Los bienes que no entran en una herencia: casos en los que parte del patrimonio queda excluido

Pese a lo que se suele pensar, no todos los bienes de una persona tienen por qué pasar a formar parte de su herencia cuando esta fallece. Existen determinadas excepciones que no pueden no ser objeto de repartición entre los familiares o herederos.

Cabe recordar que no todos los bienes son físicos, sino que también el patrimonio fungible o económico, también se incluye. Entendiendo esto, se comprende que ciertas cuentas bancarias, planes de jubilación, pólizas de seguros de vida o fondos de inversión tienen ya designado un beneficiario en caso de fallecimiento.

Esto significa que, la persona muere, el dinero pasa directamente al beneficiario designado y no forma parte de la herencia, sin incluirse en el proceso de repartición. 

En este sentido, también hay que tener en cuenta los bienes en propiedad conjunta con otra persona, que son muy comunes, por ejemplo, en cuentas bancarias o incluso bienes inmuebles. Estos también podrían pasar al copropietario si el otro titular muere.

Herencias con deudas

Otro caso en el que los bienes pueden quedar excluidos en si el fallecido tenía préstamos o deudas fiscales. No ocurre siempre, pero puede darse que se utilicen los bienes para saldar la deuda antes del reparto de la herencia y que, por tanto, estos queden fuera.

Igualmente, también está la opción de que los herederos se decanten por asumir la deuda y proceder al reparto de los bienes afectados.

Bienes de fideicomiso

Por otro lado, también existen los bienes de fideicomiso. El fideicomiso es una figura jurídica por la que alguien transfiere la propiedad de sus bienes en vida o por el testamento para que esa persona sea quien los administre y distribuya. Con lo cual, la parte del patrimonio que esté incluida en este contrato quedará fuera de la herencia.

En estos casos, el fideicomiso tiene sus propios beneficiarios y se reparten según los términos y condiciones legales que se han establecido y no funciona como una herencia al uso.

Donaciones en vida

Una forma de transferir el patrimonio es hacerlo en vida mediante donaciones. Lo más común es que estas, una vez la persona fallece, no se incluyan en la herencia, puesto que se entienden como una  transferencia de propiedad. Eso sí, lo más recomendable es revisar con un profesional la donación, teniendo en cuenta la Ley de Impuesto de Sucesiones y Donaciones, para que no haya conflictos.

Todos estos casos pueden crear un conflicto en los herederos, por lo que lo más importante es planificar bien el reparto de patrimonio, comunicarlo a los beneficiarios y familiares y que todo que expuesto en el testamento. De hecho, la falta de testamento puede ser un conflicto en sí, por lo que legalmente siempre se recomienda su elaboración.