3 cosas que nunca hay que hacer en el trabajo, según un profesional de Recursos Humanos con 10 años de experiencia

Alyshia Hull
| Traducido por: 
Valerie Rodríguez sugiere asistir a actos de empresa sólo durante una o dos horas.

Fanatic Studio / Gary Waters

  • Valerie Rodríguez, directora de recursos humanos, dice que hay tres cosas que nunca hace en el trabajo.
  • En su opinión, compartir demasiada información en el trabajo puede ser perjudicial porque permite que la gente tome decisiones por ti.

Este texto se basa en una conversación con Valerie Rodríguez, una directora de Recursos Humanos de 31 años de Nueva Jersey. Se ha editado por razones de extensión y claridad.

He trabajado en Recursos Humanos durante 10 años, en concreto, trabajo con altos directivos para garantizar todo tipo de cumplimiento en materia de RR. HH. Lo hago todo, desde asesorar a los líderes hasta impulsar el compromiso y la moral del equipo, entre otras cosas.

Cuando se trata de Recursos Humanos, la gente suele tener curiosidad por saber cómo destacar en el trabajo. Yo diría que hay que ir más allá, encontrar formas de ser innovador y aportar soluciones, no solo problemas. Pero más allá de lo que debes hacer, también hay cosas que no debes hacer.

Después de trabajar en Recursos Humanos durante 10 años, aquí van tres cosas que nunca haría en el trabajo.

1. No compartas de más

Lo principal que predico es no compartir demasiado en el trabajo. Es fácil sentirse cómodo con los compañeros. Al fin y al cabo, pasas ocho horas al día con ellos, si no más. Incluso para los trabajadores remotos, dependiendo de la función, sigue existiendo una conexión significativa con los compañeros de trabajo, pero es importante recordar que no son tus amigos.

Compartir demasiado en el trabajo a menudo hace más mal que bien porque permite que la gente haga suposiciones o tome decisiones por ti, incluso si viene desde el cariño, no es una buena idea.

Por ejemplo, sin pensarlo mucho, una vez le conté a un compañero de trabajo los problemas que tenía con mi coche. Un par de meses más tarde, se me presentó la oportunidad de realizar un trabajo de mayor envergadura que me obligaba a conducir a diferentes lugares.

Cuando mi jefe se sentó conmigo, mencionó que había oído hablar de mis problemas con el coche y expresó su preocupación por si me quedaba "tirada". Como resultado, no me dieron la oportunidad. Estaba muy desanimada y me sentí bastante quemada. Eso me hizo darme cuenta de que no debería compartir cosas de mi vida personal con mis compañeros de trabajo, ya que eso da a la gente la oportunidad de opinar y tomar decisiones por mí.

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2. No seas demasiado humilde

He aprendido a no ser demasiado humilde en el trabajo. No quiero decir que nadie deba ser prepotente, creerse mejor que los demás o ser un imbécil; eso tampoco te llevará muy lejos. Creo que se puede ser amable y empático, pero al mismo tiempo, no hay que dejar que la gente te pisotee y no hay que ponerse en último lugar en comparación con los demás.

En mi función de Recursos Humanos, me he dado cuenta de que las personas de éxito tienden a ser muy directas sobre sus logros y más expresivas, mientras que los individuos superhumildes tienden a no hablar tanto de sus logros ni a defenderse a sí mismos.

Como resultado, es más fácil que no se les tenga en cuenta para los ascensos y que pasen a un segundo plano. Yo misma creía que mi trabajo hablaría por sí solo, pero he aprendido que si no te defiendes, nadie lo hará.

3. No te quedes demasiado en las fiestas

Como alguien que ha trabajado en Recursos Humanos, he desempeñado un papel en la organización de eventos en los que he tenido que quedarme hasta el final, o simplemente asomarme cuando podía.

Como resultado, he visto más cosas negativas que positivas por quedarme demasiado tiempo en los actos de la empresa. A veces es el alcohol: la gente empieza a beber y se pasa de la raya.

Otras veces, la gente está muy sobria, pero toma malas decisiones porque está con sus compañeros de trabajo en un entorno distinto al de la oficina. Cuando llegan a la oficina al día siguiente, corren rumores. A mí me gusta ir sobre seguro y no suelo quedarme más de una o dos horas a menos que sea necesario.

La cuestión es la siguiente: aunque todo vaya bien y no hagas nada malo, si ves algo, lo más probable es que Recursos Humanos o el departamento jurídico llamen a tu puerta.

Yo digo, pásate por allí, pasa un rato en la fiesta y deja ver tu cara, pero quedarse más de un par de horas no siempre sirve para algo.

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