Probé a hacer las lentejas de las zonas azules con más habitantes centenarios, y este fue el resultado

Mientras crecía, mi familia comía sopa de lentejas al menos una vez a la semana para cenar, si no más. Mi hermana y yo nos lamentábamos "¡no más sopa de lentejas!"

Pero cuando fui a la universidad y tuve que cocinar para mí, de repente se me antojó comer esta tradicional receta familiar. Ha sido una de mis comidas favoritas desde entonces.

Así que me emocionó descubrir que este plato de legumbres es un alimento que realmente podría ayudarme a vivir más tiempo, según el investigador de longevidad Dan Buettner. Con toda la sopa de lentejas que he comido en mi vida, debería vivir hasta ser muy, muy vieja.

Las lentejas son aparentemente un alimento común en las zonas azules, las regiones del mundo donde hay más habitantes centenarios. Aunque están repartidas por todo el planeta en lugares tan dispares como Costa Rica, California, Japón o Grecia, sus dietas tienen varios puntos en común: son ricas en carbohidratos complejos y vegetales, y bajas en carne, lácteos y procesados.

Según el sitio web oficial de las zonas azules, las lentejas son populares en muchas de estas culturas por una buena razón: son baratas, fáciles de conseguir y saludables. Una taza de lentejas cocidas tiene aproximadamente 18 gramos de proteína. Además están repletas de fibra, antioxidantes y hierro.

Cambié mi receta habitual de sopa de lentejas por la receta típica de esta legumbre en las zonas azules para poder compararla. La receta proviene del libro de cocina de Buettner La solución de las zonas azules: comer y vivir como las personas más sanas del mundo.

La sopa está cargada de fibra.

Además de las lentejas, esta sopa contiene otros vegetales saludables, como tomates, zanahorias y patatas. Como muchos alimentos de las zonas azules, las verduras fueron las estrellas del espectáculo. Esta receta es vegetariana y no lleva carne.

Sin embargo, tenía la esperanza de que aún me llenara gracias a los 19 gramos de fibra por porción de la combinación entre lentejas y patatas. Al comer solo una porción de esta sopa, obtengo más fibra que la que el estadounidense promedio consume al día (solo 10 a 15 gramos).

La sopa también es rica en vitaminas como la vitamina C, gracias a las patatas y los tomates.

Esta receta requiere que piques los ingredientes.

Picar es la parte que menos me gusta de la cocina e inmediatamente noté que esta receta requería tomates frescos picados en lugar de enlatados. Afortunadamente, tengo cuchillos decentes, que son necesarios para picar tomates, para que no termines con un desastre pegajoso entre las manos.

Los alimentos enlatados suelen tener mucho más sodio, pero también son más fáciles de usar. En el futuro, probablemente compraría tomates enlatados sin sal añadida y me ahorraría la molestia de cortar tomates frescos.

La receta también dice explícitamente que hay que pelar las zanahorias y las patatas, un paso que normalmente me salto. De hecho, me sorprendió este paso al tratarse de una receta saludable de las zonas azules, ya que las pieles y cáscaras de los vegetales están cargadas de beneficios y con una elevada densidad nutricional. 

Desafortunadamente, aunque tengo cuchillos decentes, mi pelador está desafilado. Pelé con éxito ambas zanahorias y 2 de las 5 patatas antes de enojarme con el pelador y rendirme.

Para ser honesto, esta receta era un poco insulsa.

Normalmente, suelo añadir al menos 3 dientes de ajo y una variedad de especias a mi sopa de lentejas, incluido comino, curry en polvo, tomillo, pimienta negra y hojuelas de pimiento rojo. Me sorprendió ver que esta receta no requería especias, excepto hojas de laurel y sal.

Dada la falta de especias, decidí que sería una buena idea cocinar al menos las cebollas y las zanahorias picadas en aceite de oliva durante unos minutos antes de agregar las otras verduras; un "consejo opcional" de la receta que decidí que era imprescindible.

Una vez que todo esté en la olla, ¡solo queda esperar!

Lo mejor de la sopa de lentejas es que una vez que termines de picar, todo lo que tienes que hacer es tirar todo en una olla y esperar. Esta receta recomendaba dejar que todos los ingredientes se cocinen durante unos 45 minutos, lo que permite que las lentejas se ablanden sin convertirse en papilla.

Para ocupar mi tiempo mientras esperaba la sopa, comencé a volver a ver Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Mi casa empezó a tener un aroma delicioso y acogedor. Unos 15 minutos después, sonó el cronómetro y mi sopa estaba lista.

Aunque tenía menos sabor que mi receta habitual, seguía siendo sabrosa.

Serví la sopa en mi plato y la adorné con cebolletas y aceite de oliva como recomienda la receta. También agregué un poco de pan de masa madre crujiente al lado, como los supercentenarios de Cerdeña.

Definitivamente recomiendo el chorrito de aceite de oliva, un alimento básico de las dietas de las zonas azules, ya gracias a él la sopa está mucho más rica y sabrosa. 

Además, el aceite de oliva está lleno de ácidos grasos monoinsaturados, un tipo de grasa saludable que se cree que reduce el colesterol LDL o colesterol malo y mejora la salud del corazón. Las cebolletas también son un excelente acompañamiento. 

Si bien esta receta definitivamente no es tan sabrosa como mi receta normal, me ha gustado mucho.

Por último, es sencilla de almacenar: la metí en un táper en la nevera durante la noche y la almorcé al día siguiente. De hecho, al recalentarla al día siguiente estaba todavía más rica.