Las dos mayores economías del mundo avanzan en direcciones radicalmente distintas

Phil Rosen
| Traducido por: 
Las dos mayores economías del mundo avanzan en direcciones diferentes.
Las dos mayores economías del mundo avanzan en direcciones diferentes.

Madoka Ikegami - Pool/Getty Images; Samantha Lee/Business Insider

  • Las economías estadounidense y china divergen en política y crecimiento, entre otros factores. 
  • Los vientos en contra de China y el crecimiento sostenido de Estados Unidos se han reflejado en los respectivos mercados bursátiles de cada país. 

El enfrentamiento político y social entre Estados Unidos y China no es nada nuevo, pero los dos últimos años han puesto de manifiesto el dramático distanciamiento económico entre ambas superpotencias. 

Estados Unidos viene de un trimestre de fuerte crecimiento. El PIB real se situó en el 3,3% en los tres últimos meses de 2023, muy por encima de las expectativas y sumándose a la asombrosa cifra de crecimiento del 5% del trimestre anterior. Esto ha desbaratado la narrativa de la recesión, y un número creciente de llamamientos a un aterrizaje suave han salido de Wall Street. 

En este sentido, el Fondo Monetario Internacional elevó el martes sus perspectivas del PIB mundial para el próximo año del 2,9% al 3,1%, debido a sus previsiones de fortaleza continuada en Estados Unidos. 

China, por su parte, ha salido a trompicones de su bloqueo pandémico y sigue lastrada por una deuda creciente, la deflación y un mercado inmobiliario en dificultades, que en conjunto han provocado una huida de la inversión extranjera de los mercados financieros del país. 

Arthur Laffer Jr., presidente de Laffer Tengler Investments, explica a Business Insider que el desequilibrio entre las dos superpotencias económicas ayuda y perjudica a China, y que la ausencia de recesión en EEUU también está ayudando a impulsar las perspectivas chinas. 

"Una economía estadounidense fuerte compra más productos extranjeros de China con un dólar estadounidense más fuerte", resume. "Esto en realidad ayuda a mantener la fabricación y las exportaciones de China más apuntaladas de lo que estarían de otro modo". 

El presidente chino, Xi Jinping, llega al aeropuerto internacional de San Francisco antes de la cumbre de la APEC del 14 de noviembre de 2023.

Sin embargo, las iniciativas políticas de China son "tiritas" que abordan los síntomas en lugar de la enfermedad de base, añade Laffer Jr., con soluciones políticas dirigidas a cosas como la caída del mercado bursátil en lugar de las causas estructurales de fondo, como el sector inmobiliario y la oferta de vivienda.

Liderada por el actual presidente, Xi Jinping, Pekín tratará de alcanzar sus ambiciones de crecimiento sorteando los problemas internos y la pujanza de su mayor rival económico, que se enfrenta a sus propias incertidumbres.

Perfiles de consumo opuestos 

Joseph Seydl, economista jefe de mercados de JPMorgan, subraya las marcadas diferencias entre las bases de consumo de EEUU y China como uno de los motores de las divergencias económicas. 

En EEUU, la fortaleza del consumidor y la actual ola de gasto han contribuido hasta ahora a evitar la recesión y a mantener la confianza. La decisión de lanzar varias rondas de cheques de estímulo y de aumentar las prestaciones por desempleo muestra también la voluntad de Estados Unidos de apoyar a su población. 

"En China se ha visto lo contrario", sentencia Seydl a Business Insider. "Los responsables políticos se han mostrado reacios a hacerlo, y China prioriza el crecimiento de las exportaciones. Les preocupa que si estimulan demasiado a los consumidores chinos, podrían debilitar las exportaciones o provocar un repunte de la inflación".

El consumo en ambos países también se ha movido en direcciones opuestas. Los ciudadanos chinos no gastaron tanto como se esperaba en 2023, especialmente si se compara con lo que se esperaba después de la pandemia, explica Seydl. 

"Creo que será muy difícil que el PIB de China crezca un 5% o más, como sugieren algunos think tanks", declara a Business Insider Alfredo Montufar-Helu, director del Centro sobre China del Conference Board. "Ante los crecientes vientos en contra del crecimiento y la falta de un efecto de base bajo, lograr ese crecimiento exigiría que el Gobierno diera marcha atrás en su intención de mantener los estímulos moderados y selectivos este año".

Si las perspectivas económicas de China empeoran aún más por el debilitamiento de la demanda o la depreciación de la moneda, EEUU podría sufrir un descenso de las importaciones chinas, según Montufar-Helu, además de una bajada de los precios internacionales de las exportaciones chinas. 

Lío inmobiliario en China

En los últimos meses, China ha tomado medidas para reducir el apalancamiento y el riesgo de su mercado inmobiliario, y Pekín parece haber admitido que el boom inmobiliario que impulsó una década de crecimiento puede haber llegado a su fin.

Y dado que una gran parte de la riqueza de los ciudadanos chinos está vinculada al sector inmobiliario, los problemas de este sector tienen un gran impacto en la confianza y el gasto de los consumidores. La caída del valor de las propiedades inmobiliarias, a su vez, ha minado la confianza y ha obligado a los consumidores a acumular efectivo, lo que en última instancia significa menos dinero fluyendo a través de la economía.  

El lunes, un tribunal de Hong Kong ordenó la liquidación de Evergrande, el promotor inmobiliario más endeudado del mundo. Más de un millón de personas en China han pagado a la empresa por viviendas que nunca se construyeron, y el último acontecimiento complica los esfuerzos del gobierno por apoyar al sector inmobiliario, según los expertos. 

El mercado inmobiliario estadounidense, tanto comercial como residencial, se enfrenta a vientos en contra, pero nada que los expertos consideren una amenaza sistémica similar al dilema chino. 

El mercado residencial sigue luchando contra unos tipos de interés elevados que han frenado la actividad de compra de viviendas. Sin embargo, el mayor problema se encuentra en el mercado comercial, donde el valor de las oficinas, valorado en billones de dólares, se ha visto aplastado por la duradera tendencia a trabajar desde casa. 

Los expertos afirman que el declive del mercado de oficinas estadounidense de punta a punta podría ascender al 20%, pero sostienen que las dificultades de las oficinas no supondrán una amenaza para el sistema financiero en general. 

Bandera de China

Comportamiento del mercado bursátil

Las fortunas opuestas de ambas economías se han manifestado en los mercados bursátiles estadounidense y chino. 

La caída de la renta variable china ha reflejado el éxodo de los inversores extranjeros. Las acciones chinas y de Hong Kong han perdido alrededor de 6 billones de dólares en valor desde 2021, y en 2023, los índices de referencia del país han tenido un rendimiento profundamente inferior al de Estados Unidos y otras grandes economías. 

"Esto no es solo una divergencia económica, ha importado significativamente para el rendimiento del mercado", dice Seydl. "En el último año, la bolsa de EEUU ha subido alrededor de un 25%, y en China, en toda una gama de índices, ha bajado alrededor de un 25%".

El estratega de JPMorgan espera que esa disparidad del 50% se reduzca en 2024. Prevé que EEUU registre ganancias más modestas y, aunque sigue siendo bajista respecto a las acciones chinas, afirma que deberían estabilizarse. 

Para contextualizar, el CSI 300 (la bolsa china de referencia) tocó su nivel más bajo en cinco años en enero, y Bloomberg informó de que Pekín estaba deliberando sobre un paquete de rescate de 278.000 millones de dólares para ayudar a estabilizar los mercados. 

"Espero que el mercado chino se recupere, pero el sesgo apunta a que va a haber más dolor porque los problemas son sistémicos", sentencia Laffer Jr. "EEUU, por otro lado, debería hacerlo bien para el periodo 2024: economía fuerte, empleo fuerte, beneficios fuertes, dólar fuerte".

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.