Parece que cada vez que hablo con Dan Buettner está haciendo sopa minestrone.

El hombre que hace más de dos décadas se embarcó en un viaje para conocer las regiones más longevas del mundo —las llamadas zonas azules— ha tenido un gran éxito con la reciente serie documental de Netflix mostrando estos lugares y a sus gentes, como Okinawa, Icaria o Loma Linda. No obstante, todavía tiene tiempo de sacar una olla de cocción lenta y preparar alubias casi a diario.

"Ahora mismo soy un personaje importante, en el sentido de Ron Burgundy", afirma.

Su programa se disparó rápidamente al puesto de los más vistos en Netflix cuando se estrenó en agosto de 2023. El programa transportó a los telespectadores a rincones ocultos de Costa Rica, Grecia, Italia y California.

Dentro de estas zonas azules, la gente parecía disfrutar milagrosamente de la vida hasta una edad muy avanzada, con relativamente pocos problemas de salud. Y, ¿sabes una cosa curiosa? Allí no son de grandes propósitos.

Mientras que el resto de nosotros podemos estar ocupados fijándonos grandes objetivos para 2024, prometiendo ir más al gimnasio o beber menos, Buettner no. Después de estudiar durante más de dos décadas a las personas que viven en las cinco zonas azules, ha llegado a la conclusión de que estas personas no aprobarían jamás un propósito de Año Nuevo efímero.

Lo que hacen por su propia salud es un compromiso para toda la vida. Y, lo que es más importante, se integra sin esfuerzo en sus horarios diarios. Este es el estilo de vida de longevidad que ha intentado emular y exportar durante muchos años.

"Aprenderé algunas recetas nuevas", me cuenta Buettner sobre sus planes para 2024. "Pero creo que ahora mismo vivo más o menos un estilo de vida óptimo". Sus cuatro hábitos fundamentales son sencillos, probados con el tiempo y respaldados por la investigación.

Buettner atribuye a un enfoque de cuatro pilares su estilo de vida longevo

Se mueve todos los días

"Hago ejercicio todos los días", dice. "No lo llamo ejercicio, hago algo divertido y activo".

Montar en bicicleta y jugar al pickleball son dos de sus actividades favoritas. Los expertos en longevidad coinciden unánimemente en que el ejercicio es la mejor intervención antienvejecimiento disponible, con numerosos y múltiples beneficios para todo el organismo, incluido el sistema inmunitario e incluso la reparación del ADN.

Cocina

"Como sobre todo alimentos integrales", afirma Buettner.

Verduras, legumbres, especias, frutos secos y cereales integrales son las piedras angulares de las dietas que favorecen la longevidad de los habitantes de las zonas azules. No hay mucho espacio en su dieta para los dulces ultraprocesados u otros aperitivos.

Disfruta del tiempo con los suyos

"Tengo muy buenos amigos", afirma Buettner.

Los estudios sugieren que las conexiones sociales fuertes y las buenas relaciones tienen un impacto real en la longevidad humana. Biológicamente, los humanos necesitamos a otras personas para sentirnos seguros, sanos y satisfechos.

Tiene un propósito

Los estudios también sugieren que un fuerte sentido de propósito y significado en la vida puede aumentar la longevidad. Los habitantes de las zonas azules de Buettner dan distintos nombres a esta idea, desde plan de vida en Costa Rica, hasta el famoso ikigai en Japón.

"Estoy entusiasmado porque creo que he encontrado nuevas zonas azules, y mi forma de perseguir el objetivo de vivir hasta los 100 años es aprender de la gente que lo ha conseguido", afirma Buettner.

Resulta que (como ya habrás sospechado) hay más de cinco lugares en el mundo donde la gente ha desarrollado una fórmula propia para vivir mucho tiempo y ser feliz.

"Así que este año voy a aprender de otras estrellas de la longevidad en tres nuevos lugares", anticipa.