Refugiarse a kilómetros de una explosión nuclear puede no ser suficiente para sobrevivir a menos que sepas dónde esconderte, según un nuevo estudio

Rupendra Brahambhatt,
bomba nuclear
  • Los científicos han simulado una explosión nuclear unas 37 veces más potente que las de Hiroshima y Nagasaki.
  • La simulación les ayudó a identificar los lugares interiores seguros e inseguros donde refugiarse durante un ataque nuclear.

Si mañana cayera una bomba nuclear en tu ciudad, ¿sabrías dónde ponerte a cubierto? 

La guerra nuclear es una idea aterradora, pero para un equipo de investigadores de la Universidad de Nicosia (Chipre) es algo muy importante.

En un reciente estudio, los investigadores han calculado cómo podría afectar el estallido de una explosión nuclear a las personas que se refugiaran en un lugar cerrado, y descubrieron que incluso si uno se encuentra a una distancia segura de la explosión para sobrevivir a ella, puede correr peligro inmediato.

"Es importante conocer el impacto sobre los seres humanos en espacios cerrados para ofrecer recomendaciones que protejan a las personas y los bienes", afirma Dimitri Drikakis, coautor del estudio. "Por ejemplo, podemos diseñar estructuras que ofrezcan más protección".

Evita pasillos y puertas. Busca los rincones de las habitaciones sin ventanas

Ilustración de la onda expansiva de una bomba nuclear de 750 kt 10 segundos después de la detonación. La onda ya ha recorrido 4,6 km.
Ilustración de la onda expansiva de una bomba nuclear de 750 kt 10 segundos después de la detonación. La onda ya ha recorrido 4,6 km.

Cuando una bomba nuclear detona, no solo genera radiación en forma de una luz brillante y cegadora y un calor abrasador, sino también potentes ondas de choque que pueden viajar decenas de kilómetros.

Son estas ondas de choque las que pueden resultar letales para las personas que se encuentren a una distancia suficientemente segura de la bola de fuego.

El equipo simuló una explosión nuclear de una bomba atómica de 750 kilotones. Como referencia, las bombas que EEUU lanzó en Hiroshima fueron de 15 kilotones y en Nagasaki de 25 kilotones. Así que, de media, es unas 37 veces menor que la bomba de la simulación de los investigadores.

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Una cabeza nuclear de esta magnitud probablemente destruiría todo lo que se encontrara en un radio de 3,2 kilómetros, pero las personas que se encontraran más allá de ese radio podrían tener alguna posibilidad si se refugiaran en el lugar adecuado de una estructura resistente.

Sin embargo, los resultados de los investigadores son muy interesantes.

Drikakis explica a Business Insider que "la explosión se simuló mediante dinámica de fluidos computacional de alta resolución y orden", basada en 3 décadas de experimentos y teoría.

Utilizando estos modelos, calcularon cómo se movería la onda expansiva a través de los edificios —incluidas habitaciones, paredes, esquinas, puertas, pasillos, ventanas y portales— a distancias de entre 3 y 48 kilómetros del lugar de la detonación.

Ilustración de cómo se desplazaría la onda expansiva por una habitación interior con pasillos estrechos que aumentan la velocidad y la presión.
Ilustración de cómo se desplazaría la onda expansiva por una habitación interior con pasillos estrechos que aumentan la velocidad y la presión.

Kokkinakis y Drikakis señalan que las zonas estrechas del interior de los edificios, como puertas y pasillos, podrían actuar como un túnel de viento y acelerar la onda expansiva hasta presiones peligrosas de hasta 18 veces el peso corporal de un ser humano, lo bastante como para aplastar huesos.

"Los lugares críticos interiores más peligrosos que hay que evitar son las ventanas, los pasillos y las puertas", explica Ioannis William Kokkinakis, coautor del estudio.

La mejor ubicación es en la mitad del edificio más alejada de la explosión, en una habitación sin ventanas. Sin embargo, "incluso en la habitación frontal frente a la explosión, uno puede estar a salvo de las altas velocidades del aire si se coloca en las esquinas de la pared frente a la explosión", explica Kokkinakis a Business Insider.

También hay que tener en cuenta que el propio edificio es importante. No conviene refugiarse en una cabaña de madera, por ejemplo.

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"Como señala el artículo, si estás demasiado cerca de la explosión no hay mucho que se pueda hacer. Sin embargo, a cierta distancia, las estructuras de los edificios, sobre todo de piedra u hormigón u otros materiales resistentes e incombustibles, pueden proporcionar cierto grado de protección contra la explosión", afirma Kathryn Higley, profesora de biología de la radiación en la Universidad Estatal de Oregón, que no participó en el estudio.

Prepararse para un futuro incierto

Ataque ruso a Ucrania con drones.
Ataque ruso a Ucrania con drones.

Los investigadores aseguran que modelaron la detonación de una bomba de 750 kilotones siguiendo el modelo del Sarmat ruso, un misil balístico intercontinental que el Kremlin lanzó a modo de prueba el pasado mes de abril.

La invasión rusa de Ucrania ha suscitado la preocupación de que nos estemos acercando a una guerra nuclear, y una de sus principales motivaciones para el estudio fue "la creciente retórica sobre el uso de armas nucleares", comenta Drikakis.

"Una guerra nuclear es un asunto grave que provocará una destrucción generalizada. Durante varias décadas, la comunidad internacional ha considerado que tal posibilidad no se produciría. Sin embargo, la retórica en todo el mundo ha cambiado", apunta Drikakis.

Los autores creen que estas conclusiones podrían ayudar a los expertos en seguridad nuclear a diseñar mejores estrategias para mitigar los daños de las explosiones atómicas y las fugas de radiación. Esperan que los resultados del estudio también puedan orientar el desarrollo de edificios a prueba de explosiones nucleares en el futuro.

"La implicación a gran escala de esta investigación es que puede contribuir a comprender mejor cómo protegerse en caso de detonación nuclear", afirma Higley.

No importa la lluvia radiactiva y el estilo de vida apocalíptico al que te enfrentes después. Sobrevivir a eso es otro tipo de estudio.

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