Los fabricantes de coches respiran: Europa se decanta por una norma Euro 7 más relajada

Tubo de escape
  • El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE han logrado un acuerdo provisional sobre la normativa Euro 7, más blanda que inicialmente propuesto. La normativa entrará en vigor en 2027 para los turismos y las furgonetas.
  • Por primera vez en el mundo, se tendrán en cuenta las emisiones que se producen por el desgaste de los neumáticos y de los frenos. 

Desde que a finales del año pasado se presentase la nueva normativa Euro 7, que vendría a sustituir a la actual Euro 6, los fabricantes no han parado de remeter contra ella. Esta propuesta prevé nuevos recortes de emisiones contaminantes y de partículas para mejorar la calidad del aire. Aunque afectará a todos los vehículos de combustión, tendrá especial repercusión en los diésel.

Sin embargo, muchos fabricantes la han catalogado de imprudente, como Wayne Griffiths, CEO de Seat y Cupra y presidente de Anfac. Bajo su criterio, que comparten otras figuras como Luca de Meo, consejero delegado de Renault, Oliver Blume, consejero delegado de Volkswagen, o Carlos Tavares, consejero delegado del grupo Stellantis, se trata de una medida "poco realista" y que es "técnica y financieramente inviable". 

Esta presión ha hecho que, en los últimos meses los países de la UE reducen los objetivos de recortar las emisiones contaminantes de vehículos. Algo que ya ha hecho oficial el Parlamento Europeo junto con el Consejo de la UE. Según informa El Mundo, ambos organismos han alcanzado un acuerdo provisional sobre la norma Euro 7 que reducirá las emisiones contaminantes de los coches, y en particular las generadas por los frenos y las ruedas.

La dureza del último texto ha quedado atrás y esta nueva normativa es mucho más blanda. Esto supone un respiro para los países fabricantes de automóviles pequeños, como es el caso de España, ya que estos no verán incrementados sus precios hasta casi ser expulsados del mercado, como advertía la industria si se realizaban grandes cambios.

Ahora queda que la nueva regulación sea ratificada por cada una de las dos partes. El objetivo es que entre en vigor en 2027 para los turismos y las furgonetas; y a mediados de 2029 en el caso de los camiones y autobuses. 

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Esos son dos años más tarde de lo que proponía la Comisión y se mantiene la excepción de un año extra de carencia para los pequeños fabricantes, con menos de 10.000 vehículos al año si son turismos.

Aunque en la mayoría de aspectos las cosas van a seguir como hasta ahora, los grandes cambios se centrarán en el amaño de las partículas contaminantes, que a partir de ahora deberán ser más pequeñas. 

Además, la principal novedad es que, por primera vez en el mundo, también se tendrán en cuenta las que se producen por el desgaste de los neumáticos y de los frenos, por lo que serán también aplicables a los coches 100% eléctricos. 

Estos últimos solo podrán liberar tres mg/km de partículas; siete mg/km para la mayoría de los vehículos con motor de combustión interna, híbridos eléctricos y de pila de combustible y 11 mg/km para las furgonetas con motor de combustión.

Además, las baterías de los vehículos a pilas tendrán que mantener una capacidad del 80% pasados cinco años o 100.000 kilómetros y el 72 % hasta los ocho años o 160.000 kilómetros.

 

Otro de los puntos a los que se le ha dado luz verde es al tema del pasaporte medioambiental. En teoría, esto limitaría las emisiones de gases de efecto invernadero de los viajeros cada año.

Este pasaporte recogerá toda la información sobre las emisiones y consumo, la autonomía eléctrica y la durabilidad de la batería. Tanto en el momento de su primera matriculación como a lo largo de su vida útil. En esta línea, los vehículos deberán contar con un monitoreo digital de sus emisiones, que quedarán registradas, y que permitirá prevenir fallos.

Otro de los cambios que introduce es un aumento los requisitos de emisiones. Hasta la fecha, un coche tiene que cumplir con los requisitos de emisiones hasta los 100.000 kilómetros o cinco años de uso. Con la Euro 7 sube a los 200.000 kilómetros y 10 años de uso. 

A pesar de que los ecologistas se han mostrado contarios a este cambio, señalando que la rebaja de la Euro 7 "permitirá maquillar de verde unos vehículos que apenas son más limpios que los actuales", la industria se encuentra muy satisfecha, afirmando que "proporciona seguridad en su planificación del futuro" y permitiendo que centren sus inversiones en la electrificación.

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