Los 3 cambios más radicales que ha implementado Slack para adaptarse al coronavirus, según su vicepresidente

Slack es una de esas empresas cuya solución ha resuelto una de las necesidades surgidas de la pandemia: el teletrabajo. Por eso, los usuarios de la herramienta colaborativa han aumentado, como también lo han hecho sus ingresos. 

Sin embargo, las expectativas puestas en la compañía eran mucho más altas. Aunque de acuerdo a sus últimos resultados la firma ha incrementado su facturación un 49%, esta cifra no ha sido suficiente para Wall Street: no haber alcanzado las mejores previsiones le ha hecho reducir su valor en bolsa. 

Con todo, a pesar de no haber crecido exponencialmente, Slack puede presumir de haber salido reforzada de la crisis del coronavirus. 

El vicepresidente de la misma, Brian Elliot, ha explicado durante el evento online Converge, organizado por la firma de servicios de tecnología e innovación Globant, cómo se han adaptado a la pandemia. 

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"No teníamos una política fuerte de teletrabajo, algo que ha cambiado 180º", ha empezado diciendo Elliot, quien ha explicado que esa fue una de las cosas que cambiaron en apenas horas. 

Lo primero que hicieron fue ajustar sus expectativas a la nueva situación y aprender a base de prueba y error. 

"Lo habitual era coger las reuniones que teníamos y ponerlas en remoto", explicó. Sin embargo, se dieron cuenta de que, desde casa, no era posible cuadrar las necesidades de todo el equipo. De esta forma, redujeron un 23% las videollamadas de trabajo. 

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"Nosotros mismo salimos de la dependencia de las reuniones", afirma.

En el camino hacia un modelo híbrido, Slack implementó otra filosofía: "Hemos cambiado radicalmente nuestra política de contratación", sostiene. Durante la pandemia, la plantilla empezó a trabajar con compañeros que estaban en otras sedes, lo que les hizo ver que el talento también podía estar distribuido. 

Ahora, buscan perfiles sin importar la ubicación del candidato: "Nos ha permitido capturar un mayor talento y tener más diversidad".

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Por otra parte, la agilidad se convirtió en una de las prioridades de Slack. La compañía se centró "todavía más" en las necesidades de los clientes, ya que aumentaban sus usuarios y debían poder cubrir ese aumento demanda.  

De esta forma, se centraron en acelerar la adopción de su herramienta gracias a un trabajo en equipo "más fluido" y con menos trámites y procedimientos. 

"Desde mi punto de vista, en lo que ha consistido es en cambiar la naturaleza de cómo se hace el trabajo con una mayor sincronización y colaboración", concluye Elliot.