20 disgustos incómodos que molestarán en tu viaje en autocaravana (y que te conviene conocer antes de que ocurran)

Un viaje en autocaravana tiene un sinfín de ventajas, especialmente si eres una persona que valora la libertad y la aventura. Ahora en bien, este vehículo no es una versión de tu casa: trae consigo inconvenientes y molestias que más te vale tener en cuenta para que no te sorprendan y te estresen más de lo necesario.

1. Adiós a la privacidad

¿Eres de los que necesitan un momento de soledad al día para recargar energías? Pues puede que un viaje en autocaravana te deje agotado: aunque algunos modelos tienen puertas, lo normal es que todo el interior sea una gran habitación fraccionada (sin contar el baño o la ducha). Así que despídete de la intimidad, al menos dentro del vehículo.

2. Camas incómodas

¡Sobre todo si te toca compartir cama con alguien más! Las camas en una autocaravana no pueden equipararse a las de casa en confort y tamaño. Si estás acostumbrado a dormir dónde sea, quizás no te importe. Pero tienes la espalda fina prepárate para pasar malas noches.

3. Poco espacio para las personas

¿Sabes la frase "este lugar no es lo suficientemente grande para nosotros 2" que anteceden los duelos del Oeste? Prepara para decir eso muchas veces en una autocaravana. La cocina, el dormitorio, la sala de estar… todos son espacios pequeños así que en todo momento deberéis coordinaros o acabaréis muy, muy apretados.

4. Poco espacio para el equipaje

Hay menos espacio dentro de la autocaravana para guardar tus cosas de lo que crees. Tendrás que amontonar todo lo que lleves o bien dejarte algo en casa. ¡Y más te vale que no sea algo importante!

5. Los trayectos son miniterremotos

Si vas a 80-90 kilómetros por hora en autopistas, el interior de la autocaravana empezará a temblar. Habrá momentos incómodos durante el viaje y más te vale tenerlo todo bien cerrado: no querrás que la cubertería salga disparada a cualquier giro. Lo que lleva a…

6. Las cosas se romperán

Cuanto más tiempo tenga una autocaravana alquilada, más raro será que regrese a casa con todo intacto. Algo se acabará rompiendo, ya sea su equipamiento (por su uso) como algo de tu equipaje (por algún accidente o descuido).

7. Acampar no es tan fácil

Antes del confinamiento, un caravaner podía tener problemas para encontrar plaza en sitios de acampada populares. Hoy en día, con el nuevo boom de las autocaravanas, esto es prácticamente misión imposible. Debes reservar con mucha antelación y eso anula el concepto de libertad que ofrece un vehículo así.

8. Ir al baño no es tan fácil

Los baños, además de ser químicos, no hacen desaparecer los residuos así como así. Quedan almacenados y tarde o temprano tendrás que realizar un vaciado de aguas negras. No es un proceso rápido o ágil: debes encontrar un sitio de vaciado primero y luego limpiar el depósito con guantes y otras medidas de seguridad.

9. Olvídate de una buena higiene

A no ser que hayas alquilado o comprado una autocaravana atiborrada de prestaciones (y, entre ellas, una buena ducha), olvida el concepto de tener el cuerpo totalmente limpio. No irás apestando ni nada por el estilo, pero si eres enemigo de la suciedad lo pasarás mal.

10. Vas a limpiar más de lo que crees

En una autocaravana todo se ensucia con facilidad y, debido a las altas temperaturas, todo debe limpiarse inmediatamente para evitar que sea casi imposible eliminarlo. En cuanto a mantenimiento ocurre lo mismo: una parte de la autocaravana sucia puede, a la larga, crear enormes desperfectos o dejar de funcionar correctamente.

11. El agua se acabará con frecuencia

No tardarás en descubrir en tu primer viaje cuán valioso es el agua como recurso y cuán rápido se termina. Las visitas a repostar serán frecuentes. Para mayor problema, tampoco se aconseja que llenes el depósito de agua a tope: pesa más así que el vehículo consume más, y además hay riesgo de filtración interna de agua.

12. A veces tendrás que hacer desvíos que alargarán el viaje

Una autocaravana es un vehículo ancho y alto. Eso significa que no podrá caber en todas las carreteras y puede que tengas el acceso prohibido en ciertos lugares. Debes tener en cuenta estas limitaciones a la hora de planificar el viaje y puede que incluso así se te escape algo.

13. El tamaño dificulta también encontrar aparcamiento

Si ya te puede costar aparcar tu coche, imagina la odisea que puede convertirse aparcar una autocaravana en verano. Y luego está el aparcamiento en sí: una maniobra que incluso los veteranos caravaners realizan con ayuda de alguien que baja y da órdenes o a gritos o con walkie.

14. Notarás cualquier irregularidad en el terreno

Otra dificultad cuando tengas que aparcar: deberás buscar superficies llanas. Cualquier inclinación provocará que en el interior te sientas como dentro de la nave de Star Trek cuando atacaban los malos y todo se movía.

15. Conducir es un esfuerzo extra

Conducir es un esfuerzo tanto físico como mental. Físico porque conducir una autocaravana no es lo mismo que conducir un coche. Hay que girar, frenar y acelerar con antelación para no cometer errores o provocar accidentes, y eso implica mayor concentración en la carretera. Puede que acabes cansado durante tu primer trayecto mucho antes de lo que planificabas.

16. Olvida las ciudades

Si juntas todos los inconvenientes relacionados con el tamaño, la conducción y el aparcamiento de una autocaravana, la conclusión sale sola: conducir por calles urbanas es casi imposible así que es casi mejor evitar adentrarse en ellas.

17. El calor en verano

En verano, dentro de una autocaravana te puedes asar. Y si tú lo estás pasando mal, peor estarán los más pequeños de la casa y las mascotas. El aire acondicionado es obligatorio si planeas viajar en casa motorizada en los meses de julio y agosto.

18. Los "vecinos" inoportunos

Si vas de camping a un sitio concurrido, te encontrarás con una buena comunidad de caravaners que te echaran una mano. El problema aparece cuando decides pernoctar (que no acampar) en otro lugar (dentro de un pueblo, por ejemplo). Prepárate para vecinos fisgones que te llamarán la atención por pernoctar (aunque sea legal). Una visita de un agente de la policía es menos frecuente, pero les ocurre hasta los más experimentados. 

19. Llamarás la atención sí o sí

Atraerás miradas allá donde vayas. Es inevitable. Una autocaravana es grande y no deja de ser una casa sobre ruedas; la gente querrá fisgonear el interior si puede. Si te da igual el famoso "qué dirán", será un inconveniente leve. De lo contrario, prepárate para pasarlo mal a no ser que te acostumbres. Finalmente, una autocaravana puede llamar la atención de ladrones, mucho cuidado.

20. Estrés en general

Suma un poco de la molestia n.º 3, un poco de la n.º 7 y algo de la n.º 8 y, si no aprendes a tomarte las cosas con filosofía, prepárate para la peor incomodad mental que existe: el estrés. Puedes volver a casa más agotado que cuando te fuiste.