5 formas de saber si has recibido información fiable sobre el coronavirus, según una epidemióloga

Syra Madad
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Dra. Syra Madad.
  • La doctora Syra Madad es epidemióloga —especializada en enfermedades infecciosas— en Nueva York, miembro del Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard y del Grupo de Trabajo COVID-19 de la Federación de Científicos Americanos.
  • Dice que los brotes de enfermedades suelen ir acompañados de infodemias, en las que la información poco fiable se propaga rápidamente.
  • Como experta en salud pública, afirma que siempre tiene que luchar contra el "contagio de la información errónea", pero que hay maneras de que la gente verifique la veracidad de sus fuentes de información.
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Syra Madad es epidemióloga en Nueva York, miembro del Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard y del Grupo de Trabajo COVID-19 de la Federación de Científicos Americanos. 

Business Insider ha hablado con ella para conocer cómo es posible verificar si has recibido información fiable sobre el coronavirus. 

En su opinión, los brotes de enfermedades infecciosas suelen producirse en paralelo a la infodemia, es decir, la rápida difusión de información sobre un tema que suele ser poco fiable y que no se basa en el mérito científico. 

Vivimos en una sociedad de gratificación instantánea: queremos tener la información al alcance de la mano y aprovechar todas las formas de tecnología y plataformas, desde las redes sociales hasta los blogs y los medios de comunicación, pasando por el boca a boca. 

Pero el problema de la desinformación es triple. 

Primero, importa dónde buscas la información sobre la enfermedad. Hay cientos de web que han sido etiquetados como sitios de clasificación roja, al publicar información falsa sobre el SARS-COV-2. 

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En segundo lugar, la información falsa cuesta vidas y aumenta el riesgo de infección y de hospitalización. Solo en los 3 primeros meses de esta pandemia es posible que al menos 800 personas hayan muerto y otras 5.800 hayan sido admitidas en hospitales de todo el mundo como resultado de la información errónea

Y tercero, la desinformación hace que la lucha contra la pandemia sea mucho más difícil. Socava la respuesta de la salud pública, erosiona la confianza en las medidas de control de la pandemia (por ejemplo, el uso de mascarilla), perpetúa el brote y pone en peligro las intervenciones de salud pública (por ejemplo, la cuarentena de prueba y el seguimiento).

Habiendo respondido a múltiples epidemias y pandemias a lo largo de los años, desde el ébola en 2014 hasta el virus de Zika en 2015, y el sarampión en 2018, una cosa es segura: en la salud pública siempre tenemos que luchar en guerras paralelas cuando se inicia un brote, ya sea una enfermedad nueva o novedosa o un viejo enemigo. Luchamos contra el contagio en sí y luego contra el contagio de la desinformación que sigue.

Con el ébola la desinformación lo era todo, desde el miedo, la demagogia, hasta los rumores de su propagación por el aire en Estados Unidos (pista: no se transmite por el aire). Un recuerdo vívido de su experiencia en la respuesta al brote de ébola en Texas: su dentista la llamó para cancelar su cita de limpieza de rutina en 2014 al participar en el equipo de emergencia en la lucha contra la enfermedad.

Con el virus de Zika fue desde la desinformación de su aparición a través de los mosquitos genéticamente modificados a su propagación intencional para arruinar las olimpiadas de verano de 2016 en Brasil. 

Y con el sarampión fue la desinformación relacionada con la vacuna que, supuestamente, causa la enfermedad en sí misma, o los ingredientes de la misma que causan el autismo (nota: la vacuna contra el sarampión es muy segura, con una efectividad del 93% al 97%).

Dada la cantidad sin precedentes de desinformación sobre el COVID-19, Syra Madad comenzó a desacreditar los mitos a partir de febrero, apenas un mes después del comienzo de esta pandemia, para ayudar a abordar y proporcionar la información científica, epidemiológica y basada en datos más actualizada. 

A medida que aprendimos más sobre el virus y su enfermedad asociada, las orientaciones de salud pública siguieron cambiando y la comunidad científica y médica continuó actualizando sus recomendaciones (por ejemplo, el uso de mascarilla debido a la propagación asintomática de la enfermedad).

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Nueve meses después de esta pandemia, sus colegas y ella siguen dedicando mucho tiempo a la información errónea. Recibe preguntas de todo tipo de audiencias —trabajadores de la salud de primera línea, medios de comunicación y el público en general a través de mis cuentas de redes sociales. Las preguntas han ido desde rociar con lejía las frutas para matar el virus —¡no, por favor no lo hagas!— hasta contraer la enfermedad a través de las torres de telefonía móvil.

Es importante mantenerse informado de los acontecimientos actuales y estar al tanto de las tendencias locales en lo que se refiere al COVID-19. Esto ayuda a tomar decisiones informadas —por ejemplo, a la hora de viajar— y a conocer cualquier guía de salud pública actualizada. 

Esta es su recomendación para encontrar y evaluar las fuentes y acceder a información oportuna, fiable y consistente: pregunta las 5 W.

¿De quién es el sitio web (gobierno, empresa o individuo) y si tienen un historial de compartir información creíble? 

¿Qué ofrece la fuente (recomendaciones, venta de un producto, hacer una reclamación)? 

¿Cuándo fue escrita o revisada la información y por quién? 

¿Por qué existe esta fuente y cuál es su propósito? 

¿Y de dónde viene esta información, está basada en la última literatura científica, datos y otras piezas de evidencia tangible?

Armarse con información precisa ayuda a protegerte a ti, a tu familia y a tus seres queridos.

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