La condena de Sam Bankman-Fried, el último clavo en el ataúd de los 'cripto-bros'

Pete Syme
| Traducido por: 
Sam Bankman-Fried, fundador de FTX, llegando al tribunal federal de Manhattan.
Sam Bankman-Fried, fundador de FTX, llegando al tribunal federal de Manhattan.

AP Photo/Craig Ruttle

  • La semana pasada, Sam Bankman-Fried, fundador de la desaparecida plataforma de criptomonedas FTX, fue declarado culpable de los siete cargos de fraude y conspiración que se le imputaban.
  • Mientras testificaba, Bankman-Fried mostró la falta de autoconciencia que caracteriza a los 'cripto-bros'. El futuro de las criptomonedas probablemente pase por la regulación, lo que supondría el fin de la era del Salvaje Oeste de esta tecnología.
Análisis Faldón

El jueves pasado, un jurado popular de Nueva York, Estados Unidos, tardó menos de cinco horas en declarar a Sam Bankman-Fried, fundador y principal responsable de la —desaparecida— plataforma de criptomonedas FTX, culpable de los siete cargos de fraude y conspiración que se le imputaban.

Durante el mes que ha durado el juicio, Bankman-Fried ha testificado en defensa propia, con sus características respuestas evasivas que en una ocasión llevaron al juez a decirle: "Mire, simplemente conteste a las preguntas".

En un momento dado, el magistrado aceptó una objeción del abogado del fundador de FTX, pero Bankman-Fried respondió igualmente a la pregunta del fiscal. Varias personas se rieron en la sala cuando el acusado le dijo a su abogado que había sentido "la necesidad de responder a esa pregunta".

A lo largo de los cuatro días que ha durado la declaración de Bankman-Fried, el antiguo multimillonario ha dado la sensación de estarse esforzando más por demostrar su arrogancia que su inocencia. En palabras de Renato Mariotti, exfiscal de la sección de fraude de valores y materias primas del Departamento de Justicia: "Por fin se ha encontrado con una situación de la que no puede salir hablando".

Sam Bankman-Fried hizo a sus amigos cómplices de sus crímenes, y eso se acabó volviendo en su contra.

La condena del cerebro detrás de la plataforma de intercambio de criptomonedas, que ahora se enfrenta a 110 años de prisión, supone el último clavo en el ataúd de los 'cripto-bros', que querían —y algunos llegaron a conseguirlo— hacerse ricos rápidamente.

Lo que comenzó como una propuesta de moneda descentralizada ha acabado convirtiéndose, por la volatilidad que presenta, en un activo pensado para especuladores, que ahora está sembrado de desconfianza y sospechas.

Pero eso no quiere decir que las criptomonedas hayan muerto. 

El precio del Bitcoin ha subido un 24% en el último mes y solo ha caído alrededor de un 2% desde que Bankman-Fried fue declarado culpable, según datos de Markets Insider. También subió a mediados de octubre, a raíz de las noticias falsas de que el gestor de activos BlackRock había recibido la aprobación regulatoria para crear un fondo cotizado en bolsa de Bitcoin

Su precio volvió a caer después de que BlackRock dijese que, en realidad, esa propuesta sigue estudiándose, pero eso demuestra cómo las criptomonedas se están institucionalizando, mientras su etapa de especulación llega a su fin.

También hay que tener en cuenta la llegada de las monedas digitales de los bancos centrales, o CBDC. No son criptomonedas, pero su apoyo surgió de la popularidad de la tecnología blockchain. Y todo el mundo, desde Japón hasta el Reino Unido, pasando por la Reserva Federal estadounidense, está considerando su utilización.

Sin embargo, la regulación de las criptomonedas se enfrenta ahora a más obstáculos, especialmente después de que Bankman-Fried haya sido uno de los principales impulsores de la legislación.

El fundador de FTX se gastó millones de euros en fletar jets privados a Washington, con el objetivo —según han indicado los fiscales de EEUU durante el juicio— de donar 100 millones para "eliminar a los políticos anticripto" y ganar una influencia favorable en la Administración.

Las pruebas en el juicio de Bankman-Fried han incluido mensajes privados que el antiguo multimillonario le envió a un periodista de Vox con declaraciones como "a la mierda los reguladores". El fundador de FTX también ha declarado durante el litigio que creía que la regulación ayudaría a darle a su plataforma de criptomonedas una ventaja competitiva frente a su principal rival, Binance.

 

Binance también se enfrenta a sus propios problemas legales.

La Comisión de Bolsa y Valores estadounidense —SEC, por sus siglas en inglés— presentó una demanda contra Binance en junio, acusándola de un "flagrante desprecio" por las leyes de Estados Unidos.

Dicha demanda incluye un testimonio especialmente condenatorio, en el que la SEC alega que el jefe de cumplimiento de Binance habría afirmado: "Estamos operando como una jodida bolsa de valores sin licencia en los EEUU, bro".

También está el caso de Do Kwon, fundador de la stablecoin TerraUSD, a quien la Comisión de Bolsa y Valores acusa de haber llevado a cabo un esquema de fraude que supuso la pérdida de 40.000 millones de dólares del valor total de TerraUSD y de su moneda hermana, Luna.

Y no hay que olvidar las innumerables estafas que se producen en el mundo cripto, como la del colectivo que secuestró las cuentas de Twitter de personas como Elon Musk o Joe Biden, antes de asegurar engañosamente que multiplicarían por dos todos los Bitcoin que se les enviasen.

Con la condena de Sam Bankman-Fried, las criptomonedas pueden convertirse en sinónimo de fraude para mucha gente. Es probable que el camino a seguir conlleve más regulación y más instituciones en las que la gente pueda confiar.

En una sala exterior al tribunal en el que estaba teniendo lugar el juicio del fundador de FTX, en la que los espectadores pudieron seguirlo en directo, hubo abucheos, vítores, apuestas y gente vapeando, tal y como informó New York Magazine.

Puede que esta sea la última fiesta del sector de las criptomonedas antes de dejar atrás las bermudas y las camisas playeras.

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