Cómo destapar la nariz al instante: trucos para eliminar la congestión nasal rápidamente

Un goteo de líquido en la nariz, la garganta taponada y una sensación de embotamiento desagradable son algunos de los síntomas más comunes de la congestión nasal, fenómeno detrás del cual suele estar la rinitis. 

Tal y como explican desde Healthline, la congestión no obedece a un exceso de mucosidad en las fosas nasales, sino a los vasos sanguíneos inflamados en los senos de tu nariz. La irritación suele activarse debido a infecciones, gripes, resfriados o alergias. Al hablar es posible que suenes extraño, y también que te cueste dormir debido al taponamiento. 

Mocos amarillos: ¿qué significan?

En el caso de que la congestión nasal esté causada por la alergia, puedes tomar un medicamento antihistamínico o descongestionante, que reducirá la inflamación en tus fosas nasales y aliviará la presión. Eso sí, ten en cuenta a la hora de conducir un vehículo o trabajar que este tipo de fármacos pueden causarte somnolencia.

El ambiente de tu hogar es otro factor importante para evitar tu nariz se tapone: existe un grado de humedad ideal recomendado por las autoridades sanitarias para garantizar el confort y evitar enfermedades o problemas respiratorios. Muchos especialistas coinciden en que la humedad relativa del aire en una habitación debería situarse entre el 40% y el 60%. 

Otras autoridades como la Agencia de protección ambiental de Estados Unidos (EPA) apuntan a un nivel de humedad entre el 30% y el 50% en el interior de la casa, requiriendo más humedad cuando hace calor, y menos humedad cuando hace frío. Si en tu casa hay un ambiente seco, deberías utilizar un humidificador para incrementar la cantidad de humedad de las estancias.

Cómo quitar la congestión nasal rápidamente

Existen varios métodos que puedes poner en práctica para aliviar la congestión nasal. 

• Una ducha caliente: es uno de los remedios caseros más sencillos y agradables. Gracias al vapor del agua caliente, tu mucosidad nasal se diluirá, a la par que la inflamación se reduce. Al menos durante un buen rato, tu respiración volverá a la normalidad. Es recomendable dejar que se acumule mucho vapor y realizar respiraciones profundas.
• Bebe el suficiente líquido: tener la hidratación adecuada resulta esencial cuando experimentas congestión nasal. Puedes combinar un par de litros diarios de agua con sopas, frutas, jugos naturales o bebidas deportivas. Las infusiones calientes también son especialmente recomendables cuando la congestión acarrea dolor de garganta.
• Emplea un aerosol salino nasal de venta libre: desde Cigna explican que te permiten mantener los tejidos nasales húmedos, aliviar la irritación nasal y ayudar a drenar la mucosidad espesa o seca.
• Hazte un lavado nasal: para ello, utiliza agua de mar isotónica —que contiene solución salina, oligoelementos y minerales como cobre, magnesio o potasio—, o agua de mar hipertónica si la congestión es más espesa. Hazlo una vez al día como mínimo lavando cada fosa por separado.
• Utiliza una compresa tibia: moja una toalla en agua templada o ligeramente caliente, retuércela hasta exprimir el exceso de humedad, dóblala y ponla sobre tu nariz y frente. De forma similar al vapor, el calor aliviará el dolor y la inflamación de tus fosas nasales.

Ante la congestión nasal, paciencia: recuerda que normalmente es transitorio y al margen de la incomodidad, no implica ningún riesgo para la salud.