12 cosas que tenían los móviles antiguos que ni Android ni iOS pueden replicar
- Los móviles actuales están repletos de prestaciones que hace años eran impensables.
- Sin embargo, hay algunas características que tenían los clásicos que ni Android ni iOS pueden replicar.
Los móviles actuales tienen prestaciones y características que hace años eran impensables.
Pantallas llenas de color y viveza donde la fluidez es la gran protagonista de la función, procesadores que prácticamente superan a algunos portátiles u ordenadores de sobremesa, cámaras que pueden hacer las delicias de cualquier fotógrafo...
Sí, todo esto está muy bien, pero hay algunas características de los móviles antiguos que ni Android ni iOS pueden replicar y que, sinceramente, estaría muy bien que volviesen.
Baterías que se podían reemplazar fácilmente
Aunque es cierto que tanto algunos móviles Android como iOS permiten retirar la batería para cambiarla por una nueva, es algo costoso y nada sencillo.
Toca desmontar el dispositivo, algo que no todo el mundo sabe hacer, y comprar una batería para hacer el cambio.
Con los móviles clásicos, esto era otro cantar: tenían una pestaña que al retirarla la batería hacía acto de presencia la batería y se podía sacar metiendo el dedo y haciendo palanca.
Radio FM integrada sin necesidad de aplicación
Los móviles actuales vienen con un montón de aplicaciones útiles, pero hay una que los más veteranos echan de menos: la radio FM integrada.
Ahora es necesario buscar una aplicación en Google Play o Apple Store y bajarse la app en el móvil. Antes era simplemente entrar y disfrutar de tu emisora favorita.
Y un extra: los móviles clásicos también contaban con antenas de televisión. Es decir, se podía sintonizar cualquier canal y verlo de manera totalmente gratuita.
Carcasas intercambiables
Lo que se tiene actualmente son fundas.
Sí, le pueden dar un toque personal al dispositivo y hay una variedad absoluta, pero no es lo mismo. Además, a pesar de que estéticamente quedan muy bien, apostar por una carcasa puede perjudicar el rendimiento de tu dispositivo o hacer que sobrecaliente.
En los móviles clásicos había una pestaña que, metiendo la uña, salía fácilmente y se podía reemplazar por lo que tuvieses en mente.
Teclado QWERTY físico
Esto es cierto que puede generar opiniones enfrentadas.
Los jóvenes, posiblemente, no volverían a ese teclado jamás, principalmente porque nunca lo han usado, pero gente de más edad, sobre todo los usuarios que usan el dispositivo de manera más profesional, seguro que lo echan mucho de menos. Tanto que incluso Blackberry volvió a resucitar un smartphone con teclado físico en 2020.
Respecto a los clásicos, el teclado QWERTY se veía muchísimo en dispositivos de corte profesional y, habitualmente, eran los modelos más caros del mercado.
Editor de tonos de llamada
Aunque es cierto que tanto en Android como iOS tienes un sinfín de tonos de llamada disponibles, incluso puedes poner alguna canción de Spotify o Apple Music, por ejemplo, antes podías crear tu propia melodía.
A través de combinaciones de símbolos y números, podías generar cualquier cosa y lo cierto es que le daba algo más de personalización al conjunto global.
Autonomía infinita
Potencia desmesurada, apartados fotográficos e infarto, pantallas que son una delicia visual... Todo eso está muy bien, pero si en algo coinciden todos los móviles actuales es en una batería que se queda corta.
Algunos modelos se quedan en un día, otros llegan a 2 y los más loables pueden incluso llegar a 3 días. Evidentemente, si has pasado por un clásico, sabes que esto es algo ridículo comparado con las cifras de antes: una semana de uso como mínimo.
Dispositivos de bolsillo
Las pantallas enormes están genial para consumir multimedia, pero su tamaño es el némesis de los bolsillos, más todavía si son pequeños. Al final tienes que meterlo en el bolso, en una mochila o incluso llevarlo en la mano.
Los móviles clásicos eran compactos, pequeños y respondían a la perfección al término "de bolsillo".
Para que te hagas una idea, el móvil más pequeño tiene un panel de 4,7 pulgadas, un iPhone SE, para ser exactos. Los móviles antiguos se quedaban en las 3,2 y eran más ligeros, más pequeños y más fáciles de llevar.
Botón específico de la cámara
Tampoco es que fuese algo común en los móviles clásicos, pero algunos contaban con un botón específico para abrir la cámara que también hacía las veces de disparador.
En los móviles modernos es necesario entrar en la aplicación concreta o crear un atajo, algo que resta un poco de practicidad a la experiencia de usuario. Sí, hay un botón que se puede usar como disparador, pero su uso está pensado para bajar el volumen mientras no estás en la cámara.
Durabilidad a prueba de bombas
A día de hoy seguro que si se te cae el móvil al suelo, rezas. Lo habitual es que digas adiós a la pantalla y tengas que cambiarla.
En los móviles clásicos, la durabilidad era una de sus principales señas de identidad. Daba igual cuantas veces se cayesen: aguantaban prácticamente todo.
Puerto mini-jack para auriculares
Sí, hay modelos en la actualidad que cuentan con el mini-jack para auriculares, pero es un rara avis. Una característica en peligro de extinción.
En los móviles clásicos, en cambio, era raro que no estuviese siempre presente. Al final era el único modo de disfrutar de auriculares, puesto que no había bluetooth. Eso sí, donde esté la calidad de audio por cable, que se quite todo lo demás.
Alarmas que suenan incluso con el móvil apagado
Seguro que si tienes el móvil con poca batería antes de irte a dormir lo pones a cargar, algo que perjudicar la batería de tu dispositivo a largo plazo.
¿El motivo? Usas el móvil como despertador y si no tiene batería o está apagado, la alarma no suena y es probable que te quedes dormido.
En el caso de los móviles clásicos, la alarma sonaba siempre. Daba igual que tuviese batería o estuviese apagado. El sonido del despertador siempre hacía acto de presencia.
Diseños con personalidad
En los móviles clásicos era muy sencillo diferenciar si se trataba de una u otra marca, ya que los diseños eran francamente diferenciales, atrevidos y muy originales.
A día de hoy, esto ha desaparecido por completo y si ves la trasera de un terminal no sabes muy bien a qué compañía pertenece. Sí, hay casos excepcionales, pero se ha perdido mucha personalidad por el camino.
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