Para las personas que a menudo se metieron en problemas cuando eran niños por soñar despiertos, mirar para las musarañas o estar demasiado inquietos, recibir un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede parecer que finalmente tienen una explicación.

Caracterizado por olvidos, desorganización e impulsividad, el TDAH puede dificultar la realización de tareas como estudiar, trabajar y realizar tareas domésticas. Incluso las interacciones sociales pueden resultar desafiantes y complicadas, ya que la amistad requiere escuchar y recordar detalles sobre otras personas, algo que puede ser una lucha para las personas con esta condición.

Además, diagnosticar el TDAH puede ser complicado, especialmente cuando muchos síntomas del TDAH se superponen con los síntomas de otras afecciones como el autismo y la ansiedad.

La doctora Lara Honos-Webb, psicóloga clínica especializada en TDAH, destaca que simplemente revisar una lista de síntomas de TDAH, como cuando se realiza una prueba en línea, no es suficiente para descartar otros diagnósticos, como depresión, autismo o ansiedad. 

Por otro lado, muchas personas con TDAH también pueden tener otras múltiples afecciones, lo que crea "un rompecabezas para resolver el problema central", apunta.

Honos-Webb habla con Business Insider sobre algunos síntomas centrales del TDAH que justifican que busques una opinión profesional. Si bien puede haber superposición con otros trastornos, esta psicóloga destaca que si experimentas estos síntomas con frecuencia, las probabilidades de tener TDAH son más elevadas. Recuerda que siempre debes recibir un diagnóstico profesional. 

1. Te pierdes constantemente información importante o plazos

En la era de los teléfonos inteligentes, las redes sociales y las notificaciones interminables, cualquiera puede perder la conexión y despistarse. No obstabte, Honos-Webb destaca que el TDAH se caracteriza por consecuencias más graves, como obtener malas calificaciones, llegar tarde al centro de formación o faltar a varias reuniones por semana.

"Siempre vuelves a pensar que no eres capaz de alcanzar las metas que te has fijado o que te exigen", destaca.

Las personas con TDAH pueden esforzarse mucho para concentrarse y aun así meterse en problemas o tener olvidos descomunales. 

2. No puedes evitar interrumpir o hablar por encima de la gente

Dependiendo de tu educación y del lugar donde vivas, puede ser costumbre que haya conversaciones cruzadas o que se produzcan interrupciones. "Pero cuando no se puede controlar en situaciones en las que habrá consecuencias negativas, puede tratarse de un signo de TDAH", señala la psicóloga.

Un buen ejemplo es el de aquellas personas que ponen todo su empeño en no soltar una frase en medio de una conversación o no interrumpir a alguien, pero acaban haciéndolo.

3. Por más que lo intentas, realmente te cuesta escuchar

Honos-Webb dice que algunos de los síntomas más sutiles del TDAH se relacionan con la falta de atención, como la incapacidad de escuchar.

En el colegio o instituto este rasgo resulta más obvio, porque la falta de información generalmente conduce a exámenes reprobados o a medidas disciplinarias. Pero este síntoma puede ser más difícil de reconocer en adultos con TDAH, quienes pueden asentir durante una conversación, pero no necesariamente ser capaces de recordar los detalles.

4. No eres capaz de regular tus emociones

La desregulación emocional es un "desarrollo bastante nuevo en la comprensión del TDAH", afirmó Honos-Webb, y una parte del TDAH que se cree que causa otros síntomas como la impulsividad.

Ejemplos de desregulación emocional incluyen dejarse llevar por la ira o interpretar precipitadamente un comportamiento benigno como una señal de rechazo. Como resultado, es posible que interrumpas a un amigo en el momento y luego te arrepientas.

5. A menudo pospones las cosas

Honos-Webb dijo que otro signo sutil del TDAH es la procrastinación frecuente o simplemente la incapacidad de terminar las cosas o completar las tareas.

Puede traducirse en desorganización en el trabajo o incluso en posponer las comidas, porque no puedes hacer las tareas del hogar o abordar las cosas que llevan pendientes mucho tiempo.

6. Mientes compulsivamente para salir del problema

Debido a que las personas con TDAH a menudo pueden tener problemas en la escuela, el trabajo o en sus relaciones interpersonales, un efecto secundario común es la mentira crónica, revela Honos-Webb.

La mentira puede versar sobre las notas de un examen o sobre que realmente estabas escuchando cada palabra de una conversación; cualquier cosa para evitar más sentimientos de vergüenza y culpa.

7. Tus síntomas se agudizan con tu pareja o tus hijos

Honos-Webb dijo que cuando las personas con TDAH se casan o tienen hijos, sus síntomas pueden volverse más pronunciados. Una pareja romántica podría desanimarse por llegar tarde o distraerse, "por lo que la intensidad de este síntoma puede tener mayores consecuencias y sentir que se nota con más frecuencia", apunta.

Con los niños, la ya de por sí difícil tarea de criarlos puede ser aún más difícil para las personas con TDAH. Ahora bien, además de limpiar lo que ensucias y cumplir con un horario, debes hacer lo mismo con los niños pequeños.

Además, existe "la probabilidad genética de que uno o más de sus hijos puedan tener TDAH si tú lo tienes".

8. Tuviste síntomas de TDAH cuando eras niño

Para un diagnóstico preciso, Honos-Webb señaló que es fundamental haber presentado síntomas en la infancia, antes de los 13 años, ya que el TDAH es un trastorno del desarrollo neurológico. Incluso si le diagnostican en la edad adulta, pistas como malos resultados en los exámenes de la escuela primaria pueden ayudar a descartar otros trastornos o afecciones.

Por ejemplo, alguien que experimentó un evento traumático cuando era un adulto joven podría presentar síntomas como olvido o desregulación emocional, pero eso no significa que tenga TDAH, apostilla.

9. Tienes síntomas en más de un área de tu vida

Otra forma de saber si es momento de consultar a un profesional es si presentas síntomas de TDAH en al menos dos áreas de su vida, según Honos-Webb. Una persona que únicamente pierde la concentración en el trabajo, pero que por lo demás está atenta en casa y con amigos, puede no tener TDAH.

A veces, los síntomas similares al TDAH, como la inquietud o el quedarse dormido, pueden deberse a circunstancias como el aburrimiento genuino o la preocupación por un problema más grave en la vida. Pero si te sientes "caótico y disperso" en el trabajo y en el tiempo de ocio, podría ser el momento de buscar una prueba médica para obtener un diagnóstico clínico de TDAH.