España saca tajada del cambio en la Euro 7: por qué Seat, Volkswagen y Stellantis respiran aliviadas

Una de las cruzadas que mantenían los fabricantes de coches contra Europa era la normativa Euro 7. En múltiples ocasiones, estas marcas han afirmado que aplicar esa ley, tal y como estaba planteada, supondría un encarecimiento de los turismos diésel de 2.629 euros, mientras que los que usan gasolina aumentarán en torno a 1.862 euros. 

Estos problemas ya los habían adelantado tanto Luca de Meo, CEO de Renault y presidente de ACEA, y Wayne Griffiths, CEO de Seat y Cupra y presidente de Anfac. De esta manera, un Seat Ibiza, que actualmente cuesta 14.450 euros en su versión básica de gasolina, pasaría a valer más de 16.300 euros con la Euro 7, mientras que el Opel Corsa pasaría de los 19.100 a los 21.729 euros. 

Si finalmente la Euro 7 se aplicaba tal y como estaba planteada, iba a suponer un gasto de dinero enorme para el sector. Según detallaba Anfac en enero, adaptarse a la prohibición de vender coches de combustión a partir de 2035 supone una inversión de 250.000 millones de euros. Esta nueva normativa supone un dinero extra muy elevado.

Ahora, las compañías con una fuerte presencia de coches pequeños y compactos, como Seat, Volkswagen o Stellantis en España, pueden respirar tranquilos. Según publica Cinco Días, los segmentos B y C, supusieron en 2022 el 85% de la producción nacional, según datos de Anfac.

La anterior normativa iba a suponer un verdadero mazazo para la industria española, ya que, por ejemplo, toda la producción en la fábrica de Seat en Martorell es de coches del segmento B y C. Lo mismo ocurre en la planta de Stellantis Figueruelas, muy centrada en el ensamblaje del Opel Corsa, o Volkswagen Navarra, que cuenta con el Polo, el T-Cross y el Taigo, todos ellos modelos pequeños o medianos.

Aunque todas se benefician, es cierto que la que sale más aupada es Seat, ya que puede alargar un poco más su vida al poder seguir vendido durante más tiempo sus modelos de combustión hasta que se decida su rol dentro del grupo, mientras que Cupra es la que concentra la electrificación.  

Ahora, la Euro 7 se ha retrasado hasta 2027. Además, los límites de emisiones de tubo de escape pasan a ser los mismos que en la Euro 6, la que está vigente hoy día. Además, se establecen límites diferentes entre gasolina y diésel, y se diferencia a las furgonetas más pesadas.

Tampoco se cambian las condiciones de ensayo, sino que las emisiones se medirán con las mismas pruebas de laboratorio que en la Euro 6. Sin embargo, lo que sí que han mantenido de la Euro 7 son los límites de emisiones de partículas de frenos y neumáticos, así como la exigencia de durabilidad de las baterías.