Menos de dos meses para las elecciones en la UE: a Joaquín Almunia le preocupa que la extrema derecha "contamine" al PP europeo

Quedan apenas dos meses para que los Veintisiete países que forman parte de la Unión Europea abran colegios electorales para designar a los nuevos miembros de la Eurocámara. El Consejo Europeo, el órgano que aglutina a los Estados miembros, tendrá que proponer después a un presidente o presidenta de la Comisión teniendo en cuenta los resultados electorales.

Desde que en 2014 los partidos políticos europeos promovieran la figura del candidato principal —o spinzenkandidat, puesto que es un término que viene de la política alemana— se da por descontado quién podría ser la persona que encabece el futuro Colegio de Comisarios. La figura del candidato o candidata principal no existe en España, pero se pueden hacer analogías:

Normalmente, en España, el candidato a presidente o presidenta del Gobierno es el que ocupa el primer puesto en la papeleta por la circunscripción de Madrid a las elecciones generales —aunque no tiene por qué ser así—.

Esto lleva a dar por descontado que la próxima Comisión Europea que se configurará durante la segunda mitad del año volverá a estar liderada por Ursula von der Leyen. La actual presidenta de la Comisión ha sido designada spinkenkandidat por su familia política, y los últimos sondeos dan por descontada la victoria del PP europeo en las elecciones de junio.

Que los números puedan salirle no quiere decir que se vaya a seguir el guion pautado. Hace apenas unos días, el presidente francés, Emmanuel Macron, deslizó que la presidencia de la Comisión debía estar menos politizada y que ese "no había sido el caso" de la Comisión saliente. Las críticas al supuesto favoritismo de Von der Leyen han aumentado en los últimos días.

Y en este escenario muchos expertos en política comunitaria comparten su preocupación por el presumible ascenso que disfrutarán los dos grupos parlamentarios actuales adscritos a la extrema derecha, ID y ECR. En estos dos grupos están aglutinados partidos como el Frente Nacional de Le Pen o el partido de Matteo Salvini, o Vox y la formación de la primera ministra italiana Meloni.

El español que desató la 'pesadilla' de las grandes tecnológicas en Europa

Uno de esos expertos es Joaquín Almunia, exministro socialista en España y excomisario europeo, primero de Asuntos Económicos (2004—2010) y después de Competencia (2010—2014). Hoy se dedica a dar charlas y conferencias, imparte docencia en la Facultad de Asuntos Internacionales de la parisina Sciences Po y forma parte del comité de dirección del think tank europeo CEPS.

"Temo y no creo que me equivoque que la extrema derecha subirá en las elecciones europeas. Lo hemos visto en algunos países, Portugal es el último ejemplo y Países Bajos es el penúltimo. Hay sondeos en Alemania o Francia que les son favorables. Eso es así. En Italia ya tienen una primera ministra, y seguimos teniendo a Hungría en la Unión como una piedra en el zapato", desarrolla.

Cuando habla de Hungría como de "una piedra en el zapato", enfatiza, además, que no se refiere únicamente a términos políticos: "También a términos de que bloquean decisiones europeas". "La extrema derecha, como son tan nacionalistas, no están unidos, y sumar todo lo que es extrema derecha no siempre es fácil. Tienen dos grupos en el Parlamento distintos, de hecho".

Además de esos dos grupos, hay algunos eurodiputados que ideológicamente se enmarcan a la derecha del PP europeo pero que no se han adscrito a ningún grupo parlamentario. "Lo que se publica en los últimos sondeos es que la extrema derecha no podrá condicionar las mayorías cualificadas del Consejo de la UE", repara, eso sí.

"Pero sí pueden influir en partidos conservadores como el PP europeo. Me preocupa que el discurso y los temores de la extrema derecha contamine al PP europeo e incluso a algunos miembros del grupo liberal. No veo que esa contaminación se produzca en otros grupos como el de los socialdemócratas o el de los verdes". 

Almunia también confía en que la suma de los partidos tradicionales europeos, el PPE, los socialdemócratas, verdes y liberales, "todos ellos, juntos", sean "capaces de frenar cualquier riesgo de que se dé marcha atrás en la integración europea derivada de las elecciones de junio". "Condicionará que el PPE se deje condicionar".

"No creo que vayan a tener éxito discursos antieuropeístas, a veces antieuropeos, dada la situación del mundo, dada la situación de Ucrania, dada la amenaza de Rusia o la sensación de intranquilidad en algunos países europeos, quizá menos en España porque estamos en la esquina izquierda, no solo política, también geográfica", aclara.

También recuerda que en las elecciones europeas de hace cinco años se previó un aumento de la extrema derecha "que se produjo, pero no con tanta intensidad". "Espero que eso se repita de nuevo en estas elecciones".

Confía en que en España se logrará terminar la legislatura

Joaquín Almunia, preguntado por la situación política en España, es optimista. Cree que la legislatura llegará a buen puerto. "Lo normal es acabar legislaturas, pero no se puede saber cuando no tienes una mayoría parlamentaria consolidada que te permita resistir cualquier embate durante los próximos tres años. A lo mejor no, pero confío en que sí".

"Creo que es bueno para todos que no se imponga como regla la sucesión continua de elecciones, no solo generales, sino a todos los niveles. Para gobernar bien hace falta tener estabilidad y negociar lo que haya que negociar".

"También", avisa, "para consolidar una mayoría parlamentaria que no esté al albur de cualquier titular de prensa o de cualquier declaración enloquecida de las que se escuchan muchas veces".