¿Por qué se están cancelando tantos vuelos últimamente? Estas son las claves de las subidas de precios y las anulaciones aéreas

Hombre que pierde un vuelo en el aeropuerto.

Si estos días encuentras en la bandeja de entrada un email inesperado de la compañía aérea con la que tienes un vuelo pendiente, puedes preocuparte. Y es que, posiblemente, en ese correo electrónico aparezca una de las palabras más temidas: vuelo cancelado.

Esta es una situación cada vez más común en los aeropuertos de España y de todo el mundo, la cancelación de vuelos se ha convertido en una tónica constante motivada por diferentes factores. 

Las cancelaciones más comunes solían derivarse anteriormente de problemas meteorológicos o determinadas averías, pero desde que comenzó la pandemia, la industria aerocomercial ha sido una de las más afectada por la crisis sanitaria y parece que las consecuencias van a continuar.

Los cambios en las restricciones y normativas para viajar han sido constantes y han debilitado a un sector que aún no se recupera de ello.

Un sector que pierde atractivo laboral

Los últimos años han derivado en grandes recortes y ajustes de personal en las aerolíneas debido a la disminución del flujo aéreo. Esto ha hecho que el personal no continúe formándose en este sector, menos atractivo ante la poca oferta de trabajo, y emigre a otras profesiones.

Esas circunstancias dinamitan en una crisis de personal y falta de tripulación, especialmente de pilotos. Así lo explican desde el sindicato británico Unite: “El sector ha dejado de ser atractivo por el impacto que ha tenido la pandemia en los salarios de pilotos y personal de tripulación”.

Como ejemplo claro, el pasado mes de marzo Air Europa anunciaba un ERTE por causas económicas para 4.000 empleados. En este caso la empresa opera la mitad de su flota (35 de las 60 aeronaves que tenía antes de la irrupción del COVID-19) para lograr una capacidad mínima del 80% en cada vuelo. 

La  realidad ahora es que la demanda vuelve a crecer tras el cese de restricciones y la falta de prevención por parte de las empresas en cuanto a contratación y formación causa multitudinarias cancelaciones dado que la plantilla es insuficiente ante la recuperación del espacio aéreo.  

Efecto dominó en las cancelaciones

Del mismo modo que ocurre con la tripulación, la baja demanda de los últimos años repercute en escasez de aviones en activo, lo que provoca un efecto dominó en las cancelaciones dado que no hay naves ni pilotos disponibles que puedan evitar la anulación de un vuelo. 

Este efecto va en cadena y la cancelación de un trayecto Roma-Madrid, por ejemplo, puede ocasionar múltiples cancelaciones y retrasos en esa misma jornada. 

Cancelar un vuelo supone un gran coste para las aerolíneas ya que tienen que realizar el reembolso del billete así como las correspondientes compensaciones económicas. Por ello se ven afectados más vuelos de trayectos cortos y medios cuyos billetes son comprados a menor precio y no cuentan con clase business.

“Si tu billete es en un avión regional, es más probable que tu vuelo sea cancelado que si viajas en una aeronave más grande operada por la aerolínea principal”, explica en este sentido Joshua Marks, presidente ejecutivo de MasFlight, empresa procesadora de datos de aerolíneas.

Subidas de precio de los billetes y más cancelaciones: un complejo escenario por delante

No parece que la situación vaya a mejorar en los próximos meses y se prevé una  temporada alta cuando menos compleja

La demanda de billetes está en auge, pero no solo por la estabilidad sanitaria, el alquiler de vehículos se ha incrementado en los últimos meses en múltiples países y también ha impulsado de igual forma la demanda aérea

El primer ensayo de la temporada alta, la Semana Santa, se saldó con centenares de cancelaciones, especialmente en Reino Unido.

“Es la tormenta perfecta: hay una combinación de hechos como contagios de COVID, crisis de personal y todo en uno de los momentos de mayor actividad del año", desarrolla Paul Charles, CEO de la agencia de marketing turístico The PC Agency, con respecto a las cancelaciones de más de 300 vuelos en British Airways y Easyjet.

Señala, además, que la situación “va a durar otras ocho semanas aproximadamente. Va a necesitarse este tiempo para encontrar nuevo talento y entrenarlo para que pueda entrar en la industria”. 

Turistas en un aeropuerto

En este sentido los expertos discrepan y algunos incluso recomiendan evitar el mes de agosto para viajar por Europa, al ser el de mayor demanda.

En lo que sí que coinciden es en que los retrasos serán la tónica general, y ante la falta de personal recomiendan llegar al aeropuerto al menos tres horas antes del vuelo, dado que en terminales como la de Manchester, se estima una espera de 60 a 90 minutos solo para pasar el control de seguridad.

Subidas de precios derivadas del encarecimiento de los carburantes

Además de la problemática con las cancelaciones, se observa un incremento en el precio de los billetes desde el pasado mes de marzo. Según las propias compañías, esto se debe a que el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha encarecido el precio de los combustibles y las aerolíneas no han tardado en verse afectadas. 

Dicha subida de precios afecta a toda Europa y desde las agencias de viajes indican que, por ejemplo, en el caso de vuelos con destino al Caribe los billetes han subido hasta 30 euros en escasas semanas.

Frente a este escenario toca ser flexible con las fechas de viaje, planificar el vuelo con un par de días de antelación en caso de tratarse de un evento relevante y tener claro los derechos como cliente


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