A río revuelto, ganancia de pescadores: Bankman-Fried reemplaza en la cárcel el intercambio de criptomonedas por el de caballa

Sam Bankman-Fried, el gurú de las criptomonedas caído en desgracia que llegó a ser multimillonario, no ha tardado mucho en comprender el sistema económico del Centro de Detención Metropolitano de Nueva York, Estados Unidos.

El fundador de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX se ha mantenido ocupado canjeando alimentos a cambio de servicios mientras espera a conocer su sentencia por haber cometido siete delitos graves entre los que se encuentran el fraude electrónico y la conspiración para cometer blanqueo de capitales.

El nuevo y lustroso corte de pelo con el que se le ha visto en los juzgados de Nueva York parece deberse a la buena mano de un preso. Al menos así lo indica un artículo publicado este jueves, el que una fuente anónima declara al Wall Street Journal que Bankman-Fried se habría pagado ese corte de pelo con caballa en conserva, un alimento que sirve como moneda de cambio entre los reclusos.

No es de extrañar que el antiguo corredor de bolsa se haya aficionado rápidamente a la mercancía con la que se comercia en su nuevo entorno. 

Bankman-Fried ha sido trader profesional durante buena parte de su carrera. En 2013, consiguió su primer trabajo como becario en Jane Street Capital, en el que se dedicó a intercambiar fondos cotizados antes de cofundar su primera empresa de criptomonedas, Alameda Research, en 2017. Un año después, descubrió cómo arbitrar bitcoin entre los mercados estadounidense y japonés.

La condena de Sam Bankman-Fried, el último clavo en el ataúd de los 'cripto-bros'

Según un artículo del Wall Street Journal publicado en el año 2008, la caballa —popularmente conocida entre los presos como "macks" (del inglés, mackerels)— ha sido la moneda preferida en las cárceles federales de EEUU desde el año 2004, año en el que los cigarrillos fueron prohibidos.

El medio de comunicación estadounidense mencionaba el caso del abogado Larry Levine, que aceptaba la caballa como forma de pago de los compañeros a los que representaba mientras cumplía su propia condena en el correccional de Lompoc, California. Después, la utilizaba para pagar servicios de aseo personal, como afeitados o limpieza de zapatos.

Global Source Marketing, proveedor de caballa en conserva en Estados Unidos, declaró al Wall Street Journal en 2008 que esta moda se había hecho tan popular en las prisiones que había hecho crecer la demanda de su producto.

Esta tendencia tiene su lógica económica. Los productos que tienen un valor estable, como ciertos alimentos o los sellos postales, se utilizan como medio de cambio para sustituir a la moneda, a la que los reclusos no pueden acceder. Los alimentos como la caballa o el atún son productos estables con un valor que puede vincularse al dólar.

Bankman-Fried, cuya sentencia está prevista para el 28 de marzo de 2024, se enfrenta a hasta 110 años de cárcel por los cargos de fraude que se le imputan, pero estos son solo una parte de los cargos a los que se enfrenta. También será juzgado por otros cargos relacionados con soborno político.