¿Qué es una CBDC o moneda digital de banco central?

Aunque posteriormente se dará una respuesta oficial a la pregunta de qué es una CBDC, de manera coloquial se puede decir que es la respuesta del sistema bancario tradicional a la irrupción en el mercado de las criptomonedas. 

Una suerte de "si no puedes con el enemigo, únete a él", pero con una diferencia clave con las criptodivisas: las monedas digitales que pongan en circulación los bancos centrales no serán volátiles y servirán como medio de pago, algo a lo que aspiran (o aspiraban) las criptomonedas, pero que cada vez se vislumbra más lejano.

Y ahora sí, así es las cómo define el Banco de España: 

"Una moneda digital de banco central, o CBDC por sus siglas en inglés (Central Bank Digital Currency), es una nueva forma de dinero emitida de forma electrónica por un banco central". 

Los bancos centrales, agregan, "buscan emitir sus propias monedas digitales con el objetivo de mejorar el sistema de pagos, dado el aumento de los pagos electrónicos y el descenso del uso del efectivo, pero también porque la creación de instrumentos electrónicos de pago privados no regulados, como las stablecoins, puede poner en riesgo la estabilidad financiera".

El euro digital

Son diversos los bancos centrales en todo el mundo que están trabajando en la creación de una CBDC. También el Banco Central Europeo. En la actualidad, el euro digital está en fase de investigación, ésta comenzó en octubre de 2021 y se espera que dure unos 2 años, hasta octubre de 2023. 

En este periodo, explican, están examinando cómo sería el diseño de un euro digital y de qué manera podría distribuirse, además del posible impacto en el mercado. Posteriormente, se decidirá si se inicia el proceso de desarrollo efectivo. 

Cuáles son los riesgos de las criptomonedas y cómo amenaza Europa con el avance del euro digital, según el jefe de la división de innovación financiera del Banco de España

La CBDC, apuntan, ofrecería un medio de pago electrónico que cualquier persona podría utilizar en la zona del euro. "Sería seguro y fácil de usar, al igual que el efectivo en la actualidad. Puesto que sería dinero de banco central emitido por el BCE, distinto del dinero privado, pero también podría utilizarse una tarjeta o una aplicación en el móvil para pagar con euros digitales".

Afirman, además, que un euro digital no debería tener consecuencias negativas para el sector financiero. Para ello, tendrán en cuenta los siguientes requisitos: 

• Debería utilizarse principalmente como medio de pago y no convertirse en un instrumento de inversión financiera.
• Los intermediarios supervisados deberían participar en su gestión.

Desde un punto de vista técnico, el Eurosistema está probando diferentes enfoques y tecnologías para crear el euro digital. Esto incluye soluciones centralizadas y descentralizadas como la DLT, aunque, aseveran, "aún no se ha adoptado ninguna decisión al respecto".

Sí dejan claro que en ningún caso será una moneda alternativa, sino una forma más de pagar en euros, la moneda única en Europa. Sería convertible a la par con los billetes. 

Moneda digital de banco central Vs criptomonedas

En el apartado de Preguntas frecuentes de la página oficial del euro digital, apuntan a un aspecto clave, ya que enfrentan las CBDC con las criptomonedas y las stablecoins. Esto es lo que sostienen:

Un euro digital sería dinero del banco central, es decir, estaría respaldado por un banco central y su diseño respondería a las necesidades de los ciudadanos: no tendría riesgos y respetaría la privacidad y la protección de datos. Los bancos centrales tienen encomendada la tarea de mantener el valor del dinero, con independencia de su forma física o digital.

Así te afecta la última subida de tipos: hipotecas y créditos más caros, beneficios para ahorradores y el riesgo de la renta variable

En cambio, continúan, "la estabilidad y fiabilidad de las stablecoins dependen de la entidad que las emite y de la credibilidad y aplicabilidad de su compromiso de mantener su valor a lo largo del tiempo. Además, los emisores privados podrían utilizar los datos personales para fines comerciales".

Dado que no existe una entidad reconocida responsable de los criptoactivos, subrayan, "los consumidores no podrían reclamar sus derechos".