Mucho más que ayudarte a adelgazar: 7 beneficios de las alcachofas, el tesoro del huerto mediterráneo

El invierno es la mejor época para consumir alcachofa en España: de octubre a abril las fruterías y supermercados se llenan de estas majestuosas hortalizas verdes, apodadas en otros lugares como Argentina como "espina de tierra". 

Los beneficios de la alcachofa van mucho más allá de ayudarte a perder peso, a mantener la línea, a depurar el organismo o a evitar la retención de líquidos: son ricas en fibra, minerales y oligoelementos; hepatoprotectoras, antioxidantes, estimulantes para el intestino, digestivas y coleréticas, motivando la producción de bilis.

Desde la OCU recomiendan elegir "alcachofas carnosas y pesadas, con las hojas apretadas y muy verdes". Fíjate en que no tengan hojas decoloradas ni manchadas, ni tampoco el tallo seco, ya que son indicadores de falta de frescura.

Las alcachofas pueden conservarse en la nevera, enteras y crudas, durante 5 días. No es aconsejable guardarlas si ya se han cocinado, puesto que se estropean con rapidez. Prepara únicamente las que vayas a consumir.

Si eres todo un chef, estas verduras mediterráneas admiten múltiples recetas: a la plancha, guisadas, con jamón, con bechamel, en arroces y pasta, al ajillo, rellenas, fritas con miel, al vapor, en revueltos, y un largo etcétera.

Gran riqueza nutricional

De cada 100 gramos de alcachofa, 83 gramos son agua, 3 son proteína vegetal —que un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology vincula a menor riesgo de enfermedad coronaria con respecto a la proteína animal— y 2 son carbohidratos, mientras que prácticamente carecen de grasa. 

Su contenido en fibra dietética es increíble: 9 gramos por cada 100 gramos de alcachofa. 

Entre sus vitaminas más destacadas brillan la vitamina C o ácido L-Ascórbico, vitamina B3 o niacina, vitamina E o tocoferol, la vitamina B6 o piridoxina, vitamina B1 o tiamina, vitamina B2 o riboflavina, vitamina B9 o ácido fólico y vitamina A o caroteno.

No es nada desdeñable el aporte mineral de las alcachofas: en ellas encontrarás nada más y nada menos que potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro, yodo, zinc y selenio. 

En contraste con su alta densidad nutricional destaca su baja densidad calórica: solamente aportan unas 23 calorías por cada 100 gramos. 

Contribuyen a tener un intestino saludable

La asombrosa riqueza en fibra de la alcachofa es clave para un intestino saludable. En concreto, son ricas en una forma única de fibra llamada inulina, que segúnWomen´s Health Mag ayuda a evitar problemas como el estreñimiento, mejorar la absorción de minerales como el calcio y reforzar el sistema inmunológico.

Una investigación publicada en el British Journal of Nutrition revela que la inulina de las alcachofas también funciona como prebiótico. Por otra parte, la hortaliza desempeña cierto papel laxante, aligerando tus digestiones y aumentando la sensación de saciedad.

Claves para el sistema inmune

La presencia de polifenoles no solamente ayuda a prevenir el envejecimiento y combatir enfermedades, sino a reparar las células dañadas que deterioran tu función inmunológica. 

Además, una clasificación del Journal of Agriculture and Food Chemistryposicionó a las alcachofas en los primeros puestos de alimentos ricos en antioxidantes que estimulan el sistema inmunológico.

Estupendas para el sistema renal

El hígado es el órgano más favorecido por el consumo de alcachofa. 

Desde el Instituto de Obesidaddestacan que las alcachofas son capaces de regular la formación y salida de bilis. 

También ayudan a los riñones a eliminar toxinas —especialmente ácido úrico— y agua, y son beneficiosas para enfermedades hepáticas tanto funcionales como orgánicas, como la cirrosis o la hepatitis. 

Queman grasas y regulan tu peso

Este es el beneficio más famoso de las alcachofas, depurativas, ricas en agua, hipocalóricas y cargadas de nutrientes.

Un informe reciente publicado en el Pharmacological Research descubrió que las alcachofas son útiles para mantener un peso corporal saludable. 

También intervienen procesos como la cinarina, que estimula la secreción biliar para digerir las grasas, su efecto diurético o los fitoesteroles, que reducen la glucosa en sangre.

Anticancerígenas y antiinflamatorias

Las alcachofas son una magnífica fuente de folato, una vitamina del grupo B clave durante el embarazo y fantástica para reducir la inflamación vinculada con asma o alergias. 

Reducir la inflamación es clave para inhibir el crecimiento de células cancerosas. Una investigación publicada en el Molecular Nutrition and Food Research señala que los flavonoides de las alcachofas matan estas células malignas en el páncreas.

Mientras, desde el Journal of Clinical Biochemistry and Nutritionseñala que la presencia de apigenina puede ser de gran ayuda para combatir el cáncer de mama. 

Reducen el colesterol y los triglicéridos

Para finalizar, la alcachofa también es una verdura genial para cuidar tu corazón, la salud de tu sangre y de tu sistema circulatorio. 

Entre sus beneficios, puede reducir el colesterol y los triglicéridos gracias a la mentada presencia de cinarina, que evita la síntesis endógena de colesterol y lípidos, mientras que incrementa la excreción biliar del colesterol y su transformación en ácidos biliares.