Un nuevo mercado multimillonario: cómo las startups protegen sus coches contra los hackers
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- ¿Cómo se protegen los coches contra los ciberataques? Los fabricantes no dicen nada, pero ya se han producido los primeros ataques con éxito. Es una oportunidad para las startups.
- Hyundai o Tesla son algunos de los fabricantes que ya han experimentado el ataque de los hackers a sus sistemas de conectividad.
El panorama de la ciberseguridad en los vehículos modernos es cada vez más complejo a medida que los coches evolucionan hacia sofisticados sistemas conectados sobre ruedas. La integración de la tecnología digital en los coches no solo ha mejorado la funcionalidad y la experiencia del usuario, sino que también ha ampliado la superficie de ataque para los ciberdelincuentes.
Existe el temor de que los delincuentes secuestren el coche. Pero la infraestructura, a menudo anticuada, tampoco está preparada para los ataques.
Un equipo de la Universidad de Duke (Estados Unidos) ha conseguido burlar los sistemas de radar de un coche. Ni siquiera necesitaron acceder al hardware del coche. Simplemente engañaron al sistema para que creyera falsas firmas de radar. Esto les permitió hacer desaparecer vehículos del radar, pero también hacer aparecer coches fantasma. Así es como se pueden provocar accidentes.
Los ataques de hackers a los coches existen desde hace años
Este no es el primer ataque con éxito contra los complejísimos sistemas de los coches modernos. Desde hace años se sabe que los sistemas de acceso y arranque sin llave pueden ser fácilmente burlados. En algunos coches, bastaba con amplificar la señal de la llave. Esto facilitaba a los ladrones hacerse con el control de los vehículos sin tener que robar ellos mismos la llave.
Los ataques ya están costando mucho dinero a la industria automovilística. El año pasado, el fabricante coreano Hyundai tuvo que pagar más de 200 millones de dólares a clientes descontentos. En Tiktok aparecieron instrucciones sobre cómo hacerse con el control de los coches del fabricante con un destornillador y un cable USB. Sin embargo, el daño a la imagen de la empresa fue aún peor.
Los fabricantes no están de brazos cruzados, pero se enfrentan a un problema. Esto se debe a que la tecnología de sus coches suele proceder de la industria proveedora y no se desarrolla directamente en la empresa. Comprobar cada línea de código de un coche para detectar posibilidades de ataque actuales o futuras es una tarea hercúlea.
Las startups ayudan a los fabricantes
Cada vez son más las empresas de nueva creación que han descubierto este lucrativo mercado. C2A Security, por ejemplo, aborda el problema de garantizar que el software utilizado en los vehículos sea realmente seguro. Trabaja con los fabricantes de automóviles a lo largo de todo el proceso de desarrollo y les garantiza el control digital de cada línea de código, desde la planificación hasta la producción.
Pero no solo el hardware de los coches es vulnerable. Ahora también está relativamente bien protegido. Recientemente, un equipo de investigadores consiguió acceder al software y a los sistemas de conducción autónoma de un Tesla. Sin embargo, tuvieron que desmontar la placa base del coche, algo poco probable en la vida cotidiana.
Pero la comunicación entre el coche y los servidores del fabricante es vulnerable. El peligro aquí es que los hackers puedan interceptar los datos y también que sean capaces de manipular las actualizaciones que llegan del fabricante.
La startup Upstream Security ofrece una plataforma basada en la nube que protege las flotas de vehículos en red utilizando análisis de big data y algoritmos de aprendizaje automático para vigilar y detectar amenazas con antelación.
A medida que los coches están cada vez más conectados y son más autónomos, crece la importancia de la ciberseguridad, convirtiéndola en un aspecto esencial del diseño y el mantenimiento de los automóviles.
Sin embargo, esto abre un mercado de miles de millones a las empresas de nueva creación. Cuanto más complejos se vuelvan los sistemas, más ayuda externa necesitarán los fabricantes.
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