Pensé que tenía el trabajo de mis sueños en Amazon, pero lo acabé dejando e incluso perdí una entrada de 100.000 euros para una casa

Tim Paradis
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Pensé que tenía el trabajo de mis sueños en Amazon.

David Ryder/Getty Images

  • Un antiguo empleado de Amazon asegura que renunció después de que la compañía le pusiera en Pivot, un plan de mejora del rendimiento con unas expectativas imposibles de cumplir.
  • Pensaba que ese sería el trabajo de sus sueños, pero al quedarse en paro perdió el depósito de una casa que él y su mujer estaban construyendo.

Este artículo se basa en una entrevista con un antiguo empleado de Amazon Web Services. Se mantiene su anonimato por posibles consecuencias, pero su identidad y trabajo ha sido verificados por Business Insider. El empleado fue colocado en el programa Pivot de la empresa, un plan de mejora del rendimiento.

Trabajaba en una empresa tecnológica cuando un reclutador de Amazon se puso en contacto conmigo a través de LinkedIn. Pertenecer al mundo tecnológico y que te llame Amazon es como lo mejor que te puede pasar; esa es la empresa a la que quieres ir.

Esa oferta me llevaba al siguiente nivel en mi carrera y al trabajo de mis sueños. Después de conseguir el trabajo, pensé que las cosas no podían ir mejor. Mi mujer y yo decidimos vender nuestra casa y utilizar el dinero para construir una casa más grande porque tenemos una familia numerosa.

Tardamos meses en diseñarla y empezar la construcción. Cuando el proyecto empezó a arrancar y a materializarse, las cosas en el trabajo empezaron a cambiar. En ese momento, empecé a estresarme por los objetivos que me marcaban eran inalcanzables.

Pero nunca pensé que me echarían.

Y cuando ocurrió, me quedé de piedra. Y lo primero que mi mujer me preguntó fue: "¿Y la casa?". 

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Un duro proceso de entrevistas

Cuando todo esto empezó, estaba entusiasmado con la idea de unirme a Amazon. El reclutador se puso en contacto conmigo y me entrevisté con él. Fue un proceso duro de 3 y 4 rondas de reuniones.

Cuando finalmente me hicieron la oferta, me pareció estupenda y mejor aún cuando me comunicaron que había una primera prima al firmar el contrato. El reclutador me dijo que esto era solo el principio en cuanto a sueldo y ascensos, así que estaba fascinado con lo que el futuro en la empresa me podía deparar.

Los primeros días empecé a conocer a todo el mundo, incluyendo a mi jefe, que me pareció bastante agradable, es decir, un tipo normal del sector. Estaba entusiasmado cuando empecé allí porque había un montón de gente nueva y muy buena energía.

En los primeros 3 meses haces toda la formación: te enseñan sobre la nube y te preparan para ser un gestor técnico de cuentas (TAM). Y son 3 meses estresantes. Preparas presentaciones y aprendes a hablar con los clientes. A ese proceso lo llaman "check ride".

"Te vamos a dar más acciones"

La transición del check ride real es terrible. No te dicen nada sobre cómo hacer tu trabajo. Hablé con otros nuevos técnicos de cuentas y opinaban lo mismo.

Poco después, algunos TAM más se unieron a mi equipo. Me estaba convirtiendo en uno de los veteranos dentro de mi departamento y me escogían para ser lo que la empresa denomina "compañero de incorporación". 

Cuando hay alguien nuevo, te conviertes en su mentor. Así que hice eso además de mi trabajo, y lo hice bastante bien. El problema es que cada vez más mis compañeros me remitían a todos los nuevos. Para entonces, solo llevaba unos 4 meses en el trabajo. 

Tenía reuniones individuales con mi jefe, que eran muy, muy sencillas en las que me preguntaba como iba y yo siempre le decía que aún estaba aprendiendo quiénes eran mis clientes. Entonces, una de las veces me dijo: "Los vicepresidentes miran el rendimiento y vamos a darte más acciones". 

Por supuesto, era una buenísima noticia. A los pocos meses de empezar a trabajar ya me estaban dando más acciones de la compañía. Mi jefe me aseguró que no todo el mundo estaba recibiéndolas.

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Un cambio repentino

Poco después de empezar a trabajar en la tramitación de un gran reembolso para un cliente al que se le había facturado de más, fue cuando mi jefe se reunió conmigo y me dijo que estaba preocupado por mi rendimiento. 

Eso me descolocó. "La dirección no entiende lo que estás haciendo y esto y esto". Y pensé: "Un momento. Hace unos meses me dan más acciones y todo iba bien y ahora esto". Entonces le expliqué qué era lo que estaba haciendo para el cliente. Me dijo que iba a reunirse conmigo todas las semanas y que me daría tareas específicas. No sabía con quién hablar.

Después de eso empezó a agobiarme con preguntas como: "¿Has leído este documento sobre las expectativas de TAM?". Le dije que sí. Me decía que no lo estaba haciendo bien y me echaba la bronca.

Una vez me pidió que le añadiera a una lista de distribución de correos electrónicos y así lo hice. Más tarde, me dijo que había hecho una comprobación y que no estaba en la lista. Pero le dije que tardaba 48 horas en aparecer.

En ese momento me di cuenta de que tenía que empezar a buscar un nuevo trabajo. Mi jefe se reunía conmigo todas las semanas porque todo lo que hacía le parecía mal. Una vez cometí un error tipográfico en una fecha y me dijo: "Eso es preocupante".

Al mismo tiempo, mis compañeros me seguían preguntando si podía ayudarles. Así que sentía que estaba aportando valor, pero mi jefe decía otra cosa.

Entonces, otro gestor de cuentas que era nuevo en mi equipo me pidió ayuda y me dijo: "He trabajado con otros 4 TAM, pero tú eres el mejor con diferencia". Me pareció un gran cumplido.

 

"Esto es una mierda"

Un día, mi jefe me envió un mensaje por Slack con un tono muy amistoso, lo cual era inusual. Me pidió que hiciera una llamada rápida. Me reuní con él y me dijo: "Bueno, he trabajado contigo durante las últimas 10 semanas y he revisado tu rendimiento. No estás mejorando. Voy a ponerte en el programa Pivot".

En ese momento me dio 2 opciones: podía irme de la empresa con una indemnización o podía hacer el programa en un plazo de mes y medio, pero que si no aprobaba, me darían solo la mitad de la indemnización.

En ese momento miré la lista de lo que me pedían y pensé "no hay manera, estoy fuera". Eran muchas cosas para hacer en un tiempo muy limitado mientras tenía que seguir ayudando a otros TAM. En ese momento, pensé: "Esto es una mierda. Mis compañeros me piden ayuda porque no confían en sus propios TAM y los nuevos también vienen a pedirme ayuda". 

Así que decidí hablar con el jefe de mi jefe. Le dije que había una clara desconexión entre lo que decía mi jefe y lo que decían los demás respecto a mi trabajo e incluso mis clientes. Pero su única respuesta fue: "Ojalá pudiera hacer algo". Lo dijo 2 veces.

Escribí una carta a recursos humanos. Al cabo de 2 o 3 días, la persona de RRHH que había participado en mi Pivot accedió a reunirse conmigo en una videollamada en la que al principio ni siquiera encendió la cámara. Yo necesitaba tener una conversación sería y así era imposible. Después de varios minutos, finalmente encendió su cámara.

Le conté lo que me preocupaba y me expresó que me apoyaría en lo que decidiera. Pero ya tenía claro que no quería seguir allí. Así que comuniqué que me marchaba, no quería arriesgarme. En un correo electrónico de seguimiento, me dijeron que tenía 5 días laborables para irme.

Entonces mi jefe se puso en contacto conmigo para "trabajar en una transición" y me pidió que me quedara 2 semanas más. Me pareció muy extraño que quisiera que me marchase pero luego me pidiese eso. Pensé que si me quedaba más tiempo, me pagarían. Así que me quedé y estuve con el TAM que iba a sustituirme.

Al mes siguiente de marcharme, recibí un mensaje en LinkedIn en el que alguien me preguntaba si había pasado por el programa Pivot. Al cabo de unas semanas, otra persona que había estado en mi equipo avisó de que también estaba pasando por un Pivot.

Christian Smalls

Luego supe de otra persona que estaba pasando por lo mismo. Había diferentes razones, pero me dio la impresión de que la empresa había contratado a más personas de las que debería y ahora estaban buscando una excusa para echarlas. Supongo que nos pagaban sueldos más altos que a los que llevaban más tiempo en la empresa.

Sinceramente, creo que si vas a despedir a gente porque has contratado de más o por motivos económicos, dilo directamente. Así que perdí mi trabajo, mi casa y los 110.000 euros de depósito que habíamos puesto para construirla. Mi mujer todavía se pregunta qué pasó.

Brad Glasser, un portavoz de Amazon, asegura a Business Insider por correo electrónico que:

Como la mayoría de las empresas, contamos con un proceso de gestión del rendimiento que ayuda a nuestros directivos a identificar quiénes de sus equipos rinden bien, quiénes necesitan más apoyo y quiénes podrían no encajar en Amazon. Este relato contiene una serie de inexactitudes sobre nuestro proceso de gestión del desempeño, que solo se utiliza para abordar el rendimiento laboral de los empleados. Un relato anónimo de un antiguo empleado descontento no representa la experiencia de la gran mayoría de nuestros empleados que regularmente cumplen o superan las expectativas. Al pequeño número de empleados que no lo hacen, les ofrecemos formación y oportunidades para ayudarles a mejorar. Si no son capaces de hacerlo, puede que tengamos que hablar de su salida de la empresa. Aunque puede ser una experiencia difícil para el empleado en cuestión, no es nada inusual en una empresa de nuestro tamaño, y es lo que se espera de cualquier compañía centrada en ofrecer siempre resultados a sus clientes. No hay duda de que mantenemos el listón de rendimiento alto, y esa es una de las razones por las que Amazon es uno de los lugares más codiciados del mundo para trabajar.

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