Dependientes de Inditex marchan por toda España para mejorar sus condiciones laborales y empujan al dueño de Zara a negociar

Concentración de dependientes de Inditex

UGT

  • Dependientes de todas las tiendas del grupo Inditex se han concentrado este viernes a lo largo de la geografía española para reclamar la mejora de sus condiciones.
  • La movilización se ha llevado a cabo pese a que el grupo lanzó ayer una convocatoria para constituir una mesa de negociación el próximo 3 de abril.

De Málaga a Sevilla. Nada ha impedido que los dependientes de todas las cadenas que Inditex emplea en España se hayan concentrado este viernes, 22 de marzo, para mejorar sus condiciones laborales, tras la convocatoria de las centrales UGT y CCOO.

Así al grito de “beneficios también para los de abajo“, a las 12:00 de la mañana más de 500 trabajadores, según estimaciones de UGT, se han dado cita en ocho puntos de la geografía española para reclamar que los beneficios del grupo se reviertan "de forma justa y equitativa" en su plantilla esta vez con la antigüedad como telón de fondo. 

"A pesar de ser en horario laboral y no ser una huelga, donde podrían acudir todas las personas trabajadoras, la participación ha sido un éxito", sostiene Alvaro Cajigal, responsable Inditex por UGT. 

Se calcula que el grupo emplea a más de 30.000 los dependientes en sus establecimientos españoles (1.157 puntos), lo que además de convertirle en su principal mercado es el artífice del 14,8% de unas ventas de récord que en 2023 alcanzaron los 35.947 millones de euros.

Se trata de un nuevo fuego laboral que el dueño de Zara no ha logrado rebajar a pesar de que ayer, a mitad de tarde, llegaba la convocatoria formal para constituir una mesa de negociación de ámbito estatal con sus sindicatos el próximo 3 de abril.

Desde CCOO, principal sindicato de la multinacional en España, explican a Business Insider que la premisa pasa por exigir "un marco de negociación formal y con propuestas aceptables. Además de avanzar en todos los puntos que tienen paralizados".

La central precisa, además, que ha recogido en tan solo 7 días 13.843 firmas —es decir, el 50,94% de la plantilla del grupo— para apoyar una campaña que busca que los beneficios del grupo se reviertan en los trabajadores de todas las cadenas y lo hagan mediante "avances reales y homologando condiciones laborales al alza". 

No obstante, la convocatoria de esta reunión, de la que aún se desconoce cuál será su hoja de ruta, tiene su razón de ser en Galicia, el corazón del gigante textil.

Vuelven las 'niñas' de Inditex: las dependientas de todas sus tiendas de Galicia se manifestarán para reclamar mejoras en sus condiciones laborales

"Galicia se mueve y empuja a Inditex a mover ficha en España"

Manifestación Inditex

Cig

¿Cuál es el origen del conflicto?  En Arteixo (La Coruña), casa y centro de operaciones del grupo, la Ciga, sindicato mayoritario en la provincia, presentó a finales de pasado año una plataforma con varios puntos que quedaron por negociar. El resto de centrales hicieron lo propio con medidas similares.

"Ha pasado lo de siempre. Galicia se ha movido y empuja a Inditex a mover ficha en el resto de España", insisten desde la central gallega.

Estos flecos sueltos que afloran de nuevo forman parte del acuerdo estatal empujado, originalmente en Galicia, por las 'niñas' —como se llama dentro del grupo a las dependientas—. Estas movilizaciones, incluida la primera huelga masiva de su historia, culminaron en lo que ya se conoce como el salario mínimo Inditex.

Ahora, el conflicto laboral estalla de nuevo ante "la falta de acuerdo" en los procesos de negociación que la empresa tiene abiertos con su personal de tienda. El pasado 22 de febrero se abrieron las negociaciones y, a pesar del escaso camino recorrido, los primeros escollos no han tardado en aflorar: "Se ha atascado todo nada más empezar", sostienen fuentes cercanas a la CIG.

El germen radica en que Inditex solo está dispuesto a negociar dos puntos, establecer una posible reducción de la jornada anual para trabajadores de a partir de 58 años y una prima de vinculación. Sin embargo, el grupo "veta" hablar de otras medidas antes de avanzar en el proceso.

En cualquier caso, la reclamación que ha dinamitado todo es la petición de recuperar el plus de antigüedad –120 euros por cada 4 años de antigüedad–, un punto sobre el que la empresa ya ha mostrado su negativa.

"Su argumento para una oferta tan débil es que, a pesar de los fabulosos resultados económicos de este año, puede que el año que viene no sean tan buenos", avanzan desde la Cig. Subrayan la paradoja que plantea la empresa: "Nos piden que esperemos hasta que no haya tanto beneficio para negociar". 

Así, tras un infructuoso encuentro el pasado martes entre patronal y sindicatos, la guerra laboral escalaba posiciones: mientras se produce la concentración estatal de este viernes; la CIG, hará lo propio con las 2.500 dependientas gallegas que desfilarán por las calles de La Coruña, corazón del grupo, el domingo 7 de abril, según avanzó Business Insider.

"No queremos limosnas, queremos una negociación real", clama Carmiña Naveiro, dependienta y presidenta del comité de Zara en La Coruña. El ambiente de movilización vuelve y el clima lo conocen ambas partes. Hace un año el conflicto hizo tambalear los cimientos de la multinacional textil más poderosa del mundo y ahora amenaza con volver a hacerlo. 


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