"El metaverso es la siguiente generación de internet": el experto español que asesora a la Comisión Europea sobre el metaverso cree que su uso se generalizará en el próximo lustro

Metaverso cotidiano

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  • Antonio Flores-Galea piensa que el metaverso puede penetrar en la vida cotidiana de los usuarios en un plazo de 5 años.
  • Es asesor de IA y metaverso de la Comisión Europea y acaba de publicar en EEUU Jorney to the Metaverse, un libro en el que aborda el presente y el futuro de esta tecnología.

Unos 5 años. Este es el tiempo que el experto Antonio Flores-Galea da al metaverso para empezar a penetrar de verdad en las vidas cotidianas de la gente

La suya, desde luego, no es una opinión cualquiera. Dueño de un currículum inacabable que incluye, entre otros muchos títulos, una ingeniería en Telecomunicaciones y otra en Ingeniería Electrónica, ha participado en la fundación de 4 startups y ha sido ejecutivo de empresas como Orange.

Se trata de una experiencia que hoy le sirve, entre otras cosas, para ser asesor de la Comisión Europea en cuestiones relacionadas con la IA y el metaverso

Son tecnologías que conoce en profundidad hasta el punto de haberse convertido en el primer autor español que ha publicado un libro sobre ello, titulado Journey to the Metaverse (Business Expert Express), en una editorial estadounidense. 

"La adopción del metaverso no va a ser algo inmediato, porque no solamente necesitamos mejorar nuestros dispositivos, sino que necesitamos contenido. Puede que empecemos a usarlas para ver Netflix, pero eso no traerá su generalización. El tercer ingrediente será la llegada de protocolos comunes que permitan por ejemplo cambiar de una red social a otra", explica Flores-Galea a Business Insider España.

En realidad, explica, estas soluciones ya se están desarrollando, aunque las empresas lo están haciendo de un modo mucho más discreto que hace un par de años, cuando la obsesión de Zuckerberg de ser el primero en hacerse con el metaverso posó los ojos del mundo en estas herramientas.

Hoy, el magnate tecnológico parece algo venido a menos en todo lo que tiene que ver con esta tecnología.

La revolución, por tanto, tardará más en llegar de lo que vaticinó entonces el fundador de Facebook, pero llegará.

"Vivimos un momento de modas, de impulsos mediáticos que duran semanas o como mucho meses. Cuando llegó el boom de Zuckerberg, realmente no había nada, fue un movimiento de marketing. Pero el metaverso es la siguiente generación de internet, donde en vez de mirar una pantalla accederemos a un espacio tridimensional", opina Flores-Galea.

Para ello, vaticina, la irrupción de Apple en el negocio será fundamental: "Cuando esta empresa saca algo al mercado, el mercado lo copia. Pasó con el iPhone y con el iPad. En el momento en que tengamos unas gafas bonitas y ligeras de realidad virtual o aumentada y no las gafas de medio kilo que tenemos hoy, todos los fabricantes se pondrán a sacar sus propios modelos".

Y todo esto, ¿para qué? Para Flores-Galea, el cambio afectará a casi todos los órdenes de la vida.

"Va a ser una transformación de nuestro cerebro. Puede que, entre los más jóvenes, haya incluso quien dé más importancia al mundo virtual. Se habla hasta de transhumanismo, de gente que pueda querer cambiarse una mano para tener una robótica, o tener un ojo biónico que haga que las gafas no sean necesarias, por ejemplo. Yo sé que todo esto suena muy loco, pero hay foros discutiendo sobre ello y empresas fabricando".

Todo dependerá, explica el experto, de los sentidos, de la percepción del mundo. La vista será solo el comienzo. El desarrollo de tecnología permitirá, por ejemplo, tener mascota virtual. "Si vamos al supermercado de manera virtual, podremos saber hasta cómo huele y cuánto pesa lo que queremos".

Ana Maiques

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A pesar de todo lo que se avecina, hablar de disrupción en los últimos meses equivale a hablar no de metaverso, sino de inteligencia artificial. 

De un modo no muy distinto a lo que quiso hacer Zuckerberg con el metaverso, empresas como OpenAI han puesto de moda una IA que es la comidilla de todas las conversaciones, siempre entre el asombro y el miedo. Tanto es así que hasta el mismísimo Elon Musk ha pedido recientemente echar el freno.

En concreto, las evoluciones y los usos de ChatGPT, un generador de texto automático que va ya por su cuarta versión, están llevando a más de uno a temer por su empleo.

"Cambiará las cosas, pero con moderación. La IA va a transformar gran parte de los trabajos, aunque quienes más tienen que temer son los mandos intermedios de la empresa. La gente se piensa que la inteligencia artificial va a quitar carteros y barrenderos, y no es así. Si antes un cargo intermedio podía tener 8 o 10 empleados a su cargo, ahora podrá acumular 150", explica el experto.

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Y va todavía más allá: todo esto sucederá más rápido incluso de lo que se está imaginando hoy.

"Yo empecé a estudiar la IA a finales de los 90, y teóricamente se la conoce desde finales de los 70 y principios de los 80. Había cocineros, pero faltaban los ingredientes. En un mundo cada vez más digitalizado, los ingredientes, que son los datos, ya están llegando. Habrá que ver la capacidad de la economía y de la sociedad de digerir todo esto, pero las herramientas para que explote ya están". 

Precisamente sobre esto último, el tratamiento de los datos, ha surgido la penúltima polémica alrededor de la IA. A finales del pasado mes de marzo, Italia prohibía ChatGPT. A ojos de la Justicia italiana, el bot ha sido alimentado con montones y montones de datos sin consentimiento de los dueños de dichos datos, lo que convierte al generador de texto en algo ilegal.

En concreto, en un comunicado, las autoridades explicaron entonces que OpenAI había vulnerado en el entrenamiento de ChatGPT el Reglamento General de Protección de Datos, de ámbito europeo y de obligado cumplimiento también en España.

Para Flores-Galea, es solo un intento de poner puertas al campo. "Lo más difícil de limitar estos desarrollos es que te quedas atrás. Aunque lo prohíbas en Europa, China sigue con ello, y en EEUU no veo a Lockheed Martin [empresa armamentística] deteniendo sus investigaciones". 

Por tanto, no es buena idea que cada país haga la guerra por su cuenta: "Esta tecnología se está desarrollando globalmente, y salvo que la hagamos depender de alguna institución supranacional como la ONU, que hoy solo tiene carácter consultivo, esto va a seguir siendo así. No va a servir de nada prohibirla país a país".

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