartir mercancías y paquetes con estas aeronaves, en Europa todo depende de la regulación.
  • El pasado viernes la Unión Europea aprobó retrasar la entrada en vigor de los reglamentos que abrirán la puerta a estos usos de los drones hasta principios de 2021.
  • Las startups de Mota, Zángano y Beefly, ya están desarrollando los procedimientos operacionales para poder comenzar a volar en 2021.
  • A partir del primer semestre del año que viene, la firma abre la puerta a una ronda de financiación para quien se anime a apostar decididamente por una industria que está a punto de despegar.
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Imaginar un mundo en el que las mercancías vuelan mediante aparatos autónomos o controlados en remoto suena futurista. Pero es cuestión de un futuro no tan lejano.

Antonio Mota lleva trabajando más de 30 años en el sector aeronáutico. Fue uno de los fundadores de Air Europa, dice, donde trabajó como director de Mantenimiento entre 1987 y 1997. Desde 2013 es el CEO y también fundador de Aerosolutions, un holding empresarial de soluciones aeronáuticas. Ahora tiene el ojo muy puesto en el mundo de los drones.

Tanto, que desde mediados de 2018 impulsa dos startups llamadas Zángano y Beefly. Está decidido a convertir a Zángano en el líder del sector de la ingeniería operacional y la consultoría para operadores de drones. Y quiere que Beefly sea "la primera compañía aérea de transporte de drones española".

El pasado viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba un reglamento que aplazaba para finales de 2020 la entrada en vigor de la nueva normativa sobre drones de la Unión Europea. Mota explica a Business Insider España que, efectivamente, esto supone "un tropiezo".

Pero también asegura que aprovecharán estos 6 meses "para seguir afinando las cosas".

El plan de Mota para llegar a entregar paquetería con drones

En Estados Unidos, grandes cadenas como Amazon o UPS están haciendo serias apuestas en el reparto de paquetes mediante drones. En Europa se está trabajando en su regulación, pero la crisis del coronavirus ha provocado que varios reglamentos atrasen su entrada en vigor hasta 2021.

Eso no es impedimento para que Mota y su equipo ya tengan diseñado un plan. Y la primera piedra de ese plan se llama TASU.

"TASU es nuestra iniciativa para realizar servicios de entrega de material de primera necesidad suministros médicos, raciones de comida, elementos de protección sanitaria— en entornos rurales con muy baja densidad poblacional, con espacios aéreos no controlados y distancias inferiores a 5 kilómetros, en zonas donde no hay cobertura de red telefónica", explica.

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TASU es la primera piedra de un camino de proyectos que complementan la oferta inicial de Zángano. Esta startup española pretende ser puntera en el mundo de la consultoría y de la ingeniería operacional del sector de drones. Otras iniciativas en las que está trabajando Zángano son el proyecto MAUS —transporte interhospitalario en entornos de alta densidad poblacional— o U-Stork, que incluiría servicios de movilidad urbana aérea. En otras palabras: taxis aéreos.

"A nadie le van a dar permisos para operar taxis aéreos si antes no ha adquirido experiencia operacional en situaciones más sencillas", abunda Mota. De ahí el desarrollo del proyecto TASU. "El segundo paso será ir a zonas periurbanas". La idea es continuar escalando. "El tercer paso será hacer todo este servicio de paquetería en un contexto de U-Space".

El U-Space es "la nueva reglamentación del tráfico aéreo". "Robotiza todo el sistema de tráfico aéreo". El Ministerio de Fomento será el encargado de designar zonas "donde no aplica el control de tráfico manual que realiza Enaire". "En esas zonas, llamadas volúmenes U-Space, aviones y drones tendrán que trabajar con este sistema automatizado". Para ser más ilustrativos: robots controladores.

Este último escalón en el que Zángano está investigando "va asociado a un campo de redes 5G".

Luego llegará el cuarto paso: "Drones más grandes y empezar a operar taxis aéreos".

Investigar e innovar en un país con la regulación "atascada"

Un dron reparte material sanitario en Irlanda en plena pandemia de coronavirus.
Un dron reparte material sanitario en Irlanda en plena pandemia de coronavirus.

Carlos Matilla, CEO de una startup que desarrolla y fabrica drones llamada FuVeX, explicaba a Business Insider España que el sector es una suerte de "lejano oeste" de la aeronáutica. La razón: la falta de regulación.

Antonio Mota no está del todo de acuerdo. "Regulado está", explica. El problema es que "España se ha quedado atascada en 2020 con una regulación de 2014". "El entorno legislativo español no ha evolucionado en 6 años nada. El preámbulo de la ley española no contempla operaciones de transporte con drones porque en 2014 era inimaginable", ejemplifica.

FuVeX, una startup que ha alcanzado un acuerdo con Naturgy para hacer labores de inspección industrial y vigilar el tendido eléctrico de la eléctrica en toda Europa con sus aparatos, tiene un problema. Y este problema se llama "línea de visión".

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La normativa, hoy por hoy, no contempla operar drones comerciales —o civiles— sin que el piloto pierda la línea de vista con el aparato. Por ello Mota abunda en que ya hay tecnología probándose e implantándose, como unas cámaras de 360º que permitirán vigilar al aparato sin tenerlo a la vista.

Pero para ello hay que olvidar la premisa de un piloto de drones controlando el dispositivo desde tierra mediante una pequeña pantalla con una cámara. Mota aclara: Aerosolutions ha comprado para Zángano y Beefly un "sistema móvil de control con 3 puestos de trabajo". Una furgoneta especializada en el manejo de este tipo de aeronaves.

Las primeras pruebas de Zángano y Beefly pretenden ser en Castilla y León. "Salamanca, León, zonas con poca gente... un pueblo, o un caserío aislado", detalla Mota. "Estamos viendo a ver en qué zona geográfica empezar las operaciones: las aeronaves ya las tenemos, los procedimientos operacionales los estamos diseñando".

Abren la puerta a una ronda de financiación en la primera mitad de 2021

Para comprar este sistema móvil de control y un dron VTOL —una aeronave capaz de despegar y aterrizar verticalmente— Aerosolutions ha invertido más de 80.000 euros conseguidos por un préstamo del Instituto de Crédito Oficial a principios de año, "antes de que comenzara la crisis".

El modelo de negocio del holding de Mota es que Beefly se convierta "en la primera compañía aérea de transporte de mercancía con drones española". 

Además de esos 80.000 euros, Aerosolutions ha invertido otros 100.000 euros —en total cerca de 200.000— en estas dos startups de drones gracias a un fondo propio de desarrollo. "El grupo empezó a funcionar en 2013 y ya ha ido generando rendimientos. Facturamos una media de 3 millones de euros al año, y una media de EBITDA de 300.000 euros al año".

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Con este fondo de "un millón para desarrollo" están trabajando en impulsar la industria de drones española. De momento, Zángano da empleo a 4 personas, mientras que Beefly a 3. En Aerosolutions hay 60 empleados a tiempo completo, aunque debido a la crisis del coronavirus han tenido que solicitar un ERTE.

La razón no es otra que la mayoría de clientes de Aerosolutions son aerolíneas españolas,ahora paradas por la crisis del COVID-19. El holding comenzó a operar en 2013 con su primera unidad de negocios. Aviation Island realiza desde ese año "servicios de gestión técnica de flotas" e ingeniería operacional para empresas como Iberia o Air Europa. La idea es que Zángano sea la homóloga de Aviation Island pero para el sector de drones.

Desde 2015, Aerosolutions cuenta también con una unidad de formación llamada EINSATE —European Institute for Aviation Training and Education—, en cuyo catálogo hay 9 plataformas de e-learning integradas en la intranet de muchos de sus clientes, lo que les permite gestionar e impartir cerca de 1.000 cursos al año.

En 2018 llegaron Zángano y Beefly.

Aerosolutions espera abrir la puerta a una "ronda de financiación ambiciosa" para sus startups de cara al primer semestre del año que viene. "Cuando haces un pitch de financiación externa te piden un cuadro de financiación y te preguntan cómo monetizar el proyecto. Y con un entorno legislativo de tanta incertidumbre, hoy sería un loco el inversor que se metiera en un proyecto como este", lamenta Mota.

Pero la industria del dron empezará a volar alto en Europa a partir de 2021.

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