En diferentes puntos geográficos, en diversas marcas y con distintas actividades laborales, pero todos bajo el mismo denominador común: Inditex. Son tres los conflictos laborales que han estallado en el gigante gallego y ninguno de ellos alberga visos de ser sellado, al menos, en el corto plazo. 

El grupo textil presidido por Marta Ortega cerró su ejercicio fiscal de 2023 —concluido el 31 de enero de este año— con un beneficio inédito de más de 5.380 millones de euros gracias a unas ventas que se acercan, por primera vez en la historia del grupo, a los 36.000 millones.

Un brillo económico que choca con sus relaciones laborales en el mercado doméstico, donde emplea a más de 47.700 personas que centran su actividad, principalmente, en tiendas y centros logísticos. 

Y son, precisamente, en estas ramas donde han aflorado los conflictos: al retorno de las 'niñas' de Inditex —como se llama dentro del grupo a las dependientas– para mejorar sus condiciones laborales le ha seguido una guerra total con sus trabajadores de Zara Logística, en Arteixo y, aun con ninguno de estos frentes cerrados, el corazón logístico de Bershka ha entrado en conflicto con la patronal. 

"Menos Rosalía, más comida cada día": así ha sido la manifestación de las dependientas de Inditex de todo Galicia

Vuelven las niñas de Inditex...

Al grito de "Menos Rosalía, más comida cada día" —en referencia a la reciente visita de la cantante a las oficinas centrales de Inditex— empezaba el primer domingo de abril la manifestación de las dependientas de todas las cadenas del grupo en Galicia para mejorar sus condiciones laborales. 

De esta forma, convocados por la Confederación Intersindical Galega (CIG) y la central UGT, 2.500 trabajadores, en su mayoría mujeres, recorrieron las calles de La Coruña, corazón del grupo. 

La movilización se producía tras los "infructuosos" encuentros entre los sindicatos y la patronal para articular una mejora laboral que sigue pivotando sobre el plus de antigüedad y una posible reducción de la jornada anual para trabajadores de a partir de 55 años. 

Las cuantías demandadas por unos y otros encallaron la negociación que, además, tendrá aplicación estatal. De hecho, la última reunión celebrada el pasado martes 7 de mayo ofrece avances, pero "insuficientes" para todos los sindicatos: "El movimiento por parte de Inditex es mínimo. Seguimos a años luz de nuestras pretensiones", reclama UGT.

Mientras llega la próxima reunión, prevista para el 6 de junio,  las asambleas de trabajadores ya comienzan a planificar nuevas acciones. Este mismo colectivo empujó hace un año un acuerdo estatal al calor del salario mínimo Inditex tras meses de movilizaciones que dejaron la primera huelga masiva de su historia.

... mientras sus compañeros de Zara Logística encabezan una guerra que "cruza todas las líneas rojas"...

Sin cambiar de territorio pero sí de división, los trabajadores del logístico de Zara en Arteixo, central de la multinacional textil, llevan semanas encabezando una serie de paros por la modificación —unilateral, según denuncian— de los calendarios laborales por parte del gigante textil.

A los paros encabezados —con un seguimiento, indican, del 100%— le siguió un clima de crispación aún mayor con el primer cierre patronal de su historia el pasado Día Internacional del Trabajo, según denuncian fuentes sindicales, en lo que supuso "cruzar todas líneas rojas" para una fuerza laboral que se eleva a las 1.100 personas.

La modificación de los calendarios laborales afecta al sistema de libranzas, a las jornadas de reducción por edad y a otros puntos pactados, según denuncian los representantes de los trabajadores.

La compañía, en palabras del comité, reconoció que la modificación de los calendarios era una imposición que no iban a quitar y que se mostraban confiados en que la justicia les daría la razón. 

"Quieren echar un pulso a la plantilla", traslada Álvaro Cajigal, de UGT, quien añade que el descenso de la carga de trabajo es una realidad desde hace meses para derivarse hacia los centros de Zaragoza y Países Bajos. "La intención de Inditex es condenar a este almacén a un paulatino declive en beneficio de otros", coincide Roberto Pérez, de la Confederación Intersindical Galega (CIG), sindicato mayoritario en el centro. 

Ante, lo que definen, como un "cambio total en las relaciones laborales", el siguiente movimiento laboral pasa ahora por una manifestación para este domingo 12 de mayo que recorrerá La Coruña como anticipo de una serie de paros de 4 horas el próximo lunes y martes.

... acompasada por un conflicto inédito en el único centro logístico de Bershka

El único centro logístico de Bershka también ha entrado en guerra con el gigante textil. Desde su central en Torderá, en Barcelona, los trabajadores llevan meses en negociaciones para mejorar sus condiciones laborales y económicas en función, insisten, de los beneficios de su firma, que se elevan a los 460 millones de euros.

La mejora del salario planteado por Inditex para su centro logístico se mueve en el 14% mientras que la plantilla demanda un alza del 18%. Así, y ante el bloqueo de las negociaciones, el pasado día 29 de abril el comité de empresa protagonizó un paro de 24 horas con un seguimiento estimado por los sindicatos del 99%, al que siguió una concentración el pasado sábado 4 de mayo en la ciudad condal.

El parón indefinido de su centro, algo que no descartan los sindicatos, impactaría de lleno a la operativa de la firma, que dispone de 856 establecimientos (en su mayoría propios) a lo largo de 70 mercados. Además, con unos ingresos de 2.621 millones de euros, es la segunda firma del grupo, solo por detrás de la imbatible Zara.

Los siguientes pasos se decidirán tras la reunión que el comité de empresa está celebrando este miércoles 8 de mayo con un telón de fondo claro: "Vendrán movilizaciones más extensas".