Jubilación anticipada y prejubilación: por qué no es lo mismo y cómo te afecta

Cuando se habla de jubilación, es un error común entender la jubilación anticipada y la prejubilación como lo mismo. Aunque ambas implican un retiro del mercado laboral antes de tiempo, son distintas y existen grandes diferencias entre una y otra.

La clave está en que en una de ellas interfiere la empresa y, en otra, la Seguridad Social. O lo que es lo igual, aunque el objetivo es el mismo, cada una utiliza un camino diferente.

¿Qué es la jubilación anticipada?

Este tipo de jubilación está regulada por la Seguridad Social y te da derecho a cobrar una pensión. Existen dos tipos, la voluntaria y la forzosa, que se da por causas ajenas al trabajador.

Para tener derecho a la jubilación anticipada voluntaria es necesario estar dado de alta en la Seguridad Social, tener la edad mínima de jubilación, que son dos años antes de lo que correspondería por cotización; o lo que es lo mismo 63 si tienes 38 años cotizados; 64 y seis meses en caso de negativa.

Además, debes tener un mínimo de 35 años cotizados y que la pensión que te vaya a quedar sea superior a la pensión mínima. 

En situación de jubilación anticipada forzosa o no voluntaria las condiciones cambian un poco. En este caso, el mínimo de edad serían cuatro años, antes de lo que correspondería: 61 años, con el tiempo mínimo de cotización, o 62 años y seis meses.

El tiempo cotizado, por su parte, debe ser de al menos 33 años cotizados. Entre los casos por los que se da esta jubilación están la enfermedad, discapacidad o despido colectivo, entre otros.

Algo a tener en cuenta es que este modelo de jubilación, en cualquiera de sus variantes, implica una reducción del coeficiente relativo a los años de cotización. Igualmente, conlleva una reducción de la cantidad de dinero a recibir en la pensión que se cobra por adelantar este proceso. 

Además, se esperan cambios en el próximo 2024 para la jubilación anticipada y uno de ellos afecta a la pensión a cobrar.

¿Qué es la prejubilación?

Este tipo de retiro de la vida laboral no está regulado por la Seguridad Social, no está recogida dentro de sus regímenes y, por lo tanto, no es una opción que ofrezca la institución. 

Ocurre en una edad próxima a la jubilación, normalmente a partir de los 55 años; ante una situación de desempleo y, normalmente, cuando todavía no ha cotizado lo suficiente. Es un acuerdo al que se llega con la empresa ante un despido. 

De esta forma, el trabajador negocia una especie de indemnización con la empresa, al mismo tiempo que puede cobrar el paro, si tiene derecho al mismo. Además, permite acceder al subsidio por desempleo una vez se le ha acabado el paro. Cabe tener en cuenta que esta ayuda se cobra durante 18 meses, a menos que tengas más de 52 años, en este caso se cobra hasta la jubilación.

Lo que consigue la prejubilación es que el trabajador obtenga ingresos por parte de la empresa que ejecuta el despido y por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), reuniendo un sueldo hasta llegar a la edad de jubilación.

Como no es un tipo de jubilación regulada, lo que se hace es un convenio especial con la Seguridad Social y el afectado continúa cotizando hasta que se jubila debido al pago que realiza la empresa.

Cómo te afecta cada opción

Después de entender cada una de ellas, habrás comprobado que poco o nada tienen que ver entre sí y que no todo el mundo puede acceder a ellas.

Mientras en la jubilación anticipada es directamente la Seguridad Social quien efectúa el pago de la pensión, la prejubilación viene a ser una antesala a la jubilación. Se reciben ingresos de la empresa que efectúa el despido y del SEPE, todo mediante un convenio espacial. Además, se continúa cotizando.

Con la jubilación anticipada no se cobra subsidio por desempleo, es una situación totalmente distinta y tampoco sigue cotizando.

Además, la jubilación anticipada es una opción en muchos casos voluntaria que se presenta a los trabajadores que reúnen los requisitos correspondientes. Por el contrario, la prejubilación no es una elección que le dé el Estado al trabajador, y tampoco es una decisión única del mismo, sino que tiene que llegar a un acuerdo con la empresa.

En cuanto a cuánto se cobra depende de cada caso. En la jubilación anticipada está estipulado, pero en la prejubilación dependerá de la indemnización acordada, aunque según señalan desde el portal especializado Campmany Abogados, suele ser entre el 60% y el 80% del sueldo que tenía, llegando en algunos casos incluso al 100%.