China sigue ideando nuevas formas de dañar a las empresas estadounidenses

Hasan Chowdhury
| Traducido por: 
Xi Jinping

REUTERS/Tingshu Wang

  • China ha encontrado otra forma de perjudicar a las empresas estadounidenses que operan allí.
  • Pekín ha pedido a las empresas de vehículos eléctricos nacionales que aumenten el gasto con los fabricantes de chips locales, según Bloomberg.

China aún no ha terminado de exprimir a las empresas estadounidenses.

Pekín parece haber encontrado otra forma de perjudicar a las empresas estadounidenses después de que Bloomberg informara el viernes de que las autoridades han empezado a pedir a los fabricantes nacionales de vehículos eléctricos que aumenten su gasto con los fabricantes locales de chips, a expensas de los estadounidenses.

La directiva, dirigida por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, es la prolongación de un esfuerzo continuo por reavivar el espíritu nacionalista fomentando la concentración en la industria nacional frente a la dependencia de Estados Unidos.

Ese esfuerzo ya ha perjudicado a las ventas del iPhone de Apple, que cayeron un 24% en las seis primeras semanas de 2024 gracias a la creciente popularidad de una alternativa de Huawei en China. También ha afectado a Tesla, que lucha por su cuota de mercado con fabricantes nacionales de vehículos eléctricos que compiten en precio.

En este caso, China se desmarca de la actual dependencia que sus fabricantes de automóviles tienen de Estados Unidos para los chips fomentando la autosuficiencia.

Los vehículos modernos son como ordenadores sobre ruedas, y los chips de las empresas estadounidenses suelen desempeñar un papel clave en el desarrollo de los nuevos vehículos que se fabrican en China.

En marzo de 2023, por ejemplo, el rival chino de Tesla, BYD, se asoció con el gigante tecnológico Nvidia para utilizar sus diseños especializados de chips Orin en sus modelos de vehículos eléctricos Dynasty y Ocean, con el fin de apoyar todo, desde la conducción y el aparcamiento autónomos hasta el entretenimiento en el coche.

Al pedir a los fabricantes de automóviles chinos como BYD y Geely, con sede en Hangzhou, que dirijan sus inversiones a los fabricantes de chips locales, Pekín está poniendo otro obstáculo a las empresas tecnológicas estadounidenses que quieren hacer negocios en un mercado que se ha convertido en crucial para su crecimiento en los últimos años.

Apple, por ejemplo, generó casi el 20% de sus ingresos por ventas en China el año pasado. Nvidia declaró 10.300 millones de dólares de ingresos procedentes de China en su último ejercicio fiscal, frente a los 5.800 millones del año anterior. 

Los fabricantes de chips estadounidenses han tenido tiempo de prepararse para la vida sin China. Nvidia, por ejemplo, ha reconocido en documentos que su "posición competitiva se ha visto perjudicada" tras la introducción el año pasado de requisitos de licencia por parte de Estados Unidos que restringen las exportaciones a China. 

Por supuesto, Estados Unidos también ha castigado a China

Los estrictos controles a la exportación afectan tanto a las cifras de ventas de gigantes del chip como Nvidia como a las empresas chinas, preocupadas por el retraso tecnológico de sus homólogas estadounidenses.

Esta semana se ha producido otra forma de castigo, después de que la Cámara de Representantes votara a favor de un proyecto de ley que amenaza a TikTok con una prohibición, a menos que se desprenda de su empresa matriz china ByteDance en un plazo de seis meses.

Eso amenaza con ser un gran golpe para TikTok y ByteDance, ya que la primera corre el riesgo de perder más de 150 millones de usuarios en Estados Unidos sin una venta, y la segunda, de perder una aplicación enormemente popular que ha logrado 16.000 millones de dólares en ventas allí, según el Financial Times. A China no le hace ninguna gracia.

Dicho esto, es evidente que ambas partes van a sufrir en el futuro. Las empresas tecnológicas estadounidenses podrían sufrir más de lo previsto.

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