La filósofa Carissa Véliz explica por qué "no es demasiado tarde" para defender tu privacidad frente a las tecnológicas: 3 claves para hacerlo extraídas de su libro

Vigilancia en el trabajo
  • Carissa Véliz es la autora de Privacidad es poder. El interés de la filósofa por la privacidad nace tras una investigación sobre su familia, refugiada en México tras la Guerra Civil.
  • En su libro da una serie de pautas para defender la privacidad de los usuarios. No es demasiado tarde, aunque advierte de futuros escabrosos si no se consigue: "Imagínate los dictadores del pasado con las tecnologías del presente".
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Internet fue, durante un tiempo, espacio para las utopías. "Entonces muy pocas empresas veían sus posibilidades. En esa época, la web de una banda de pop hecha por un fan podía ser mejor que la oficial (...). Hubo una cultura de lo underground. Se generaron cosas super potentes", explicaba David Casacuberta, filósofo y fundador del desaparecido capítulo español de Fronteras Electrónicas.

Fueron unos tiempos "anárquicos" que duraron "muy pocos años". Hoy internet es un espacio en el que un conglomerado de grandes tecnológicas (Google, Amazon, Facebook, Apple, Netflix, Spotify) se disputan los datos personales de sus usuarios en una dinámica que se ha bautizado como la economía de la atención.

El fenómeno sigue vigente y está siendo estudiado. Las editoriales españolas siguen trayendo ensayos como El valle inquietante de Anna Wiener (Libros del Asteroide), Cómo no hacer nada de Jenny Odell (Ariel) o Privacidad es poder de Carissa Véliz (Debate). En todos se conjugan los desafíos que representa esa economía de la atención para el bienestar de los seres humanos.

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En 2021, muchos de esos desafíos se han materializado en informes y filtraciones masivas como las que ha protagonizado Frances Haugen, extrabajadora de Facebook, que compartió con medios de comunicación cientos de documentos internos de la compañía en los que se exponían lo que eran ya secretos a voces.

Polarización, fake news, estudios de mercado sobre adolescentes, daños a la salud mental de niños y jóvenes. Todo ha acabado, de un modo u otro, confirmándose.

El futuro de internet a medio plazo ahora pasa por la web3. Sus defensores vaticinan que el aprovechamiento de tecnologías como el blockchain permitirá que los usuarios vuelvan a atesorar el poder de la red en sus manos. Entre tanto, tecnológicas como Apple o Google se han visto forzadas a devolver a los usuarios el control sobre los perfiles publicitarios que las marcas hacen sobre ellos.

Todavía se está a tiempo

Cámaras de videovigilancia

Pero, más allá de esas promesas, es bastante común encontrar que entre los propósitos para este 2022 recién estrenado se encuentre el de intentar preservar un poco más la sombra digital que todos los usuarios generan cuando navegan por la red. Controlar mejor esa huella tecnológica que se imprime desde el momento en el que uno se conecta al resto del mundo.

Privacidad es poder fue nombrado libro del año en 2020 por The Economist y el año pasado llegó a las librerías españolas. Fue uno de los libros del año, de hecho, para Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica. Y en su obra, Véliz da una serie de recomendaciones y pautas para garantizar la defensa de la privacidad.

La autora de Privacidad es poder, nacida en México, explicaba que su familia provenía de España, refugiados de la Guerra Civil. "Fue siempre un tema bastante tabú", señalaba. Años después de sus muertes, tuvo la necesidad de "saber más sobre ellos", así que acudió a archivos como el de Salamanca. "Descubrí cosas sobre ellos que nunca nos habían contado".

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"Eso me hizo preguntarme cuál era el derecho a la privacidad y si yo tenía derecho a saber ciertas cosas y qué podía hacer con ello. Siendo filósofa, busqué en la filosofía, y me encontré con que hay muy poca literatura sobre privacidad. La que había era o poco relevante o muy antigua. Justo en esos tiempos, Edward Snowden reveló que nos vigilaban a una escala masiva".

Eso animó a Véliz a cambiar el tema de su tesis. "Una vez empiezas a estudiar sobre privacidad empiezas a ver lo mal que están las cosas. Eso me hizo pasar de un interés académico a pensar que este es un tema super importante en este contexto histórico, y a entender que la gente tiene que estar mejor informada sobre el mismo".

Por suerte, la filósofa entiende que la lucha por preservar la privacidad de los ciudadanos no está en ningún punto de no retorno. "Hay mucho en el mundo que todavía no se ha digitalizado. Hay que tener cuidado, porque las tecnológicas, y en particular Facebook, tienen muchas ganas de hacer un mapa del mundo al que se pueda acceder en tiempo real".

Así las cosas, Véliz cree que se acabarán regulando de una manera más estricta el tratamiento de los datos. Lo que le preocupa es que hacerlo ocurra después de que pase "algo terrible en Occidente". "Que acabemos esperando a que el uso de esos datos se usen para un genocidio". Carissa Véliz habla de Occidente porque "desgraciadamente, si ocurre en otro lugar del mundo, no nos damos por enterados".

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Pero "sí podría haber un punto de no retorno", advierte. "Uno en el que nos podríamos ver sometidos a una tiranía brutal, que fuera mundial o cubriera gran parte del mundo, y que tuviera los suficientes datos y la suficiente tecnología como para intervenir cada vez que alguien quiera desafiar ese régimen".

"Imagínate los dictadores del pasado con las herramientas tecnologías del presente", asevera.

Para evitar llegar hasta ese punto, estos son algunos apuntes (muy resumidos) que Véliz propone en Privacidad es poder para preservar la seguridad, discreción y datos tanto dentro como fuera de las redes.

#1. Cambia tu mentalidad

Gente usando el móvil

Reuters

Para garantizar al menos un intento de defender la privacidad, el primer cambio de mentalidad se tiene que producir en la mentalidad del usuario. Lo expone la propia Véliz cuando en su libro recuerda que hay que pensárselo dos veces antes de compartir o escribir una publicación en las redes sociales. "Eres uno de los mayores riesgos para tu propia privacidad".

Trabajar en pos de garantizar esa privacidad exige también de una determinación que no siempre se tiene. Una determinación que también pasa por mantenerse informados, alerta a los riesgos y desafíos que conllevan ciertas iniciativas tecnológicas para tus datos, y, por supuesto, respetar la privacidad de los demás. "Antes de subir una foto en la que salga otra persona, pídele su consentimiento".

En estas fechas las protagonistas son las reuniones familiares y de amigos, por eso vale la pena hacerse unas preguntas: ¿Cuánto se ha fotografiado o grabado? ¿Con qué fin? ¿Era necesario? Atesorar recuerdos puede ser la respuesta a muchos de esos interrogantes, pero, ¿era necesario compartir esos recuerdos con mucha gente? ¿Con cuántas personas?

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Por eso en Privacidad es poder también se anima a decir "no", y a impulsar la ofuscación, un término que la filósofa explica con un caso muy gráfico. Imagina que un desconocido te aborda por la calle para pedir tu número de teléfono. A pesar de la negativa, insiste. ¿Cómo se reacciona a ello? Habitualmente, dando un número de teléfono falso.

La ofuscación también es posible en esta economía de la atención. Creando cuentas falsas o cuentas compartidas en grandes plataformas, de tal manera que, cuando la compañía en cuestión haga sus rastreos para crear perfiles comerciales o de comportamiento, estos sean inexactos. Al menos para contigo mismo.

#2. Decide bien qué tecnología usas y cómo la usas

Un hacker ético compite en la convención Def Con en Las Vegas.
Un hacker ético compite en la convención Def Con en Las Vegas.

REUTERS/Steve Marcus

De forma general, muchas de las listas sobre "cómo mejorar tu privacidad en internet" pasan por mecanismos más o menos básicos como "configura adecuadamente tu cuenta de Instagram" o "desactiva los accesos de las aplicaciones a tu cuenta de Twitter". La lista que estás leyendo, sin embargo, es algo más abstracta, fruto del trabajo de Carissa Véliz.

Sin embargo, esos puntos no son menudencias. A menudo muchos usuarios desconocen que tienen la posibilidad de controlar más de lo que piensan acerca de qué ven, cómo ven lo que ven, y quién les pueden ver en las plataformas digitales. Ya sea en una gran red social, en una videoconsola o en un servicio de música en streaming, siempre hay cosas que mirar en la configuración de privacidad.

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Aquí puede imperar el sentido común. Si no tienes la necesidad de que tus imágenes las pueda ver todo el mundo, puedes limitarlo en las opciones que te provea la plataforma en cuestión con la que estés tratando. Si has comprado una impresora que se conecta a internet, no tienes por qué estar constantemente enviando información sobre tus hábitos de uso al fabricante.

Por suerte, muchas de estas cuestiones siguen siendo opcionales. Cuando no lo sean, exponlo: demanda que lo sean. Si es imposible que lo sean, busca alternativas. Una cafetera inteligente, ¿qué aporta? ¿Es necesario que la máquina que te dispensa el café por las mañanas se tenga que conectar a internet solo porque así puedes pedir que te sirva uno con el teléfono móvil?

Todo eso en el ámbito del internet de las cosas (IoT): "Siempre que puedas, elige dispositivos "tontos" en lugar de "inteligentes", expone Véliz. Pero dentro del mundo digital también hay alternativas. Alternativas en aplicación de mensajería, en buscadores web, en clientes de correo electrónico, en navegadores. "Quienes no las tengan, pídeles que se las instalen".

#3. Exige privacidad "y haz todo lo que puedas"

Una videollamada por Zoom durante la cuarentena.
Una videollamada por Zoom durante la cuarentena.

Las páginas finales de Privacidad es poder animan a los lectores a no acumular datos y a garantizar una suerte de higiene digital sobre toda la información que dejan en la red. Cierra cuentas en redes sociales que ya no utilices, exige que se eliminen tus datos de las bases que sospechas que todavía los mantienen, y usa contraseñas seguras para evitar cualquier intromisión.

Todo, al final, se puede reducir en un "haz todo lo que puedas" que en ningún caso es análogo de "sálvese quien pueda". La propia Véliz, en la entrevista que concedió a Business Insider España, exponía que todo lo digitalizado es susceptible de ser vigilado. A las puertas de un mundo con un metaverso como el que quiere construir Facebook, la autora lo resumía así:

"Hay que hacer un esfuerzo por preservar el mundo natural. (...) El mundo de las cosas analógicas. El mundo en el que puedes ir a dar un paseo sin teléfono, sin que nadie sepas dónde estás, qué estás haciendo ni con quién".

Por ello, la filósofa anima a rechazar cualquier tipo de relación de dependencia de una gran tecnológica. Conserva los contactos de tus allegados en otros medios que no sean Facebook, cultiva tus relaciones más allá del sistema operativo de tu teléfono móvil. Si formas parte de la industria tecnológica, evangeliza sobre los principios de la privacidad desde el diseño.

"Habla de privacidad con tus amigos y familiares. Tuitea sobre el tema. Si estás en un club de lectura, lee sobre privacidad", avanza la autora. "La privacidad es un derecho por muy buenas razones. Defiéndela".

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