He externalizado mi memoria a una inteligencia artificial durante 3 semanas

Shubham Agarwal
| Traducido por: 
- Actualizado:
Esta aplicación de Inteligencia Artificial recuerda qué lees en internet, aunque puede que a la larga empeore tu memoria, es una herramienta eficaz.
Esta aplicación de Inteligencia Artificial recuerda qué lees en internet, aunque puede que a la larga empeore tu memoria, es una herramienta eficaz.

Arif Qazi/Insider

  • Así es utilizar una aplicación de inteligencia artificial que almacena datos de lo que has leído en internet y te los recuerda como si fuese una extensión de tu memoria.
  • Los expertos se preguntan si el uso generalizado de estas tecnologías podría afectar a la memoria biológica.

Hace unos días, por la tarde, me di cuenta de que tenía problemas para recordar. Mi historial de navegación mostraba que había leído más de una docena de noticias, numerosos mensajes de Slack, muchos hilos de Twitter y un montón de notas para mi próxima tarea. Sin embargo, de alguna manera, no podía recordar gran cosa. Recordaba algunos detalles vagos del contenido que había consumido, pero me faltaban los detalles.  

Aquella tarde no fue especial: unos días más tarde, me costó recordar los detalles de una larga historia de COVID-19 que había leído durante una conversación con un amigo. No se trataba de una crisis de memoria ni de una lesión en la cabeza. Simplemente, tenía demasiadas cosas revoloteando en mi cerebro. 

No importa qué o cuánto lea en internet, mi mente no puede evitar olvidarlo poco después. Tampoco culpo a mi cerebro. La mayoría de la gente consume un volumen abrumador de textos cada día —cientos de miles de palabras—, así que no es de extrañar que nuestra memoria tenga dificultades para retener más que unos pocos detalles. "Los humanos tenemos peor memoria de lo que creemos, y la memoria para el texto, en general, no es muy buena", explica Virginia Clinton-Lisell, profesora asociada de psicología de la educación en la Universidad de Dakota del Norte.  

Internet no hace más que agravar este problema de capacidad cerebral. La experiencia de la lectura online está llena de obstáculos que impiden a nuestro cerebro fijar la información que consumimos en nuestra memoria a largo plazo. Cuando lees un libro, cosas como los números de página y la posibilidad física de sujetar y pasar las páginas ayudan a tu cerebro a hacer un mapa mental de la información que presenta el libro. Las páginas web, sin embargo, no tienen ese tipo de activadores de la memoria. Por eso, varios estudios han demostrado que los participantes que leen en formato físico obtienen mejores resultados en comprensión, concentración y memoria que los que leen en digital.

La distracción añadida que implica internet —vídeos de reproducción automática, anuncios emergentes y la avalancha de notificaciones las 24 horas del día— sin duda no ayuda. "Nuestra capacidad para procesar la información entrante es naturalmente limitada", apunta Andrew Dillon, profesor de información y psicología de la Universidad de Texas. Subraya que si intentamos procesar demasiadas cosas a la vez, "pagamos un coste en términos de memoria y comprensión o de tiempo. No es gratis". 

Otro problema es que la gente dedica mucho menos esfuerzo mental a leer algo online, ya que abordamos toda la lectura online como si se tratara de las redes sociales, como si solo hubiera que hojearla. Para que la información entre en nuestras estructuras de conocimiento, según Dillon, debemos distribuir la atención. "Esto requiere tiempo y esfuerzo", recuerda.  

Albertina Geller

Como sabemos que podemos buscar una información en cualquier momento —ya sea un número de teléfono o el cumpleaños de George Clooney—, es mucho menos probable que la memoricemos. A menudo, durante el día, acabo buscando en Google artículos que leí hace solo unas horas porque no puedo recordar más que unas pocas palabras clave.    

Para hacer frente a este problema, a lo largo de los años han surgido docenas de aplicaciones de lectura diferida y marcadores. Aplicaciones como Pocket e Instapaper han acumulado millones de usuarios al ofrecer formas de organizar enlaces y guardar lo que se quiere leer en internet. Pero estas aplicaciones pueden parecer una tarea pesada y, en última instancia, no ayudan a retener la información de esas páginas web. Debido a estos inconvenientes, decidí probar un servicio nuevo y poco conocido llamado Heyday. 

Heyday, que se presenta a sí misma como un asistente de memoria con inteligencia artificial, promete solucionar los dos principales problemas a los que me he enfrentado con las herramientas de listas de lectura: me exige poco o ningún esfuerzo y pretende ayudarme a recordar mejor las cosas

En lugar de limitarse a catalogar dónde he leído algo, promete ayudarme a recordar lo que he leído. En las 3 semanas que pasé con la aplicación, me di cuenta de que era eficaz para ayudarme a recordar cosas, pero tiene un inconveniente: utilizar una herramienta de memoria como esta puede empeorar tu memoria biológica con el tiempo.  

Una nueva memoria

Fundada en 2021, los ingenieros diseñaron Heyday para que actuara como tu memoria: procesa silenciosamente todo lo que lees en segundo plano y resurge la información cuando puedas necesitarla. La app escanea automáticamente todo lo que miras en tu navegador: páginas web, documentos de Google, notas, conversaciones de Slack y tuits. A continuación, clasifica lo que has leído en categorías en función del tema o del tiempo que has dedicado a algo. Una vez añadida la información al catálogo, proporciona indicaciones dinámicas junto a los resultados de búsqueda o dentro de los propios artículos para ayudar a resurgir la información que ya has leído.

Tras instalar la extensión, Heyday se puso a escanear todo lo que leía. Cuando reunió suficiente información, empezó a recuperar lo que había leído. Cuando busqué en Google "Elon Musk" para investigar la noticia de que el CEO de Twitter había prohibido el acceso a los periodistas, la aplicación sacó una lista de enlaces relacionados de mi historial con sus resúmenes clave junto a los resultados de mi búsqueda. 

En este caso, Heyday sacó una newsletter de Substack de un periodista, un hilo de tuits sobre cómo Musk arremetió en un chat de Spaces y un perfil de otra red social a la que la gente acudía en masa. Esta lista me permitió recordar al instante lo que ya había leído sobre el tema y añadió un contexto útil a mi búsqueda, haciendo un uso más valioso de mi tiempo.

El asistente de memoria con inteligencia artificial recuerda artículos, posts u otros contenidos que hayas leído anteriormente.
El asistente de memoria con inteligencia artificial recuerda artículos, posts u otros contenidos que hayas leído anteriormente.

Shubham Agarwal/Heyday

Al leer un artículo, Heyday también subrayaba las palabras clave sobre las que había leído anteriormente y, al pasar el ratón sobre ellas, la aplicación me contaba más cosas sobre ese tema basándose en lo que había leído. 

Mientras que la herramienta de navegación de Heyday se comportaba como un asistente de memoria, su página web parecía una instantánea de mi memoria online. Categorizaba todo el contenido que veía por tipo: vídeos, tuits, informes de investigación, etcétera. 

Como su herramienta de búsqueda entiende el lenguaje natural, podía utilizarla para precisar una consulta, como "artículos sobre la prohibición de Elon Musk", sin preocuparme por la sintaxis o las palabras clave correctas. 

Además, si hubiera algún artículo en mi historial que me gustara especialmente leer, podría pedirle a Heyday que lo guardara en una carpeta aparte, como "favoritos" o "recetas", y la próxima vez que me encontrara con un contenido similar, me recomendaría automáticamente guardar el artículo en esa carpeta.  

Heyday organiza todo lo que lees o ves en Internet en carpetas relevantes.
Heyday organiza todo lo que lees o ves en Internet en carpetas relevantes.

Shubham Agarwal/Heyday

Un posible inconveniente es que, debido a su funcionamiento, Heyday recopila un arsenal de datos sobre el usuario y su historial de navegación. Pero Samiur Rahman, cofundador y CEO de la empresa, me asegura que los datos están encriptados y que su modelo de negocio no depende de la venta de datos de los usuarios ni de la publicidad. 

En su lugar, sus ingresos proceden de la suscripción mensual de 19 dólares para utilizar la herramienta. Aunque el modelo de suscripción puede ayudar a mantener mis datos a salvo, el elevado precio limita la herramienta a personas como investigadores o periodistas que la utilizarían mucho y podrían justificar el coste.  

Otra limitación de la herramienta era que el widget de búsqueda a menudo tardaba unos segundos en aparecer junto a los resultados de mi búsqueda. Así que había veces en las que acababa haciendo clic en uno de los resultados en lugar de esperar a ver qué aparecía el widget emergente. 

Aunque nunca dejaba de registrar lo que leía, en ocasiones el algoritmo de Heyday no entendía el contenido y el contexto de un enlace, lo que hacía que no aparecieran artículos relevantes cuando yo esperaba que lo hicieran mientras realizaba otro tipo de búsqueda. 

Pero en las 3 semanas que pasé con Heyday, tuve la sensación constante de que marcaba una diferencia en lo que podía recordar, y los expertos con los que hablé tenían una explicación.  

El secreto de la IA

La información nueva entra en una primera "curva de olvido" en nuestra memoria, y gran parte de ella se escurre por el desagüe, a menos que dediquemos tiempo a repasar el material. Dillon me dijo que la repetición o relectura es crucial para recordar mejor la información nueva. 

Opina que la exposición continua de Heyday a la misma información puede resultar vital para ayudar a la memoria. Del mismo modo, Clinton-Lisell explica que establecer conexiones entre materias o temas mejora de forma natural la comprensión y la memoria, y añadió que si una herramienta como Heyday te ayuda a establecer conexiones mientras lees, debería permitirte recordar mejor.  

En mi experiencia, como la aplicación me exponía repetidamente al contenido que había leído y me ayudaba a establecer conexiones entre las cosas que leía, me ayudó a que la información se me quedara grabada en la cabeza.  

Reenfocar la mente 

Rahman me dijo que el objetivo último de Heyday como asistente de memoria es "aumentar el rendimiento creativo de las personas". Al liberar al cerebro de la tarea de codificar y resucitar recuerdos, cree que éste tendrá más libertad para "centrarse en las cosas en las que el cerebro humano es especialmente bueno: el pensamiento, la creatividad y el análisis"

Heyday no es la única tecnología de este tipo. En todo el sector se están realizando esfuerzos más amplios para complementar nuestra memoria. Dennis Xu, cofundador de Mem AI, un espacio de trabajo autoorganizado respaldado por OpenAI, quiere ayudar al cerebro a recordar piezas de información dispares, de modo que trabaje menos para recordar datos en bruto que se pueden buscar fácilmente. 

El objetivo de Mem AI es permitir que la gente se centre en sus creaciones y recuerde cosas tan personales como la cara de un ser querido. "Creo que es un uso más digno de la memoria del cerebro que, por ejemplo, recordar en qué fecha tuvo lugar la Batalla del Álamo", afirma Xu.  

Rewind, una startup que recaudó 10 millones de dólares en una ronda que lideró Andreessen Horowitz el año pasado, dijo que su "visión a largo plazo es dotar a los humanos de una memoria perfecta". Rewind captura todo lo que miras en tu ordenador y construye una cronología de tus actividades, lo que te permite simplemente buscar hechos y conversaciones en lugar de tener que recordarlos o dedicar tiempo a rebuscar en varias aplicaciones. Personal AI, por su parte, quiere clonar tu mente, creando un "segundo cerebro" virtual que albergue todos tus recuerdos y datos.  

Sin embargo, si empezamos a subcontratar rutinariamente el trabajo de memorización a herramientas de internet, ¿evolucionaría nuestra memoria biológica hasta volverse obsoleta? Ya hay pruebas de que internet ha hecho que nuestra memoria empeore, puesto que ya no sentimos la necesidad de memorizar lo que podemos buscar en Google. 

El portavoz de Personal AI, Jonathan Bikoff, no lo ve necesariamente como algo malo. Espera que las mentes potenciadas por la tecnología sean más potentes y fiables que nuestras mentes biológicas. "Con la ayuda de la IA, los humanos podremos disfrutar más de la vida, aceptar el olvido y aprender a entretejer la IA en nuestro día a día", afirma Bikoff. 

Robot japonés Kansei

Aunque el jurado aún no ha llegado a un acuerdo sobre la evolución biológica de nuestra memoria, Dillon afirma que es interesante saber hasta qué punto la web y el acceso digital están dejando obsoleta la memorización, al menos para algunas personas. 

"¿Por qué aprenderse un poema de memoria si puedes consultarlo cuando quieras? ¿Para qué aprender las tablas matemáticas si puedes pedirle la respuesta a Alexa? Al igual que nuestros cuerpos, ¿nuestras mentes también necesitan ejercitarse para mantener un funcionamiento pleno?". Dillon concluye: "Creo que hay algo de verdad en esto".  

No puedo sino estar de acuerdo. Durante mi uso de Heyday, no dejó de sorprenderme el número de historias de su lista de widgets que ya había olvidado. Era un recordatorio de cuánta información leída se me escapa del cerebro. 

Pero aunque Heyday fue eficaz para salvar la brecha de mi limitada memoria, facilitando la investigación, me preocupa que la dependencia de la herramienta empeore aún más mi memoria. 

Dado el creciente volumen de texto que leemos online, quizá ya hayamos superado el punto de no retorno. El mundo moderno nos exige consumir una cantidad ingente de información, y nuestra memoria biológica simplemente no tiene capacidad para recordarlo todo

Así que, en lugar de librar una batalla perdida, un espacio similar a un disco duro ampliado como Heyday puede ser un complemento vital. Al menos para mí, este tipo de tecnología está aquí para quedarse.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.