4 propósitos de pérdida de peso que es mejor abandonar porque no lograrás nada, según una nutricionista

Mucha gente empieza el año con la determinación de perder peso. Lo cual no tiene nada de malo. Para ello te has impuesto una dieta y una rutina de ejercicio. Felicidades, vas por el buen camino.

Pero si quieres conseguir el objetivo y no abandonar antes de tiempo deberías tener en cuenta algunas consideraciones previas. Lo que significa entender que algunos de los propósitos para adelgazar que has asumido pueden no ir bien encaminados o incluso resultar nocivos.

Para evitar esto, la clave es marcarse metas realistas y fáciles de llevar. De manera más específica, la  nutricionista Meredith Sorensen, dietista del Instituto de Medicina Deportiva Memorial Hermann Rockets en Houston,  compartió en The Healthy  los 4 propósitos para perder peso que es mejor abandonar ya que no conducen a nada.

Eliminar un grupo de alimentos completo

Ya sean los hidratos, las proteínas o las temidas grasas, nunca deberías optar por eliminar un grupo de alimentos completo, enfatiza Sorenson. Cada uno de ellos "tiene un propósito específico y posee un perfil único de nutrientes que contribuyen a una dieta saludable”.

Además de las implicaciones para la salud, esto hará que tu dieta sea más monótona y por ello aburrida de seguir. Volviéndola "insostenible y poco realista”, terminarás abandonando antes de lograr tu objetivo.

Apuntar al peso que tenías hace años

Aunque envejecer no tiene por qué llevar asociado un exceso de peso, es cierto que con los años mantener la misma silueta puede ser más costoso. Se dan cambios fisiológicos que conllevan irremediablemente a ello. Además en la juventud es más fácil mantenerse activo.

"Los cuerpos están destinados a cambiar con el tiempo", recuerda Sorenson. Desde su perspectiva como nutricionista si te comparas físicamente con tu yo de los 18 años, estás comparando manzanas con naranjas. Por lo que aspirar a ese peso es un propósito que toca desterrar porque solo te frustrará.

“Además, el peso no equivale a la salud”, recuerda Sorenson. “Trata de no compararte con una versión anterior de ti mismo y, en cambio, concéntrate en los cambios sostenibles que puedes hacer dentro de tu estilo de vida y circunstancias actuales”.

Contar cada caloría que ingieres

Seguir una dieta demasiado baja en calorías puede ponerte en riesgo. Además, contabilizar cada una de las que aportas a tu cuerpo resultará tan desesperante que te llevará a abandonar.

Por otro lado no todas las calorías son iguales, es decir no miden la calidad nutricional de los alimentos y encima son difíciles de calcular. Por lo que cada vez más expertos en salud desaconsejan este método para adelgazar.

“El seguimiento de cada bocado de comida requiere una cantidad increíble de tiempo y energía y, por lo general, no es sostenible, sin mencionar que las demandas de energía cambian a diario, lo que a menudo no se tiene en cuenta”, enumera la nutricionista.

Seguir un plan muy estricto de entrenamiento

Hacer ejercicio es clave para perder peso. Y con ello además mejoras la salud. Pero si te impones una rutina demasiado estricta puedes terminar sucumbiendo antes de tiempo. 

Puede que te hayas propuesto levantarte cada mañana a las 5 para correr o empezar a hacer HIT para tonificarte más rápido. Pero seguramente más de un día te quedarás en la cama o faltarás al entrenamiento porque resulta demasiado "cañero" para alguien que antes no se movía.

Por lo que al igual que tu alimentación, el plan de entrenamiento debe ser realista y permitirte cierta libertad. O de lo contrario dejarás de hacerlo.  "Desafíate en tus días buenos. Pero deja espacio para que la vida se interponga en el camino, porque inevitablemente lo hará, y date las gracias cuando suceda”, aconseja Sorenson.