Las claves de los países nórdicos para ser los más felices del mundo: separación entre vida y trabajo, acceso equitativo al mercado laboral y mayores ingresos fiscales para servicios públicos de calidad

Como ya es tradición cada año desde 2012, se han publicado los datos del World Happiness Report(el Informe Mundial sobre la Felicidad, en español), que este año ha centrado sus esfuerzos en cuantificar cómo la COVID-19 ha afectado a la calidad de vida de las personas, además de evaluar las diferentes políticas mundiales, en relación a la pandemia. 

Para ello, como siempre, se han medido diferentes factores, como la esperanza de vida, los niveles del Producto Interior Bruto (PIB), la generosidad, el apoyo social, la libertad y la corrupción.

Todos ellos se calculan siempre comparándose con Distopía, un país ficticio en el que todos estos valores son iguales a los promedios nacionales más bajos, en cada uno de dichos factores, mediante datos obtenidos de Gallup Wold Poll, entre 2018 y 2020. 

De los 156 países que han participado en esta edición, el primer y segundo lugar lo ocupan Finlandia y Dinamarca, respectivamente, mientras que España se sitúa en el puesto 27 del ranking.

Los países que hacen uso del Modelo Nórdico de bienestar social siempre han encabezado esta clasificación. Cabe destacar, además, que Finlandia es uno de los países más felices del mundo, ya que se ha situado en primera posición desde 2018. La pregunta entonces es cuáles son las claves que se dan en los países nórdicos, a diferencia de España.

La jornada laboral y la concepción del trabajo en Finlandia y Dinamarca

En primer lugar, hay que hacer especial mención a las jornadas laborales de los países nórdicos. En Finlandia, según la Organización Central de Sindicatos del país, la jornada laboral es de 5 días, variando entre las 7,5 y las 8 horas diarias. Además, no existe salario mínimo, sino que los empleados lo negocian directamente con la empresa a través del convenio. 

Por su parte, según el propio gobierno danés, en Dinamarca la jornada laboral se extiende también en los 5 días de la semana, sumando un total de 37 horas. Aparte, la concepción del trabajo es muy diferente a la del resto de Europa –a excepción de los vecinos nórdicos–, ya que solo un 2% de los empleados trabajan horas extra, debido a que está mal visto –significa que no se han podido cumplir los objetivos de productividad–. 

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Además, tal y como asegura en su web el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca, los servicios públicos del Estado favorecen que la edad de jubilación se acorte, aparte de permitir la integración de la mujer en el mercado laboral, favoreciendo la conciliación de la vida laboral y personal.

En España, la jornada laboral está regulada en el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores y desarrollada en los convenios colectivos sectoriales o de la propia empresa, siempre prevaleciendo la primera norma. Así, la jornada es de 40 horas semanales, con límite diario no superior a las 9 horas. 

Un sistema de jubilación sólido que premia los trabajos físicos más exigidos

A diferencia de lo que se pueda pensar por la dinámica de las pensiones en España, con el incremento progresivo de la edad de jubilación, en Dinamarca, esta línea es descendente, gracias al régimen de prejubilación aprobado en 1979, destinado a empleados que laburaran en trabajados muy exigidos físicamente. 

Además, la edad media de retiro efectivo se sitúa alrededor de los 62 años, mientras que la oficial es a los 67 años, con el compromiso firme del gobierno por reducir esta a los 65. 

En España, a nivel general esta edad se sitúa en los 67 años, con excepciones en algunos sectores, como el de la minería. Aun así, las pensiones medias se sitúan en 1.028,19 euros, al inicio de 2021, gracias a su vinculación reciente al IPC interanual de los últimos 12 meses. 

Hay que señalar que, a diferencia de los países nórdicos, en España se ha favorecido un sistema público de pensiones, el cual supone una gran carga para las arcas del Estado, con un agravante en el envejecimiento de la población. Además, 1 de cada 8 pensionistas se sitúa en riesgo de pobreza, algo que no sucede en los vecinos nórdicos. 

El acceso de la mujer al mercado laboral

Por otro lado, Dinamarca y los países colindantes han sabido ver la importancia de un acceso equitativo al mercado laboral. En cuanto al país danés, según los datos del propio gobierno y de la OCDE, el 72% de las mujeres tienen acceso a un empleo remunerado fuera del hogar, en comparación con la media de países de la OCDE, que no supera el 59%.

A esto hay que sumar la subvención estatal de las guarderías, así como la recaudación impositiva para mejorar cualitativamente los servicios públicos que ofrece el Estado del Bienestar en los países nórdicos, lo cual repercute positivamente en el índice de felicidad.

Si se observan los datos recogidos por Statista, de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España, el porcentaje de mujeres activas no rebasaba el 52,24%, en 2020, un hecho que ahonda profundamente en la brecha de género en el mercado laboral español.  

Una mayor recaudación impositiva para garantizar servicios públicos de calidad

Cualquier Estado del Bienestar basa su idiosincrasia en la recaudación impositiva, de manera que las rentas más altas aporten más a las arcas públicas, para permitir la redistribución equitativa de la riqueza.

A pesar de que, por lo general, las diferentes sociedades están en contra de las subidas de impuestos, esta cuestión es la que permite que se garanticen servicios públicos de calidad a la ciudadanía.

Así, según datos del Banco Mundial, los ingresos fiscales de España se sitúan muy lejos de Finlandia y Dinamarca. A nivel nacional, en 2019, el porcentaje de España en cuanto a los ingresos fiscales era del 13,8%, en comparación con el 20,7% y el 34% de Finlandia y Dinamarca, respectivamente –en relación al porcentaje del PIB per cápita–.

De esta forma, a España le queda aún mucho camino por recorrer para que su ciudadanía sea más feliz, y este pasa por ofrecer mejores servicios públicos, garantizar que la mujer pueda acceder al mercado laboral, así como la conciliación, y dar una vuelta al sistema de pensiones. Todo esto hará que los españoles puedan tener una vida plena y más feliz.