El colágeno es una proteína esencial en nuestro cuerpo que juega un papel crucial en el mantenimiento de la juventud y la salud de la piel. Pero, ¿sabías que ciertas frutas pueden ser tus aliadas en la lucha contra la pérdida natural de colágeno?  

Entre todas ellas hay una que es top para compensarte la pérdida de colágeno con el paso de los años y rejuvenecer. 

Debes de saber antes que el colágeno es la proteína más abundante del cuerpo y es fundamental para unir tejidos como la piel, músculos y huesos. 

La mala noticia es que partir de los 25 años, su producción comienza a disminuir, lo que lleva a los primeros signos de envejecimiento, hasta llegar con 60 años a tener la mitad del máximo nivel alcanzado a los 20. No solo es importante para la piel, sino también para los dientes, córneas y vasos sanguíneos.

La batalla contra la pérdida de colágeno

Con el envejecimiento pierdes colágeno, pero hay formas de combatir y retrasar este proceso. Una de ellas es a través de la alimentación. Incorporar nutrientes específicos en tu dieta puede ayudar a paliar la disminución en la producción de colágeno, pero ¿qué alimentos son los más eficaces?

Los mejores aliados en la lucha antienvejecimiento

Las frutas en general son grandes aliados en el proceso de retrasar lo más posible el envejecimiento interno y externo, pero hay una variedad aún más eficaz: los frutos rojos y azules. Son excelentes para activar la producción de colágeno, pero dentro de ellos, escoge mejor los azules. 

Por algo están en un lugar privilegiado de cualquier pirámide alimentaria: incluyen moras azules, arándanos y zarzamoras, ricos en vitamina E y antioxidantes como el lipoceno, que contribuyen significativamente a la formación de colágeno. La vitamina E, con su poder antioxidante, protege el tejido corporal y renueva las células, combatiendo los radicales libres que dañan la piel.

Más allá de la alimentación

Además de la alimentación, es crucial prestar atención a otros factores que pueden acelerar la pérdida de colágeno y cuidar tu piel. La protección solar es fundamental para evitar daños en la piel, al igual que evitar el tabaco y reducir la ingesta de azúcares y carbohidratos refinados. Estos últimos, según estudios, interfieren en la reparación del colágeno dañado en nuestro cuerpo.

La clave para mantener una piel joven y saludable no solo reside en lo que comes, sino también en tus hábitos diarios. Incluir frutas ricas en antioxidantes y vitamina E en tu dieta, junto con una buena rutina de cuidado de la piel, puede marcar la diferencia. Así que la próxima vez que busques un snack, recuerda que las moras, arándanos y zarzamoras son no solo deliciosas, sino también tus aliadas en la lucha contra el envejecimiento. Picotea sano y tu piel y salud te lo agradecerán.

Los otros múltiples beneficios de unos frutos "mágicos"

Los frutos rojos y azules, aparte de su papel en la producción de colágeno, ofrecen una gama de beneficios para la salud, respaldados por diversos estudios científicos:

Tienen propiedades anticancerígenas: en este estudio se demostró que extractos de varios frutos como el arándano, la frambuesa y la fresa inhiben el crecimiento de células cancerosas y estimulan la apoptosis en líneas celulares de cáncer humano.

Efecto en la salud cardiovascular: las bayas, incluidos los arándanos y las fresas, han mostrado mejoras significativas en factores de riesgo cardiovascular como la oxidación de LDL, la peroxidación lipídica, la capacidad antioxidante total del plasma, la dislipidemia y el metabolismo de la glucosa en estudios con humanos.

Prevención de enfermedades crónicas: volviendo a las bayas, contienen micronutrientes como la vitamina C y ácido fólico, y son ricas en fitoquímicos como antocianinas, que tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y reguladores celulares, potencialmente beneficiosos en la prevención de cáncer y enfermedades cardíacas.

Disminución de factores de riesgo en el síndrome metabólico: el consumo de arándanos ha demostrado disminuir los factores de riesgo cardiovascular en hombres y mujeres obesos con síndrome metabólico, como la presión arterial y la peroxidación lipídica, como muestra este estudio.

Efectos antiinflamatorios: una vez más, las bayas, especialmente por sus antocianinas, han sido estudiadas por sus propiedades antioxidantes y efectos importantes en vías inflamatorias, lo cual puede tener implicaciones en la reducción del riesgo de enfermedades crónicas y en la formulación de pautas dietéticas para mantener la salud.