7 aberraciones que cometes cuando lavas tu ropa en la lavadora, según expertos (y trucos para cuidar mejor tus prendas)

Abres la puertecita, metes la ropa dentro, añades el detergente, cierras la puerta, pones el programa adecuado y pulsas el botón. Listo. ¿Qué tan difícil puede ser poner una lavadora?

Hacerlo puede ser sencillo, pero hacerlo bien y en todas las situaciones puede complicarse algo más. Además, hay que prestar atención a ciertos detalles para no cometer errores que supongan un daño para tu ropa, la lavadora, tu consumo o el medio ambiente.

Estos son 7 errores que debes evitar si quieres poner bien la lavadora y conseguir una ropa perfectamente limpia que comparten expertos en The Wall Street Journal, así como algunos trucos y consejos de expertos y otras lecciones:

 1. Ignorar las etiquetas

Esos símbolos a veces inescrutables y a los que posiblemente no siempre prestas atención son etiquetas con información útil que sirven para cuidar tu ropa y protegerla de potenciales daños.

Leer las etiquetas te puede ayudar a saber qué temperatura es la recomendada (no todos los tipos de ropa requieren un lavado en frío), qué prendas no deberías meter nunca en la lavadora porque pueden perjudicarse y estropearla, si son aptas para la secadora y cuál es la temperatura máxima aconsejable y, en definitiva, te permite que la ropa dure más y mejor.

2. Meter la ropa 'tal cual'

No, poner la lavadora no consiste simplemente en meter toda la ropa que quieres tener limpia en la lavadora y ya. Antes, hay unos ajustes que debes tener en cuenta.

"Tus pantalones favoritos están a punto de emprender un viaje tolkieniano. Prepáralos. Cierra las cremalleras para que no se enganchen, desabrocha las camisas, pon la ropa del revés para proteger el exterior y mete las prendas delicadas en una bolsa de lencería", aconsejan desde The Wall Street Journal a partir de la consulta a personas expertas.

No subir las cremalleras de los pantalones y las chaquetas podría rasgar o romper la ropa más delicada, mientras que también se recomienda clasificar la ropa según el tipo de tela, los colores y el nivel de suciedad; introducir los calcetines al principio (hacerlo al final provoca que se pierdan o se queden en el sello de la goma empapados y sucios) y tratar las manchas con un quitamanchas antes de meter la prenda.

3. No lavar la lavadora

La lavadora lava, pero también necesita ser lavada. No es un trabalenguas, es una realidad. Tanto los respiraderos de las secadoras como el interior de las lavadoras deben limpiarse de vez en cuando.

Limpiar la lavadora de forma periódica contribuye a prevenir problemas de salud y malos olores. El microbiólogo de la Universidad de Arizona (EEUU) Charles Gerba advierte de que la humedad de la lavadora favorece la aparición de microorganismos como virus y bacterias. 

Una forma eficaz de limpiar la lavadora es utilizando productos cotidianos que seguramente tengas en casa: vinagre blanco y bicarbonato sódico.

4. Lavar la ropa demasiado

Un exceso de limpieza también puede ser dañino para tu colada. Ya lo dijo Aristóteles (aunque no sobre las lavadoras): "La virtud está en el término medio".

"No es necesario lavar toda la ropa después de cada uso, a menos que esté apestosa o manchada. La colada es dura para la ropa; resérvala para cuando la necesites. El gurú de la lavandería Patric Richardson sugiere lavar con el ciclo exprés. A la hora de secar la ropa, utiliza el ciclo más corto posible o cuélgala", comparte el medio estadounidense.

También se recomienda evitar el error de sobrecargar el tambor de la lavadora, puesto que reducirá el espacio por el que penetran el agua y la espuma y dejará la ropa más sucia o peor lavada.

5. Pasarte con el detergente

A veces, menos es más: echar demasiado detergente podría dejar manchas, malos olores y dañar la tela de tus prendas. 

"Los detergentes modernos son increíblemente concentrados. Cuando usas demasiado detergente tu lavadora seguirá enjuagando la ropa si detecta espuma, lo que aumenta el tiempo del ciclo, usa más agua y energía y aumenta el riesgo de dañar la ropa", explica Zach Pozniak, tintorero de cuarta generación en Nueva York (EEUU) con casi 600.000 seguidores en TikTok, según recoge WSJ.

¿Cuál es la cantidad exacta de detergente que deberías usar al poner la lavadora? Depende del tipo de producto (líquido, en cápsulas o en polvo), de la carga de ropa y de lo que recomiende el fabricante, como puedes leer aquí.

 6. Seguir usando la lejía 'antigua'

Desde The Wall Street Journal advierten contra la lejía "de la vieja escuela", es decir, la clorada, porque "es dura, pierde eficacia con el tiempo y no se puede utilizar en todos los tejidos o colores". 

Tanto el medio como el tintorero Pozniak recomiendan la lejía de oxígeno como alternativa, pero en condiciones específicas: dejándola en remojo durante mucho tiempo (por ejemplo, toda la noche) y en agua muy caliente.

7. Añadirle de todo

Poner demasiado suavizante, además de no ser muy respetuoso con el medioambiente, podría provocar alergias y manchas en las prendas. Pero, además, los expertos recomiendan simplemente evitar el suavizante, no solo por el daño que hace a la ropa, sino también al aparato. 

Aditivos como las perlas de olor o el suavizante pueden cambiar la textura del tejido y, finalmente, acortar la vida de tu ropa, explica el medio estadounidense.

Si quieres una toalla suave y perfumada, lo que tienes que hacer es añadir a la secadora un ovillo de lana impregnado con unas gotas de aceite de esencia, con lo que conseguirás un olor más duradero, aconseja en TikTok el perfil @Spacios.pe, sobre trucos DIY y decoración. 

Finalmente, aparte de intentar evitar estos errores, se pueden seguir varios trucos cuando se lava la ropa en casa para lograr que salga más limpia y cuidada. 

Algunos de estos son dejar la puerta abierta cuando no se está usando para evitar que se cree humedad en el interior del electrodoméstico, introducir en la lavadora 3 bolas de papel de aluminio para que no se dañe la colada, machacar en agua una aspirina para blanquear la ropa y que pierda el color amarillento y añadir posteriormente unos cubitos de hielo a la secadora para que las prendas salgan sin arrugas.