Qué se sabe de la nueva cepa del coronavirus: ¿seguirán siendo eficaces las vacunas?

Nueva variante del coronavirus, Reino Unido

Toby Melville/Reuters

  • La nueva cepa del coronavirus, encontrada en el Reino Unido y algunas zonas fuera del país, presenta características nuevas como una mayor capacidad de transmisión.
  • La acumulación de continuas mutaciones podría volver al virus inmune a las vacunas, pero los científicos transmiten tranquilidad y señalan que este proceso —en caso de ocurrir— podría llevar años.
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"Cuando el virus cambia su forma de ataque, nosotros debemos cambiar nuestra forma de defensa": así ha explicado Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, las restricciones más duras impuestas en el país tras conocerse la existencia de una nueva variante del coronavirus. Y es que esta nueva cepa ha levado a las UCI británicas al límite y ha puesto en alerta al resto de países europeos.

Los científicos coinciden en que la situación es preocupante, por las nuevas características del virus y el daño realizado (más de 500 muertes diarias en el país y de 170.000 personas contagiadas en una semana), pero para nada sorprendente. Ya se conocía la capacidad de mutar de los virus, y en particular del coronavirus: según informa The Guardian, en este tiempo se han observado miles de mutaciones del SARS-CoV-2, pero solo unas pocas tenían cierta importancia. Esta nueva cepa es una de ellas.

¿Qué se sabe de esta nueva variante del COVID-19? 

Si bien aún no se posee toda la información sobre esta nueva cepa, ya se conocen algunas de sus características, por qué está generando un daño importante y dónde se ha localizado:

Mayor capacidad de transmisión

Este virus, que parece haber surgido de un paciente con un sistema inmune debilitado, incapaz de combatirlo, presenta características únicas que lo hacen más peligroso. Su capacidad de sustituir a otras versiones del virus, sus mutaciones en partes importantes y su mayor habilidad para infectar células le aportan un mayor poder de expansión.

Su capacidad de transmisión es un 70% superior a la anterior, según los científicos asesores del gobierno británico. Esto ha generado que el porcentaje de casos asociados a esta variante haya aumentado de un 15% hace unas semanas a un 60% la semana pasada, informa Stuart Mill, profesor de virología en el King's College de Londres, a The Guardian. 

Variantes en una proteína clave

En su poder de contagio juega un papel clave la proteína llamada del pico: la parte del virus que le permite entrar en las células de los seres vivos a través de los pulmones, la garganta y la cavidad nasal. El aumento del valor R (número medio de personas a las que una persona contagiada de coronavirus pasa la infección) en 0,4 lo convierte en un virus más incontrolable.

Dónde se encuentra

Por ahora, la nueva variante está especialmente concentrada en Londres, el sureste y el este de Inglaterra, así como en otras partes del Reino Unido (excepto Irlanda del Norte), aunque en menor concentración.

Fuera del país parece algo más controlado, pero se ha informado de algunos casos en Dinamarca, Australia y Países Bajos.

Medidas tomadas por los países

Su creciente presencia ha generado el endurecimiento de las restricciones en el Reino Unido, que no permitirá reuniones familiares en las zonas más expuestas, y la cancelación de vuelos procedentes de tierras británicas por parte de otros países europeos.

¿Seguirán funcionando las vacunas?

Es la pregunta del millón, y la respuesta parece invitar a un optimismo moderado. La mutación en la proteína del pico mencionada anteriormente es el elemento principal, ya que las vacunas del coronavirus se han desarrollado para generar anticuerpos contra la proteína existente. Su variación, por tanto y en teoría, podría ayudar al virus a esquivar el efecto de las vacunas. "El virus se encuentra potencialmente en el camino para escapar de la vacuna. Ha dado los primeros pasos", explica a la BBC el profesor Ravi Gupta, especialista de la Universidad de Cambridge. 

Sin embargo, los científicos llaman a la calma basándose en varios elementos: por un lado, las vacunas están diseñadas para que se ataquen diferentes partes del virus, no solo una; por otro, el sistema inmunológico de una persona infectada produce un amplio y complejo 'armamento' de anticuerpos contra esta proteína; y, finalmente, en cualquier caso se requerirían años de múltiples mutaciones para que el virus ganase la partida.

"Nadie debería preocuparse por que vaya a haber una única mutación catastrófica que de repente inutilice toda la inmunidad y los anticuerpos", aclara Jesse Bloom, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson (Seattle, EE. UU.) al New York Times. Eso sí, la nueva variante del coronavirus ha causado un daño importante y debe permanecer en estrecha vigilancia, explican los científicos.

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