No resulta nada sencillo lidiar con los diferentes tipos de personalidades entre las bambalinas de la oficina: victimismo, jefes tóxicos, personalidades manipuladoras e incluso sociópatas, psicópatas y narcisistas están al acecho, por lo que es importante saber calarlos, leer su lenguaje corporal y tener estrategias para gestionar el ambiente laboral con ellos. 

Stefan Folk es especialista en radiografiar este tipo de perfiles: lleva 30 años como consultor especializado en liderazgo y considera que trabajar con personalidades difíciles dificulta el poder pensar con claridad y tomar las decisiones correctas. 

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Tal y como recoge un reciente artículo publicado en CNBC por este especialista, las personas inseguras podrían ser las más problemáticas dentro del ambiente laboral.

Las razones son varias: desde ocultar o compensar sus dudas, a mostrar comportamientos abusivos, ser extremadamente reacias al riesgo o tener una productividad muy baja. 

7 comportamientos tóxicos más comunes

Estas conductas nocivas han sido detallados por la experta en carreras profesionales de Harvard, Amy Gallo:

• Les preocupa en exceso la opinión ajena.
• Nunca expresan una opinión firme.
• Sufren de una incapacidad crónica para tomar decisiones, aunque no sean importantes ni tengan consecuencias.
• Suelen intentar cambiar el rumbo de proyectos y reuniones.
• Desprecian a los demás para parecer más importantes.
• Hablan constantemente de lo ocupados que están.
• Son unos entrometidos paranoicos que te hacen cuestionar todos tus movimientos.

8 consejos para tratar con las personas inseguras

Dado que este tipo de perfil profesional está por todas partes, por lo que Stefan Folk recomienda tras su larga trayectoria activar "la mentalidad de detective", cazarlos y convertir la interacción con ellas en una oportunidad para aprender. 

• Mide el tamaño del problema: Evalúa qué interacciones han sido malas y qué interacciones han sido buenas para hacerte a la idea de la magnitud del problema. Quizás no sea para tanto, o al menos puedas apreciar la parte positiva.
• Detecta el origen: Piensa en qué temas o conflictos han desencadenado las interacciones negativas que has tenido con esa persona, y en qué se diferencian de las positivas.
• Cultiva la compasión: Considera los intereses de la otra persona e intenta albergar pensamientos positivos sobre ella. Un truco es pensar si te gustaría que otra persona tuviese esos sentimientos hacia tus seres queridos. 
• Reúnete con esas personas: Una pausa para el café o una reunión informal te permitirá conocerles más a fondo. 
• Concéntrate en crear valor: Intenta que el resultado de la interacción común sea también útil para la otra persona, y que ambas podáis sacar partido de la misma. 
• Apuesta por una comunicación transparente: Estructura tu discurso para tener argumentos sólidos sobre tus certezas, opiniones o aspectos en los que todavía no tienes una opinión formada.
• Impulsa su sentido de pertenencia: Una idea propuesta por Folk es estructurar el trabajo mediante reuniones individuales en las que ambos tengan cosas que preparar para cada encuentro.
• Parámetros claros: Para que una persona insegura sienta menos incertidumbre, una posible vía es incluir parámetros claros y evaluaciones de seguimiento. 
• Consigue que te vean como un aliado y no como un rival: Para ello puedes hacer cumplidos y valoraciones positivas sobre su buen desempeño, así como expresar aprecio o gratitud. 

En todo caso, aprende: de todas las personas y situaciones puedes extraer lecciones valiosas.