El patrón de sueño que seguían tus ancestros no era de 8 horas seguidas, lo que podría dar pie a pensar que hay otras formas saludables de dormir

Imagen del cuadro 'Tobias y Sara en su noche de bodas' del Victoria & Albert Museum en Londres.
Imagen del cuadro 'Tobias y Sara en su noche de bodas' del Victoria & Albert Museum en Londres.

Lo creas o no dormir no siempre ha sido igual. Aunque todos los seres humanos han necesitado darle a su cuerpo un merecido descanso la forma de hacerlo ha cambiado con el curso de la historia.

Si bien ahora la norma es asegurar unas 8 horas de sueño reparador cada noche para mantener la salud y combatir las ojeras, no siempre fue así. 

Antes de la Revolución Industrial los patrones de sueño eran bifásicos. O dicho de otra manera, la gente dormía en bloques de unas 4 horas con un pequeño periodo de vigilia entre ambos. Tiempo que usaban para hacer diversas acciones desde rezar o escribir a trabajar o darse al sexo.

El patrón de "dos sueños" que seguían en la Edad Media 

Las referencias a un “primer sueño” y un “segundo sueño” abundan en todo tipo de textos desde el origen de la humanidad a la época preindustrial. Hasta que el uso de la luz se volvió común y el descanso bifásico se abandonó. “Ahora la gente lo llama insomnio”, explica el historiador del sueño Roger Ekirch, quien sopesa que muchos trastornos del sueño de hoy podrían ser en realidad distintas formas de dormir.

Ekirch profesor de historia en Virginia Tech, y autor del libro At Day's Close: Night in Times Past(que podría traducirse como Al final del día: la noche en tiempo pasados) descubrió en sus investigaciones que "el patrón de sueño dominante, desde tiempos inmemoriales, era bifásico".

Así una noche en el siglo XVII comprendía un "primer sueño" que iba desde las 21:00 hasta las 23:00. A partir de ese momento la gente comenzaba por sí sola a despertarse. La vigilia nocturna solía durar desde las 23:00 hasta la 01:00. Un período conocido como "el reloj", según un artículo de BBC, que suponía una ventana sorprendentemente útil para hacer una amplia variedad de cosas.

Durante este tiempo, aprovechaban "para fumar una pipa, preparar una tina de cerveza o incluso conversar con un vecino. Otros se quedaron en la cama para rezar o hacer el amor. Este tiempo después del primer sueño fue elogiado como especialmente adecuado para la intimidad sexual", revela el propio Ekirch en un artículo en The New York Times.

Las personas con estos genes solo necesitan dormir 4 o 6 horas para estar bien

En Francia, el sueño inicial fue el "premier somme"; en Italia, era "primo sonno". De hecho, Eckirch rastreó evidencia del hábito en África, el sur y sureste de Asia, Australia, América del Sur y el Medio Oriente, además de Europa.

Tras este periodo que solía extenderse un par de horas, la gente disfrutaba de un "segundo sueño" que solía extenderse hasta la salida del sol.

La luz cambió los hábitos de sueño

Contaminación lumínica

Alexander London/Unsplash

La luz eléctrica tiene un gran papel en lo relativo al descanso. De hecho el historiador señala a su invención como uno de los principales desencadenante para abandonar este patrón bifásico vinculado a los ritmos circadianos.

Según sus explicaciones, a medida que las bombillas fueron adquiriendo relevancia, la noche pasó a ser una "continuación del día". Había espacio para salones, teatros, conciertos y con el tiempo también para el nada agradable turno de noche. Es decir, ya no había una necesidad de recogerse con la caída del sol.

Algunos estudios actuales le han dado la razón. Ante la falta de luz el cuerpo vuelve a dormir en bloques.

Una de las más aludidas sobre esta es la investigación realizada por el científico del sueño Thomas Wehr en los años 90. Esta se realizó sobre 15 hombres con patrones de sueño normales, a quienes se les privó de iluminación artificial durante la noche para acortar sus horas de luz. Pasaron de las 16 habituales a 10. Periodo que debían pasar en un dormitorio sin luces ni ventanas, con la recomendación de descansar y dormir.

Tras la cuarta semana los individuos habían adquirido un patrón de sueño similar al impuesto antes de la invención de la luz eléctrica: estos se dividieron en 2 episodios simétricos, de varias horas de duración, con un intervalo de vigilia de 1 a 3 horas entre ellos.

En 2015, investigadores de varias universidades reclutaron voluntarios locales de la comunidad remota de Manadena en el noreste de Madagascar para un estudio. Un pueblo donde no hay infraestructura para la electricidad, por lo que las noches son oscuras como en tiempos pasados.

A los participantes se les pidió que usaran un "actímetro", dispositivo de detección de actividad para rastrear los ciclos de sueño. "Lo que encontramos fue que [en aquellos sin luz artificial], había un período de actividad justo después de la medianoche hasta alrededor de la 01:00-01:30 de la mañana", explica el investigador principal a la BBC "y después volvían a dormirse y a la inactividad hasta que se despertaron a las 06:00, coincidiendo generalmente con la salida del sol".

La ansiedad por volverse a dormir

problemas, insomnio, tristeza

Antes de que comiences a deshacerte de todas tus lámparas, cabe remarcar que el propio autor considera que hoy en día el ser humano duerme más y mejor que nunca.

No obstante, también apunta a que si bien algunas personas se adaptan al sueño monofásico propio de las 8 horas seguidas, otras quizá no necesitan dormir tanto, o se adaptan mejor a otros patrones. Es decir, que podría haber varias formas saludables de dormir.

Es más, desde su perspectiva, muchos de los problemas de sueño actuales podrían venir derivado de la forma de entender el descanso y los desvelos.

"Para mí, el aspecto más gratificante de todo esto se relaciona con aquellos que sufren de insomnio nocturno", comenta Ekert. Según su hipótesis, la manera de dormir actual ha llevado a asumir cualquier vigilia nocturna desde el pánico o la angustia.

Puede que despertarte cada noche a las 3 de la madrugada no sea una reminiscencia de tu cuerpo por asumir un descanso primitivo. Pero quizá sí que desde esta perspectiva quepa quitarle hierro al problema.

Trucos para volverte a dormir si te desvelas en mitad de la noche

Es lo que sugiere el especialista. Según sus indicaciones la próxima vez que te despiertes en mitad de la noche prueba a asumir este despertar como algo más natural en lugar de tirarte de los pelos por volverte a dormir.

"No pretendo restar importancia a eso; de hecho, yo mismo sufro de trastornos del sueño, en realidad. Y tomo medicamentos para eso..."comenta Ekert, "pero cuando la gente se entera de que esto puede haber sido completamente normal durante milenios, descubre que disminuye un poco su ansiedad". Lo que seguramente te ayudará a volver a conciliar el deseado sueño.

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